"El compromiso en el sistema monetario europeo representa un sacrificio para la Rep¨²blica Federal de Alemania", declara Kohl
La crisis pol¨ªtica en Par¨ªs y Bonn, fij¨® la suerte, el fracaso, de la cumbre europea de Bruselas, la primera de este a?o que presid¨ªa Alemania. Elecciones generales en un pa¨ªs, municipales en otro y las tensiones monetarias en el transfondo de la formaci¨®n de nuevos Gobiernos u orientaciones econ¨®micas paralizaron a los jefes de Estado y de Gobierno de la CEE. "El compromiso en el SME representa un sacrificio para la RFA", declar¨® Helmut Kohl al abrir su conferencia de prensa, para referirse luego a la solidaridad europea y al hecho de que "hemos hecho nacer una filosof¨ªa europea com¨²n", tras mencionar el desayuno. oTras la salvaci¨®n in extremis del Sistema Monetario Europe (SME) y las declaraciones que har¨¢ hoy a sus conciudadanos, el presidente franc¨¦s Fran?ois Mitterrand no quiso pronunciarse al t¨¦rmino de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno. Mitterrand y el canciller alem¨¢n Helmut Kohl desayunaron a solas en la Embajada francesa en Bruselas, para tratar los problemas generales, especialmente los econ¨®micos, entre sus respectivos pa¨ªses.
A nivel de Consejo Europeo, la cuesti¨®n del SME no fue discutida "para no abrir de nuevo un debate", seg¨²n el presidente de la Comisi¨®n Europea, Gaston Thorn. S¨ª fue, sin embargo, abordada en las discusiones bilaterales en privado, y ayer Kohl desvel¨® que su ministro de Finanzas, Gerhard Stoltenberg, hab¨ªa acudido en secreto al El¨ªseo unos d¨ªas antes de que se desencadenara formalmente la crisis monetaria europea.
Hay que esperar ahora las contrapartidas en t¨¦rminos de rigor en la pol¨ªtica econ¨®mica que la RFA pidi¨® a Francia al aceptar una revaluaci¨®n del marco alem¨¢n de 5,5% frente a una devaluaci¨®n del franco franc¨¦s de 2,57. En estas declaraciones, Kohl no mencion¨® la convergencia econ¨®mica que busca, pero s¨ª habl¨® del optimismo. Fue Thorn el que se refiri¨® a la convergencia para se?alar que con la situaci¨®n actual "no me siento apaciguado". La cumbre retras¨® todas las grandes decisiones internas de la CEE para el Consejo Europeo de Stuttgart en junio. En Bruselas se abord¨® el tema del desempleo, de los j¨®venes, de los recursos propios de la CEE, del mercado interior, reconocimiento de los t¨ªtulos y de la lluvia ¨¢cida. Sin conclusiones. A pesar de que Francia hubiese acudido a esta reuni¨®n con pretensiones globales, fueron pocas horas para tal globalidad.
Mitterrand propuso la convocatoria de una reuni¨®n ministerial de la CEE para concertar una acci¨®n comunitaria en la cumbre industrial de Williamsburg en mayo. La Comisi¨®n Europea se encargar¨¢ de preparar este enfoque unido. Los diez se pronunciaron a favor de mantener y reforzar el comercio mundial con el Tercer Mundo, incluido "como parte integral de una pol¨ªtica destinada a traer un mejor clima a las posibilidades comerciales sin una nueva inflaci¨®n".
El ¨²nico elemento ligeramente novedoso planteado en Bruselas es la declaraci¨®n de que el problema de las relaciones comerciales CEE-EE UU se resuelva en un di¨¢logo basado "en la base del respeto mutuo de los acuerdos concluidos tras el Tokio round" de 1979. Es decir, la CEE exige que no se ponga en tela de juicio su pol¨ªtica agr¨ªcola comunitaria, especialmente en el cap¨ªtulo de las exportaciones y sus subvenciones, acogi¨¦ndose al r¨¦gimen bilateral establecido en el GATT (acuerdo general sobre comercio y aranceles).
Thorn puede muy bien haber se?alado que "el calendario pol¨ªtico no era favorable" a esta cumbre de la CEE, dados los problemas monetarios, pero el fracaso se hab¨ªa previsto ya. Es la cr¨®nica de una muerte anunciada. Entre el anuncio y la muerte, sin embargo, ha llegado la bajada formal de los precios del petr¨®leo, para que el Consejo Europeo "constituya una contribuci¨®n positiva a la recuperaci¨®n econ¨®mica mundial, siempre que este desarrollo y sus consecuencias sean controlados".
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