Quinientos kil¨®metros andando y orando con la guerrilla mozambique?a
Unas treinta monjas, much¨ªsimos familiares venidos de toda Espa?a, cargados de ni?os, dos o tres sacerdotes acompa?ando a una peque?a representaci¨®n de j¨®venes cristianos y una decena de periodistas esperaban en la ma?ana de ayer la llegada al aeropuerto de El Prat, en Barcelona, de Mercedes Flo y de sus dos compa?eras, Mar¨ªa Abella y Milagros Ormaechea, religiosas mercedarias que fueron liberadas el pasado mi¨¦rcoles por los guerrilleros mozambique?os del MNR (Movimiento Nacional de Resistencia), despu¨¦s de haber permanecido secuestradas durante un mes. Mercedes Flo llevaba doce a?os como misionera en Mozambique cuando fue secuestrada por la guerrilla. Ahora es posible que ya no pueda volver all¨ª nunca m¨¢s.
Las monjas que esperaban en el vest¨ªbulo del aeropuerto correteaban nerviosas desde un par de horas antes de la llegada. "No saben la alegr¨ªa que tenemos. No se entiende como nos puede caber en este cuerpo", afirmaba una religiosa de acento suramericano.En el momento de la llegada, los presentes se pusieron a aplaudir. Las tres monjas se rieron, lloraron y se abrazaron a todo el que se puso por delante. Mercedes Flo, nacida en la Diagonal, desde 1946 monja mercedaria y doce a?os en Charre (Mozambique) como maestra y enfermera de leprosos, es la que bromea m¨¢s con los que la han venido a recibir. "Nos trataron con respeto y con simpat¨ªa, en ning¨²n momento pasamos miedo", se?ala la Madre Mercedes, que es como la llamaban en Mozambique, "aunque eso s¨ª, tuvimos que caminar much¨ªsimo, unos quinientos kil¨®metros. Nuestra vida con los guerrilleros fue muy mon¨®tona, pr¨¢cticamente no hablamos con ellos. Sencillamente, and¨¢bamos, descans¨¢bamos, com¨ªamos y dorm¨ªamos y, sobre todo, rez¨¢bamos durante horas y horas".
"Ellos tambi¨¦n rezaban con nosotras", dice Milagros Ormaechea, nacida en un caser¨ªo de Orendiain, cerca de Tolosa (Guipuzcoa), "porque cuando ve¨ªan que nos pon¨ªamos a orar en castellano, se acercaban y nos miraban, y eso tambi¨¦n es rezar". La tercera monja secuestrada, Mar¨ªa Abella, nacida en Estercuel (Teruel), se fue a Mozambique hace 23 a?os, los mismos que la Madre Milagros. "El d¨ªa 11 se presentaron unos africanos", narra Mar¨ªa Abella, "en el poblado a las diez de la noche y nos dijeron que hicieramos las maletas, que nos ven¨ªan a liberar. A partir de entonces nos escoltaron unos 1.500 guerrilleros, todos armados, hasta que el Martes por la noche, despu¨¦s de caminar durante siete horas, nos dejaron en la frontera de Malaui, donde se hicieron cargo de nosotras unos polic¨ªas. Despu¨¦s todo fue muy r¨¢pido, el recibimiento del vicec¨®nsul espa?ol, el avi¨®n hasta Nairobi y luego otra vez hasta Madrid".
Mercedes Flo siempre quiso ser misionera, "desde que era muy peque?ita. Cuando me hice mercedaria, en 1946, solicit¨¦ desde el primer d¨ªa el irme a Africa, pero Dios no quiso que as¨ª fuera. Hice apostolado en nuestra escuela de la calle Provenza de Barcelona y tambi¨¦n en un barrio de L'Hospitalet. Cuando ten¨ªa 47 a?os yo ya no esperaba poder marchar pero tuve suerte y me dejaron ir. Yo estaba segura de que los africanos ten¨ªan un coraz¨®n muy grande. Ahora siento haberme tenido que ir, pero estoy segura que esto es lo que quiere Dios. No se lo que har¨¢ de mi el Se?or, pero sea lo que sea estar¨¦ de acuerdo. Dios dir¨¢...".
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