Muri¨® Louison Bobet, una de las figuras legendarias del ciclismo de todos los tiempos
Louison Bobet, uno de los nombres legendarios del ciclismo mundial, falleci¨® en la noche del domingo, en Biarritz, donde resid¨ªa, tras una larga enfermedad. Con ¨¦l desaparece una de las figuras cl¨¢sicas del ciclismo moderno, que en la d¨¦cada de los a?os 50, con tres victorias en el Tour de Francia, el primer ciclista que lo logr¨®, elev¨® el deporte de las dos ruedas a sus m¨¢s altas cotas de popularidad y epopeya.
Su carrera tuvo el gran m¨¦rito de coincidir con la de dos generaciones hist¨®ricas: Bartali, Coppi o Kubler fueron sus primeros rivales, y Anquetil, Gaul o Bahamontes, que gan¨® el ¨²ltimo Tour corrido por Bobet en 1959, los m¨¢s modernos.El ciclismo actual, que lucha por salir del marasmo en el que su propia dureza, la econom¨ªa y los nuevos tiempos m¨¢s c¨®modos le han llevado, tiene que mirar obligatoriamente con nostalgia y envidia hacia atr¨¢s cuando surgen recuerdos tristes como la desaparici¨®n de Louison Bobet. Su caso, adem¨¢s, es especialmente significativo. El de una figura en s¨ª y con la entidad de triunfar no s¨®lo entre una gran generaci¨®n de rivales, sino a caballo de dos. Cuando se discute las calidades de Hinault, el gran dominador de los tiempos presentes por la falta de una oposici¨®n de entidad; incluso las razzias de Merckx, indiscutible campe¨®n hambriento, pero casi en solitario, se pueden valorar a¨²n m¨¢s los ¨¦xitos de Bobet ante rivales como Bartali, Coppi, Kubler, Koblet, Ockers o Magni, pero tambi¨¦n a Bahamontes, Anquetil, Gaul, Van Steembergen, Baldini o Nencini.
Bobet estaba y seguir¨¢ considerado en Francia, pese a la larga historia de figuras del deporte galo, como uno de los tres monstruos sagrados. Los otros dos son el boxeador Georges Carpentier y el futbolista Raymond Kopa. Al igual que los aficionados cojeaban cuando Kopa ten¨ªa problemas en su tobillo, all¨¢ por el a?o 58, en el primer ¨¦xito franc¨¦s del Mundial de Suecia, tambi¨¦n sufr¨ªan los males de Louison Bobet, muchas veces con for¨²nculos y sin poder sentarse apenas en el sill¨ªn de su bicicleta.
La admiraci¨®n era casi veneraci¨®n por un ¨ªdolo que hab¨ªa forjado sus triunfos desde la mayor humildad, a fuerza de un trabajo serio y tenaz. Hijo de mineros polacos, pinche en una panader¨ªa en su infancia, fue un pionero. De constituci¨®n fr¨¢gil (aunque alto, pues med¨ªa 1,78 metros y pesaba 74 kilos en su mejor forma) impuso el entrenamiento cient¨ªfico, dando m¨¢s prioridad a la velocidad que a la dureza (conseguida con su f¨¦rrea voluntad), y un r¨¦gimen de alimentaci¨®n correcto, antes casi inexistente y, sin embargo, tan importante para un ciclista.
No fue extra?o, pues, por toda su tenacidad, equilibrio y rectitud, que despu¨¦s de su retirada, tras un grave accidente de autom¨®vil (que conduc¨ªa su hermano Jean) en 1961, que le produjo una fractura de f¨¦mur y otra de tobillo, se convirtiera en un pr¨®spero hombre de negocios. Fund¨® el Instituto de Talasoterapia (tratamientos reum¨¢ticos) de Quiberon en 1964 y se instal¨® en 1970 en Biarritz, aparte de abrir m¨¢s centros de rehabilitaci¨®n por toda Francia.
Bobet, que ten¨ªa 58 a?os, enferm¨® en 1981 y tuvo que ser operado de un ri?¨®n. A mediados de octubre de 1982 sufri¨® otra delicada intervenci¨®n para extirparle un quiste inflamatorio del cerebro, que le provoc¨® una par¨¢lisis parcial del lado derecho. No se recuperar¨ªa.
Elogios de Bahamontes
Bahamontes, que corri¨® con ¨¦l, desmitifica el posible chauvinismo que s¨ª se ha podido plantear en el caso de Anquetil: "Era un gran corredor, fuerte, alto, muy completo, estilo Merckx, a quien m¨¢s se parec¨ªa. Pero, sobre todo, era un se?or y un gran deportista. Jam¨¢s se dej¨® ayudar ni empujar por el equipo como hac¨ªa Anquetil, el mismo Merckx y la mayor¨ªa. Prefer¨ªa abandonar como yo. Eso le pas¨®, por ejemplo, en la etapa que gan¨¦ en Aurillac, el 14 de julio de 1959. Pero tambi¨¦n sab¨ªa sufrir como nadie y as¨ª pod¨ªa ganar en condiciones dur¨ªsimas. Por ejemplo, en el Mundial de 1954, en Solingen. Bajando era muy bueno, tambi¨¦n, y entre un fr¨ªo tremendo, que a m¨ª no me pas¨® ni en el coche, gan¨® el Campeonato. Y eso que all¨ª estaban nombres como Coppi, Kubler o Koblet".
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