?Figuras?, para el gato
JOAQU?N VIDALENVIADO ESPECIAL "La corrida ha salido ¨¢spera", dec¨ªan al terminar los toreros, y los taurinos asent¨ªan, compartiendo con ellos el dolor. Pues, la verdad, desde el tendido no nos pareci¨® tanto. Aparte de que culpar al toro del fracaso ya est¨¢ muy visto. Los taurinos son como ni?os y hacen igual que los colegiales, cuando sacan malas notas y dicen: "Es que el maestro me tiene rabia, papi". En realidad lo que ocurri¨® con la corrida fue que era de una vulgaridad aplastante. Y adem¨¢s, ?quien les mand¨® a los toreros prepararse semejantes toros?. Yo no, a m¨ª que me registren. Ni el p¨²blico. Sucede, sin embargo, que a las figuras no les van los toros de casta, como esos Cuadri del mi¨¦rcoles que llenaron el ruedo de emoci¨®n. Y, en justa correspondencia, a los del tendido no nos van las figuras. Esas, para el gato.
Plaza & Valencia
18 de marzo. Cuarta corridafallera.Toros de Jos¨¦ Matias Bernardos, vulgares de presentaci¨®n y comportamiento, flojos y mansos. Anto?ete. Estocada corta ca¨ªda (aplausos y salida al tercio). Estocada corta atravesada y descabello (bronca). Jose Mari Manzanares. Estocada (aplausos y saludos). Pinchazo y bajonazo a toro arrancado (protestas). Ni?o de la Capea. Tres pinchazos y estocada (palmas y saludos). Tres pinchazos y estocada atravesada (palmas y almohadillas). Los tres espadas fueron despedidos con bronca y almohadillazos.
Ser¨ªan ¨¢speros algunos toros del ganadero Mat¨ªas Barnardos pero los pobres iban all¨¢ donde los matadores les dec¨ªan. La cuesti¨®n estaba, sin embargo, en que frecuentemente los matadores no les dec¨ªan a d¨®nde ten¨ªan que ir. Por ejemplo Anto?ete y Manzanares en sus segundos ¨¢speros enemigos, a los que ni por casualidad se pasaron por la faja y ¨²nicamente intentaron quitarles varias moscas que les picoteaban por la fosca cara. El p¨²blico, naturalmente, se enfadaba mucho, pues desinsectar toros no parece prudente ejercicio en plena corrida de feria.
Anto?ete tore¨® en redondo y al natural en el toro que abri¨® plaza y no nos gust¨®, por un qu¨ªtame all¨¢ esa muleta que dejaba retrasada, ese pico que pon¨ªa adelante y apuntando a la naya, ese desd¨¦n a cualquier proximidad de los pitones, no importaba si diestros o siniestros, pues lejos le hac¨ªan mejor acomodo. Nunca nos arrepentiremos bastante de semejante exigencia, porque luego se ver¨ªa que el resto del espect¨¢culo a¨²n era peor. Manzanares no tore¨® ni en redondo ni al natural. El fino torero alicantino se tir¨® de rodillas para recibir a su primer toro, le dio una larga cambiada y eso es todo cuanto dio en la tarde. El fino torero alicantino dudaba, regateaba, corr¨ªa. Era un flan, era un sudor. Al ¨¢spero, lo ali?¨® con aspereza, y al borrego no lo supo entender, lo cual preocupar¨¢ profundamente al manzanansmo (y m¨¢s a¨²n a los doctos manzanar¨®logos) pues precisamente con tal g¨¦nero alcanz¨® y ciment¨® su fama de figura. El fino torero alicantino, cuyo nombre de guerra es Jos¨¦ Mari Manzanares, parec¨ªa ayer hueco de ideas, vac¨ªo de afici¨®n, fuera del toreo. Mal asunto.
Dicen v¨ªdeos, puestos en movimiento retardado, que Ni?o de la Capea, en cambio, s¨ª tore¨® en redondo y al natural. Puede ser, pero a vista de tendido era imposible adivinarlo. El Ni?o de la Capea, pose¨ªdo de un frenes¨ª uniformemente acelerado, levantaba vendavales de trapo, polvo y babas bovinas, y con tanta rapidez produc¨ªa los pases que, cuando iba por el quinto o el sexto, no hab¨ªamos conseguido asimilar el primero. Montaba la espada y nuestras entendederas a¨²n estaban intentando comprender la raz¨®n de la sinraz¨®n de tanta prisa y tanto pataleo por el redondel pues, al fin y al cabo, sus toros, ¨¢speros o no, eran tan lentos, tan sosos, tan vulgares y tan flojos como los dem¨¢s.
?De manera que estas son las figuras?. Pues al gato con ellas, y qu¨¦dense, para disfrute de la afici¨®n, toreros como los Espl¨¢, los Ojeda y los D¨¢maso del mi¨¦rcoles, con toros verdaderos como los Cuadri. Esa es la fiesta que queremos. De los de ayer ¨²nicamente salvar¨ªamos a Anto?ete, desde luego cogido por los pelos (canos) pues su veteran¨ªa tuvo la merced de obsequiarnos con un hermoso pase de la firma y con un hondo ayudado por bajo arqueando la pierna. Y ya es sabido que cuando el maestro del mech¨®n arquea la pierna, la tauromaquia se agiganta y los aficionados ortodoxos se estremecen. Es un dato de importancia capital, porque los aficionados ortodoxos de piernas arqueadas saben lo suyo, y la de Anto?ete la tienen puesta en un pedestal.
Escola de Taurom¨¤qu¨ªa de Valencia
Bajo el patrocinio de la Diputaci¨®n Provincial se ha creado la Escola de Tauromaquia de Valencia. El acto de constituci¨®n de la misma se hizo coincidir con el comienzo de la feria de fallas, y ya ha iniciado sus actividades. Esta tarde, en X¨¢tiva, ha organizado una novillada, que patrocinan, conjuntamente, la Diputaci¨®n valenciana y el Ayuntamiento local, en la cual participar¨¢n los m¨¢s destacados alumnos de la Escola, Marcial Fern¨¢ndez y Rafael¨ªn Valencia, y de la Escuela de Tauromaquia de Madrid, El Fundi y Jos¨¦ Luis Bote.
Este festejo se enmarca en el certamen de escuelas taurinas que han convocado las de Madrid, Albacete, C¨®rdoba y Valencia, el cual se desarrollar¨¢ a lo largo de becerradas y novilladas con picadores o sin ellos, con participaci¨®n de los alumnos menores de 18 a?os. Los fines fundamentales de la Escola de Tauromaquia son velar por la permanencia y pureza de los mejores valores de la fiesta, e impartir ense?anzas te¨®ricas y pr¨¢cticas del toreo, a las que se a?adir¨¢n otras culturales.
Babelia
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