La Semana Santa
Me parece que el se?or Calvi?o ha vuelto a equivocarse, o sea. Ha quitado algunas de las retransmisiones religioso/mexicanas (casi siempre era la Pasi¨®n de Cristo en mexicano) mediante el consenso de una mayor¨ªa pertinente, por aliviar un poco la TVE. Pero a ver ahora qu¨¦ ponen.En otra circunstancia, podr¨ªan haber convertido en diario el programa 300 millones, ech¨¢ndonos unas horas de guajiras y cosas cada d¨ªa de Semana Santa, pero tambi¨¦n 300 millones, por lo que tengo o¨ªdo mayormente, lo van a quitar. Los telerrojos de la caja se han cre¨ªdo que la tele echaba tantos rosarios, en Semana Santa, porque era lo edificante, pero se echaban rosarios, pel¨ªculas de romanos, procesiones y ap¨®stoles que hablaban como Cantinflas porque era la manera de tomarse unas vacaciones, oyes, o sea material de archivo, tejido muerto, celuloide rancio de las m¨¢s rancias devociones. El personal quer¨ªa irse a Benidorm a ligar un poco de bronce, como todo el mundo. Tambi¨¦n ten¨ªa derecho. La izquierda es que est¨¢ como obsesionada, no te digo lo que hay, con la cosa religiosa, y entonces van y lo quitan, porque entienden la cosa religiosa en plan opio del pueblo, pero el opio del pueblo era Benidorm, y ahora, sin romanos, Cailtinflas ni programas en lat¨ªn, gran exclusiva en directo desde Roma, los currantes tendr¨¢n que estar al curro y dar una programaci¨®n normal, como siempre, aversimentiendes, con la actualidad y el tema, que dir¨ªa Roca, que es que Roca va para acad¨¦mico, lo cual que Garc¨ªa Nieto me manda una entra?able carta de las de cuando entonces. Los mass/media en general, un suponer, est¨¢n dando anuncios que dicen "prep¨¢rese para. la Semana Santa", y presentan se?orita en bikini, trabaj¨¢ndose la celulitis para la cosa de ?biza, porque la publicidad es sagrada, claro, tan sagrada como algunas semanas, pero luego los mass/media se encampanan mucho si Calvi?o quita un rosario, como te digo una cosa te digo otra.
Hay quienes invitan/incitan a la vacaci¨®n profana, que donde no hay publicidad no resplandece la verdad, contra lo que cre¨ªa Alvaro de Laiglesia, y luego se cabrean si Calvi?o se salta un orapronobis en toda la semana. La otra noche estuve en la catacumba del Gij¨®n, fallando el premio de novela, con Ram¨®n G¨®mez Redondo y otros. Se nos pas¨®, hombre, a Ram¨®n y a m¨ª, el haber comentado, ya digo, esto un poco, que es que los mass/ media son como demasiado, y la gente se cree que Encarna S¨¢nchez es la justicia social como se cree que el listillo del repecho es el lirismo, en un pa¨ªs donde siguen vivos los grandes l¨ªricos: Aleixandre, D¨¢maso, Rosales, Gerardo, Guill¨¦n, Alberti, Jos¨¦ Hierro, Gimferrer y as¨ª. La galaxia McLuhan ha embrutecido mucho al personal. Pero yo no puedo perdonarle a Calvi?o que me deje sin aquellas pel¨ªculas de gladiadores, sin aquella Pasi¨®n seg¨²n Cecil B. de Mille, sin aquel cantinflismo piadoso y tercermundista. Ya es que no respetan nada. Ni a Cantinflas. Todo cristo anda mont¨¢ndoselo para Semana Santa, menos Cristo, naturalmente, de modo y manera que la caja, al ritmo de los espa?oles, se alivia de algunos trisagios y celebraciones. Yo no iba a ver otra vez La ca¨ªda del imperio romano, de Samuel Bronston, que trat¨¦ mucho a aquel se?or en los felices sesenta, cuando, como estafador internacional, disfrutaba la confianza de nuestro ministro de Informaci¨®n, se?or Fraga, y el se?or Bronston le fue tan infiel a Cristo como Judas y como al Cid, cuando la peli con Sof¨ªa Loren, que fui yo a entrevistarla a Sevilla Films, hoy h¨ªper/Jumbo, y subi¨® m¨¢s el taxi que la colaboraci¨®n.
No puede uno perdonarle al se?or Calvi?o, o sea, que juegue con las represiones de infancia de uno, los traumas, el terror procesional de radios, m¨²sicas, latigantes, penitentes y otros tercermundistas. Somos nuestras represiones,como m¨¢s o menos hubiera dicho Lacan. ?Por qu¨¦ estos infrarrojos quieren reprimir nuestras represiones?
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