Marita Villalonga, una mujer en el mundo bancario
Mar¨ªa de los Desamparados Villalonga es la ¨²nica mujer que ha logrado un puesto de importancia en el mundo de la banca. Desde el a?o 1981 es consejera del Banco Central, del que su padre, Ignacio Villalonga, fue durante 33 a?os presidente. Viuda de Antonio Blasco, conocido empresario, y perteneciente a una familia de ocho hermanos, se ha hecho cargo en menos de cinco a?os del control de varias empresas, que van desde negocios de inmobiliarias hasta la direcci¨®n de una red de boutiques. Se confiesa feminista, aunque opina que los hombres "quiz¨¢ son m¨¢s inteligentes".
Marita Villalonga naci¨® un 6 de julio hace algo m¨¢s de cincuenta a?os, en Valencia. En aquella ciudad pas¨® su infancia. Enseguida se traslado a Madrid con su familia, cuando a su padre le llamaron para ocupar un puesto de responsabilidad en el Banco Central. Desde peque?a, Marita Villalonga vio desfilar por su casa hombres importantes de la banca y las finanzas como los Fierro, el ministro Carceller o los Figueras Dotti: Siempre sinti¨® gran inclinaci¨®n por este mundo aunque no pudo llegar a ¨¦l hasta que muri¨® su marido."Cuando termin¨¦ el bachiller en el Sagrado Coraz¨®n le dije a mi padre que quer¨ªa estudiar Derecho o Arquitectura, pero no me lo permiti¨®. Mi padre ten¨ªa un car¨¢cter bastante liberal, ¨¦ramos seis chicas y dos chicos y a todos nos trataba igual, pero a la hora de continuar nuestros estudios, a nosotras, no nos dejaba porque no quer¨ªa que nos mezcl¨¢ramos con los chicos. En aquellos a?os no era normal que una jovencita fuera a una facultad". Marita Villalonga no tuvo m¨¢s remedio que seguir los pasos de otras muchas mujeres. Se cas¨® muy joven con Antonio Blasco, que por entonces empezaba a despuntar en el mundo de los negocios, y se convirti¨® en la madre de cuatro hijos.
"Al crecer mis hijos fui a ver a mi padre y le convenc¨ª para que me dejara trabajar en el banco. Cuando estaba ya todo casi arreglado se ech¨® atr¨¢s. Yo, por entonces, estaba convencida a hacer algo y mont¨¦ una boutique. Mi padre no tuvo m¨¢s remedio que ceder y acudi¨® a la inauguraci¨®n de la tienda en se?al de apoyo". Este peque?o negocio que con el tiempo se ha convertido en una red de comercios muy importante le permiti¨® a Marita Villalonga introducirse en el mundo empresarial. "Me dio una gran experiencia que me ha servido m¨¢s tarde para otras actividades".
Pero hasta cinco a?os, al fallecer su marido, no entr¨® de lleno en el mundo empresarial. "Antonio sab¨ªa que yo era capaz de seguir la labor que ¨¦l inici¨®. Ahora me ocupo de dirigir Iberpistas, varias empresas inmobiliarias y la Venta de la Rubia, en la que crio caballos de carreras para mi cuadra, la Rosales". Hace dos a?os, el presidente del Banco Central, Alfonso Esc¨¢mez, la llam¨® a su despacho para ofrecerla ocupar un puesto de consejera. "Acept¨¦ encantada, era el sue?o de mi vida. Al principio me sent¨ª un poco cohibida, pero todos me admitieron muy bien. Ahora me encuentro muy c¨®moda, es un trabajo que me gusta".
Marita Villalonga se declara feminista. "Una mujer tiene las mismas posibilidades que un hombre. Ellos quiz¨¢ son un poco m¨¢s inteligentes, pero nosotras tenemos m¨¢s intuici¨®n y humanidad. Creo que todas las empresas deber¨ªan de tener una mujer en un puesto de responsabilidad". La actividad de Marita Villalonga a lo largo del d¨ªa es intensa, tanto, que confiesa. "A veces me canso de contar a mi familia y a mis amigos lo que he hecho a lo largo de una jornada. A mis hijos les hubiera gustado que les dedicara m¨¢s tiempo, pero creo que me entienden y me apoyan". Jos¨¦ Antonio Blasco, el mayor de los v¨¢stagos de la consejera del Central, ya se ha introducido en el mundo de la banca, es consejero del Banco de Fomento.
"A mi, como a todos, me preocupa las crisis econ¨®mica que atraviesa el pa¨ªs. Creo que hemos tocado fondo, por ello pido al presidente del Gobierno que de confianza a los empresarios, que es en definitiva lo que puede salvarnos".
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