Nueva pol¨ªtica urbana en Collado Villalba
Villalba, uno de los municipios de la sierra madrile?a, ha sufrido en los ¨²ltimos a?os un desarrollo peculiar que ha cambiado no s¨®lo su apariencia, con sus dos cascos urbanos sino tambi¨¦n su econom¨ªa y su composici¨®n social. El autor de estas l¨ªneas considera que todos estos cambios merecen tambi¨¦n una nueva pol¨ªtica urbana.
Dentro de los municipios de la sierra rica de Madrid, Villalba ha protagonizado en los ¨²ltimos a?os un crecimiento urbano y demogr¨¢fico que dif¨ªcilmente se hubiera podido imaginar a principios de los a?os sesenta. En aquella fecha, Villalba era un peque?o municipio rural de 5.400 habitantes con una econom¨ªa basada fundamentalmente en la ganader¨ªa (la dehesa Boyal de Villalba sigue siendo un espacio pastable natural de caracter¨ªsticas ¨²nicas en la provincia) y en el servicio a los madrile?os que ocupaban los 450 chal¨¦s de las colonias de veraneo que comenzaron a implantarse en toda la sierra desde principios de siglo. Como otros muchos municipios de la sierra, Villalba tiene dos n¨²cleos urbanos diferenciados: Collado-Villalba, el pueblo serrano de ladera, originario y tradicional, y Villalba-Estaci¨®n, el pueblo nuevo surgido alrededor de la estaci¨®n del ferrocarril, a ambas m¨¢rgenes del r¨ªo Guadarrama, en la zona m¨¢s llana y h¨²meda del municipio. Sobre esta estructura territorial inicial, en el centro de uno de los paisajes m¨¢s bellos de la provincia madrile?a, pero tambi¨¦n en el centro de una de las comarcas en las que la gran propiedad territorial de origen aristocr¨¢tico directamente ligada a las clases dominantes de Madrid-capital ha tenido y tiene un mayor peso, se ha producido, de 1962 a 1982, un aluvi¨®n inmobiliario que se puede cifrar en unas 12.000 viviendas: una media de seiscientas nuevas viviendas por a?o.
Fiebre de segunda residencia
La posici¨®n estrat¨¦gica en la red de transporte, comunicaciones y distribuci¨®n de mercanc¨ªas, tanto a nivel comarcal como provincial; el haber sido desde 1962 el ¨²nico centro industrial de alguna importancia de la sierra, y la terminaci¨®n de la autopista Madrid-Villalba en 1968, son las razones que mejor explican el hecho de que Villalba haya absorbido la parte del le¨®n del desbordamiento demogr¨¢fico, del ¨¢rea metropolitana madr¨ªle?a sobre la sierra, desbordamiento que se puede caracterizar b¨¢sicamente como la fiebre de la segunda residencia en un entorno natural.
Con una poblaci¨®n permanente que ronda los 20.000 habitantes y con una poblaci¨®n total que en los meses de verano llega a los 50.000 habitantes, Villalba se ha convertido hoy en el centro comercial y de servicios de una comarca antes volcada hacia El Escorial. y cada vez m¨¢s dependiente de Madrid.
El negocio inmobiliario
El crecimiento de Villalba (nos resistimos a llamarlo desarrollo) se ha producido, en la mayor¨ªa de los casos, dentro de las coordenadas t¨ªpicas del negocio inmobiliario de los a?os del milagro espa?ol: fort¨ªsimos beneficios para la propiedad del suelo, fort¨ªsimos beneficios para promotores-constructores, ausencia de un planeamiento urban¨ªstico de car¨¢cter general, ausencia de un control real de las obras por parte del Ayuntamiento o del MOPU, incumplimiento end¨¦mico de la normativa espec¨ªfica existente por muy insuficiente que hoy nos parezca, baj¨ªsima calidad del medio urbano, congesti¨®n, grandes estafas y quiebras, agresiones irreversibles (e incluso mercantilmente in¨²tiles) al medio ambiente natural y el largo etc¨¦tera de desmanes urban¨ªsticos de todos conocido y perfectamente coherente con la corrupci¨®n estructural del proceso inmobiliario espa?ol.
La actual Corporaci¨®n municipal de Villalba, que se hizo cargo del Ayuntamiento a ra¨ªz de las elecciones locales de abril de 1979, se ha encontrado, pues, con una situaci¨®n urbana l¨ªmite muy cercana al caos: un conglomerado de zonas urbanas desmembradas sometidas a un gran desequilibrio estacional de ocupaci¨®n, una red viaria al borde del colapso (en horas punta se puede, tardar m¨¢s en cruzar Villalba que en llegar a Madrid), un d¨¦ficit escandaloso de equipamientos y suelo p¨²blico entre tanta nueva urbanizaci¨®n, un proceso preocupantemente progresivo de degradaci¨®n y destrucci¨®n del medio natural originario del municipio, la espada de Damocles de los supuestos derechos adquiridos por tres promotoras para construir a¨²n 8.000 nuevas viviendas a la antigua -es decir, sin las m¨¢s elementales contrapartidas colectivas exigidas por la ley del Suelo- en base a licencias concedidas en los a?os 1971 y 1972, y todo esto en el marco de una ausencia total de tradici¨®n y experiencia en planeamiento, control y gesti¨®n urban¨ªsticos por parte del Ayuntamiento.
Mejora del medio urbano
El nuevo plan de urbanismo de Villalba (las normas subsidiarias empezadas a redactar en 1982 y actualmente en fase de terminaci¨®n de la exposici¨®n p¨²blica del avance) es la concreci¨®n m¨¢s visible de la voluntad de la Corporaci¨®n por asumir en forma decidida y socialmente progresiva las atribuciones que en materia de control urbano deber¨ªa tener todo ayuntamiento: la responsabilidad de la mejora o deterioro del medio urbano es, en primera instancia, inequ¨ªvocamente municipal. A nivel de gesti¨®n, la nueva pol¨ªtica urbana de la Corporaci¨®n municipal se concreta en tres puntos fundamentales:
1. Crear una oficina municipal de urbanismo que permita tanto llevar a la pr¨¢ctica r¨¢pida y eficazmente las determinaciones del planeamiento como desarrollar un proces¨® de ajuste y correcci¨®n continuas de las mismas.
2. Abrir canales continuos de informaci¨®n p¨²blica y consulta colectiva en relaci¨®n con la evoluci¨®n de la ciudad.
3. Actualizar la hacienda municipal en tres direcciones b¨¢sicas: pol¨ªtica de tasas realista, actualizaci¨®n de impuestos sobre terrenos sin edificar que permita trasvasar al municipio parte de las plusval¨ªas territoriales colectivas que hasta ahora se ven¨ªa embolsando ¨ªntegramente la propiedad privada del suelo y un programa selectivo de inversiones urbanas orientado a posibilitar realmente el cumplimiento de los objetivos de mejora del medio urbano definidos por el planeamiento.
Por su parte, estos objetivos de planearniento se concretan en los siguientes cinco puntos b¨¢sicos:
a) Corregir la progresiva tendencia de Villalba a convertirse en una ciudad dormitorio dependiente del mercado laboral de Madrid capital, para lo cual se considera como objetivo prioritario tanto la oferta del s¨²elo que crea puestos de trabajo (suelo industrial, comercial y pol¨ªgono ganadero) como la creaci¨®n de equipamientos de ¨¢mbito comarcal, que tambi¨¦n generan puestos de trabajo (centro de formaci¨®n profe sional, ambulatorio, hospital comarcal, residencia de ancianos, BUP, etc¨¦tera). b) Proteger el recurso territorial colectivo m¨¢s importante de Villalba: su medio ambiente natural, su paisaje, sus pastos y laderas.
c) Bajar la densidad media de las nuevas actuaciones inmobiliarias de las sesenta viviendas por hect¨¢rea hasta ahora com¨²nmente aceptadas a cuarenta viviendas por hect¨¢rea.
d) Obtener suelo p¨²blico para zonas verdes y equipamientos en todos los solares de un cierto tama?o situados en las zonas urbanas consolidadas, compensando los derechos, edificatorios de sus propietarios a trav¨¦s de mecanismos de acumulaci¨®n de la edificabilidad, reparcelaci¨®n, permuta o expropiaci¨®n.
e) Crear una nueva red viaria de circunvalaci¨®n no para promover un mayor crecimiento urbano, sino para posibilitar una m¨ªnima fluidez del tr¨¢fico ya existente.
Con esta nueva pol¨ªtica urbana, la actual Corporaci¨®n municipal de Collado-Vilialba est¨¢ decidida a conseguir que, en 1992, Villalba haya evolucionado hacia lo que potencialmente est¨¢ llamado a ser: un centro comarcal equilibrado y pr¨®spero, en un medio natural de gran calidad y con un techo m¨¢ximo de poblaci¨®n situado alrededor de los 90.000 habitantes.
es alcalde de Collado Villalba,
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