Seis minutos

La cuesti¨®n es que los nuevos rr¨²siles americanos tienen una ventaja de seis minutos sobre los SS-20 sovi¨¦ticos. Todo lo dem¨¢s son ganas de disfrazar la premisa mayor con ideolog¨ªas del ba¨²l de los recuerdos. Ni siquiera se trata, ahora mismo, de la capacidad arrasadora de los arsenales at¨®micos, como cuando la primera guerra fr¨ªa, sino -de la velocidad mortal de los artefactos para cruzar oc¨¦anos en una y otra direcci¨®n. Seis minutos es el tiempo que se tarda en saborear dos p¨¢rrafos de Ernest J¨¹nger, escuchar canci¨®n y media de Donald Fagen, recorrer seis acuarelas de Turner, leer en voz alta un editorial de este peri¨®dico, explicar la teor¨ªa del Big Bang, pasear tres veces el claustro de Santillana del Mar o subir y bajar las escaleras mec¨¢nicas de Galer¨ªas Preciados. Seis minutos son una eternidad: el tiempo preciso para arrasar una potencia industrial.Y como los Pershing-2 pueden llegar a la Plaza Roja una eternidad antes que los SS-20 a Broadway, pues los rusos se han visto forzados a dirigir sus artefactos contra aglomeraciones consumistas m¨¢s cercanas, tipo Bonn, Par¨ªs, Londres, Roma o Madrid, para compensar tan enojoso desfase cronom¨¦trico. Lo cual obliga a los pa¨ªses de la OTAN a instalar 72 ingenios de medio alcance en direcci¨®n a las devotas muchedumbres que hacen cola ante las momias del Kremiin, por si fallan las conversaciones ruso-americanas sobre el desarme. A esos artilugios les dicen euromisiles.

Es de lo ¨²nico que han discutido en las elecciones alemanas. Nada de pol¨ªtica, injusticias, econom¨ªas o sociolog¨ªas; s¨®lo misiles, antimisiles, posmisiles, transmisiles. Y claro, han ganado los candidatos que supieron explotar el p¨¢nico de los seis minutos: los conservadores del rearme total y los verdes del desarme radical. En el centenario de Marx, los alemanes no han votado ideolog¨ªas, sino tecnolog¨ªas. Las estrategias de disuas¨ª¨®n militar han liquidado aquellas viejas estrategias de persuasi¨®n civil que estaban en el origen del discurso pol¨ªtico.

El nuevo fantasma que recorre Europa es una hidra de 72 cabezas nucleares surgida del lapso de los seis minutos. Hemos dejado de hablar de eurocomunismos, euroideolog¨ªas, eurod¨®lares, eurofantas¨ªas, porque la premisa mayor son los euromisiles.