Una joven barcelonesa de 26 a?os ha sido operada trece veces en dos a?os por una afecci¨®n sin importancia
El vientre de Mar¨ªa Pilar L¨®pez est¨¢ cruzado de cicatrices y costurones. En los ¨²ltimos dos a?os ha sufrido m¨¢s de trece operaciones por una afecci¨®n sin importancia llamada di¨¢strasis de recto. Un aut¨¦ntico r¨¦cord quir¨²rgico que se alcanz¨® en el Hospital de la Cruz Roja de L'Hospitalet bajo la direcci¨®n del jefe del equipo m¨¦dico, doctor Ram¨®n Barrios.
A consecuencia de esta serie de intervenciones se encuentra en la actualidad postrada en la cama, inutilizada para la vida normal y sin esperanzas de recuperaci¨®n. Ayer, Mar¨ªa Pilar acudi¨® a la Generalitat en busca de ayuda econ¨®mica y a pedir justicia para su caso que pone en evidencia una deficiente actuaci¨®n de los m¨¦dicos que la han atendido. El representante de la Conseller¨ªa de Sanidad que atendi¨® su solicitud, despu¨¦s de cumplimentar numerosos escritos, le asegur¨® que en un plazo de diez d¨ªas tendr¨ªa respuesta para su caso, aunque se?al¨® que las ayudas econ¨®micas han sido suprimidas y que conseguir una indemnizaci¨®n amistosa del m¨¦dico responsable ser¨ªa m¨¢s eficaz que emprender un proceso por da?os y prejuicios contra ¨¦l.
"Una carnicer¨ªa"
Mar¨ªa Pilar L¨®pez es una joven de 26 a?os, casada y abandonada por el marido, con una ni?a de seis a?os y una madre viuda cuya pensi¨®n de 23.000 pesetas mensuales representa el ¨²nico ingreso para la familia formada por las tres mujeres. Viven en L'Hospitalet en un bajo de la plaza Guernica, antes llamada del Caudillo, una de esas oscuras y s¨®rdidas viviendas de posguerra, levantadas durante el franquismo. El apoyo moral y econ¨®mico de algunas buenas vecinas es lo ¨²nico que les permite sobrellevar la situaci¨®n l¨ªmite en la que se encuentran, desde que las repetidas operaciones de Mar¨ªa Pilar dejaron a ¨¦sta incapaz para el trabajo, produciendo una fuente inagotable de gastos suplementarios."Si se tratara de una enfermedad, la aceptar¨ªamos con resignaci¨®n", afirma la madre de Mar¨ªa Pilar con l¨¢grimas en los ojos. "Pero lo que han hecho con mi hija es una verdadera carnicer¨ªa. Es una mujer joven en la plenitud de la vida y la han dejado in¨²til. No puede siquiera estar sentada porque le han extraido un m¨²sculo. Le han sacado tambi¨¦n el ombligo y, desde luego, ya no podr¨¢ tener, m¨¢s hijos. En la ¨²ltima consulta de m¨¦dicos han dicho que no tiene remedio y que m¨¢s vale dejarlo como est¨¢".
En abril de 1981, Mar¨ªa Pilar L¨®pez fue operada por primera vez en el Hospital de La Cruz Roja, de Hospitalet, de lo que se llama una di¨¢strasis de recto, una afecci¨®n sin mas importancia que una simple apendicitis. A los pocos d¨ªas de haber sido dada de alta, ya en su casa, la herida se abri¨®, empez¨® a sangrar y tuvo que ser ingresada de nuevo en el hospital. All¨ª fue intervenida sin resultado hasta trece veces consecutivas.
"La herida no llegaba a cicatrizar y adem¨¢s me sal¨ªan abcesos", explica la propia Mar¨ªa Pilar. "Tras las doce primeras operaciones, en el mes de octubre me detectaron una reacci¨®n a cuerpo extra?o y poco despu¨¦s expuls¨¦ lo que los m¨¦dicos llaman un acero, un fragmento del bistur¨ª. Fue entonces cuando exig¨ª al doctor Barrios que me llevara a otro sitio para ver si hab¨ªa algo que hacer. Me di¨® una carta de presentaci¨®n para un m¨¦dico de la residencia Pr¨ªncipes de Espa?¨¢ que hab¨ªa sido profesor suyo. Cuando ¨¦ste me examin¨®, demostr¨® su asombro por la calamidad que hab¨ªan hecho conmigo y dijo que no quer¨ªa saber nada de su antiguo alumno".
En el mes de febrero de este a?o, Mar¨ªa Pilar L¨®pez ingres¨® en la Quinta de Salud la Alianza y all¨ª el doctor Gilberti logr¨® cicatrizar su herida, mediante un injerto de placenta. Sin embargo, a principios de marzo,se reprodujeron los abcesos y Mar¨ªa Pilar tuvo que ser trasladada urgentemente al hospital. Las facturas de la ambulancia y de los servicios de urgencia son algunos de los gastos extraordinarios que la familia se ve incapaz de afrontar.
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