Mitterrand defiende la pol¨ªtica realizada en Francia desde la victoria socialista
El presidente de la Rep¨²blica francesa, Fran?ois Mitterrand, invit¨® anoche a los ciudadanos, en una alocuci¨®n hist¨®rica y solemne, a "movilizarse al servicio de Francia". Sin dramatizar, el presidente fij¨® varios objetivos econ¨®micos y sociales y afirm¨® que la pol¨ªtica del socialismo a la francresa, iniciada con su victoria presidencial en mayo de 1981, es una buena pol¨ªtica. Empez¨® asegurando que no pretende aislar a Francia de la Comunidad Europea, ni de la Alianza Atl¨¢ntica, "que es parte de nuestra seguridad".Algunos observadores se preguntan si el presidente di¨® la medida respecto a la grave situaci¨®n econ¨®mica y a la expectaci¨®n que su intervenci¨®n hab¨ªa despertado. La televisi¨®n y la radio se dieron cita anoche con el presidente para retransmitir el mensaje que, tras la advertencia electoral, consecuencia de la derrota del Gobierno socialista en las municipales, seguida de la devaluaci¨®n del franco y de la clarificaci¨®n de la cr¨ªtica situaci¨®n econ¨®mica y financiera del pa¨ªs, se hab¨ªa valorado de antemano como la plataforma desde la que Francia debiera iniciar la recuperaci¨®n.
La prensa del d¨ªa se hab¨ªa referido al discurso del presidente, en t¨¦rminos tales como: "Las generaciones futuras anotar¨¢n, sin duda, la cita de esta noche, entre los hechos excepcionales que marcan el desarrollo de la historia de un pueblo, de una naci¨®n, de un estado". O tambi¨¦n: "Mitterrand, esta noche, ser¨¢ como el general De Gaulle hablando por primera vez de la autodeterminaci¨®n de Argelia, o como cerr¨¢ndo la puerta de Europa a una Inglaterra desnuda, o anunciando la elecci¨®n del presidente de la Rep¨²blica por sufragio universal".
Mitterrand decepcion¨® quiz¨¢ a quienes esperaban un temblor de tierra. Mucho m¨¢s simplemente, para el presidente, la pol¨ªtica que ¨¦l inici¨® en 1981 es la buena. A su entender las vicisitudes que ha sufrido se deben, en gran medida, a los condicionamientos internacionales.
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Fran?ois Mitterrand pide el esfuerzo de todos los franceses para combatir la crisis econ¨®mica que atraviesa el pa¨ªs
Viene de la primera p¨¢gina
Mitterrand entr¨® r¨¢pidamente y de lleno en la actualidad, es decir, en la crisis econ¨®mica y financiera del pa¨ªs. Se?al¨® los tres frentes que deben absorber el esfuerzo de todos: la disminuci¨®n de la tasa de desempleo, de la inflaci¨®n y del d¨¦ficit del comercio exterior, que asciende a 93.000 millones de francos. Subray¨® los seis objetivos que se fijar¨¢ el tercer Gobierno dirigido por Pierre Mauroy, formado anteanoche y bautizado como un gabinete de combate.
Esos seis ejes, que ser¨¢n detalla dos en la pol¨ªtica econ¨®mica que se definir¨¢ en las pr¨®ximas horas, son los siguientes: Formaci¨®n de los j¨®venes, reducci¨®n de la inflaci¨®n (el 10% actualmente) al nivel de los dem¨¢s pa¨ªses industrializados, restablecimiento del equilibrio del comercio exterior en dos a?os, apoyo a las empresas innovadoras y que exporten, equilibrio de la Seguridad Social y del presupuesto del Estado (30.000 y 110.000 millones de francos respectivamente), y desarrollo de ahorro.
Comprar productos nacionales
Todo esto, seg¨²n Mitterrand, no representar¨¢ "una nueva austeridad", sino "la continuaci¨®n de la anterior adecuada a las circunstancias presentes". Mitterrand reconoci¨® la fatalidad de las tres devaluaciones del franco que sus gobiernos han efectuado en veintid¨®s meses de gesti¨®n, y subray¨® que la devaluaci¨®n "es la ley cuando no se es competitivo". No habl¨® expresamente de proteccionismo pero invit¨® a los ciudadanos a "comprar productos franceses si la calidad es igual a la de los extranjeros".
Para el presidente galo, el gran proyecto del futuro de Francia debe ser su juventud. Y, por lo que le concierne, como magistrado su premo, se declar¨® obsesionad por una idea fija: que Francia sea tan grande como otro pa¨ªs cual quiera del mundo. "Hay que rechazar el declive de la patria que se inscribe en el declive de la familia", afirm¨® el presidente.
En resumen, ni tintes dram¨¢ticos ni de color rosa tampoco. Un comentarista apunt¨®: "Delors, en Bruselas le hizo pagar a los alemanes. Habr¨¢ que esperar un poco para saber si, a su vez, Mitterrand ha convencido a los franceses de que, ahora, son ellos los que tienen que pagar".
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