La profundizaci¨®n de las relaciones comerciales con Argelia, principal objetivo de la visita de la delegaci¨®n espa?ola
Voluntad pol¨ªtica del Gobierno espa?ol por globalizar las relaciones con Argelia, apoyo a todo lo que conduzca a una descrispaci¨®n de los problemas que enfrentan a los pa¨ªses del Magreb y deseo de ver a "los protagonistas del conflicto del Sahara occidental resolver ¨¦ste por la v¨ªa pac¨ªfica", han sido las l¨ªneas de fondo de la primera declaraci¨®n en Argel del vicepresidente del Gobierno espa?ol, Alfonso Guerra. L¨®gicamente, para el vicepresidente del Gobierno, el nivel pol¨ªtico de colaboraci¨®n bilateral se va a traducir en un incremento de las relaciones econ¨®micas y el intercambio comercial. "?ste es el sentido de nuestra visita a Argel, atendiendo una invitaci¨®n que nos fue cursada por el primer ministro de este pa¨ªs", se?al¨®.
Curiosamente, en una delegaci¨®n que componen 31 personas, no figura el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores. La delegaci¨®n fue recibida en el aeropuerto de la capital argelina por el miembro del Comit¨¦ Ejecutivo del Frente de Liberaci¨®n Nacional argelino y ministro de Finanzas, Bualem Benhamuda. Las conversaciones pol¨ªticas hispano-argelinas comenzaron anoche en el palacio del Gobierno, bajo la presidencia del primer ministro argelino, Mohamed Abdelghani, y el jefe de la delegaci¨®n espa?ola, en la que se incluyen los ministros de Industria y Energ¨ªa, Carlos Solchaga, y el de Obras P¨²blicas, Juli¨¢n Campo. El avi¨®n de la Fuerza A¨¦rea espa?ola en que viajaba la delegaci¨®n presidida por Alfonso Guerra lleg¨® ayer tarde a Argel.Respondiendo a preguntas de los informadores, Guerra, tras poner de relieve que las relaciones hispano-argelinas son "muy buenas", subray¨® que el cambio que se ha producido en Espa?a al acceder al poder un Gobierno socialista "facilita un nuevo entendimiento de la estrategia pol¨ªtica a desarrollar en esta zona y, en particular, en Argelia".
"Argelia forma parte del Magreb tradicionalmente, y lo que es lamentable radica en que para Gobiernos anteriores esta zona era como la espalda de Espa?a, a la que no se volv¨ªan los ojos con la atenci¨®n necesaria. Nosotros entendemos que ¨¦sta es una zona que debe ser considerada de cooperaci¨®n prioritaria y, por tanto, vamos a aproximar nuestra voluntad pol¨ªtica, econ¨®mica, comercial y cultural".
Simpat¨ªa pol¨ªtica
Interrogado sobre esa voluntad pol¨ªtica del Gobierno espa?ol, Guerra agreg¨®: "No cabe duda de que nuestra simpat¨ªa por el fen¨®meno pol¨ªtico argelino tiene una connotaci¨®n m¨¢s intensa que respecto a otros pa¨ªses de la zona, pero entendemos que debemos prestar una atenci¨®n global a la zona, porque ¨¦sta tiene una importancia estrat¨¦gica extraordinaria y hay que lograr la distensi¨®n y el di¨¢logo. Todo lo que vaya en este camino ser¨¢ apoyado por nosotros...".
A prop¨®sito de la Conferencia del Mediterr¨¢neo Occidental sugerida por Par¨ªs, el vicepresidente del Gobierno espa?ol contest¨® evasivamente diciendo que "para nosotros ser¨ªa muy interesante la posibilidad de ver a todos los pa¨ªses del margen norte y del margen sur del Mediterr¨¢neo hallar una soluci¨®n en favor de la seguridad de ¨¦ste, para convertirlo en un mar de paz, aunque no hay que olvidar que en el Mediterr¨¢neo se encuentran las fuerzas en litigio que condicionan el enfrentamiento entre el Este y el mundo occidental...".
Con relaci¨®n al conflicto del Sahara occidental y la posibilidad de sostener un encuentro con los representantes del Frente Polisario, Guerra manifest¨® que su visita responde a una invitaci¨®n del primer ministro argelino, "y, naturalmente, no tengo previstas m¨¢s reuniones que las que el Gobierno argelino ha considerado interesantes y nosotros hemos considerado convenientes...".
Interrogado sobre la posici¨®n del Gobierno espa?ol a prop¨®sito de ese problema, Guerra subray¨®: "Somos claramente partidarios de la soluci¨®n del problema saharaui sobre la base del derecho del pueblo saharaui a su autodeterminaci¨®n. Esto significa que ese pueblo tiene el derecho a elegir sus formas de organizaci¨®n interna. ?ste es un litigio en la zona del Magreb, y son, naturalmente, los protagonistas de ese litigio los que tienen que hablar entre ellos. Cualquier iniciativa que conduzca a que esos protagonistas puedan acercarse a hablar primero, y entenderse luego, para resolver por la v¨ªa pac¨ªfica el problema, ser¨¢ aprobada por el Gobierno socialista espa?ol". El programa de actividades de la delegaci¨®n espa?ola presidida por el vicepresidente del Gobierno incluye hoy, mi¨¦rcoles, una ofrenda floral en el monumento a los m¨¢rtires de la revoluci¨®n argelina y el comienzo de las reuniones entre los diversos grupos de trabajo: Energ¨ªa, Obras P¨²blicas, Cultura y Comercio. Una reuni¨®n plenaria recapitulativa debe ser celebrada el jueves, tras la cual est¨¢ previsto firmar un comunicado conjunto. La delegaci¨®n saldr¨¢ de regreso a Madrid el pr¨®ximo viernes por la ma?ana, despu¨¦s de una conferencia de Prensa de Alfonso Guerra en el aeropuerto de la capital argelina.
Argelia ha conferido a la visita del vicepresidente espa?ol un inter¨¦s particular, en la medida en que se trata de impulsar la cooperaci¨®n pol¨ªtica y la concretizaci¨®n de acuerdos de car¨¢cter econ¨®micos, teniendo en cuenta la complementariedad de sus econom¨ªas respectivas.
En el delicado problema del Sahara occidental, la parte argelina ha preferido mantenerse en una actitud de espera para no vaciar de sustancia el car¨¢cter bilateral de la visita, pero no hay duda de que el tema ser¨¢ abordado en las conversaciones pol¨ªticas y figurar¨¢ en el comunicado conjunto, con la perspectiva de un encuentro con representantes del Frente Saharaui. Desde el instante en que pis¨® suelo argelino, Guerra ha formulado el apoyo de Espa?a a una negociaci¨®n directa entre Marruecos y el Frente Polisario, que, no por estar menos favorecida por la pr¨®xima normalizaci¨®n entre Argelia y Marruecos, deja de constituir una posici¨®n en punta, con respecto a la actitud mantenida por la precedente visita de alto nivel de dignatarios espa?oles, la de Adolfo Su¨¢rez, en 1979.
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