J¨®venes int¨¦rpretes de 4 pa¨ªses estrenan en Murcia la obra 'Fantas¨ªa', de Halffter
La clausura del II Festival Internacional de Orquestas J¨®venes de Murcia reuni¨® instrumentistas de las formaciones participantes, esto es, de Hungr¨ªa, Austr¨ªa, Suiza y Murcia, bajo la direcci¨®n de Richard Weninger, para estrenar en Espa?a la Fantas¨ªa sobre una sonoridad de H?ndel, de Crist¨®bal Halffter.
Junto a la primicia pudimos escuchar una versi¨®n muy bella de La primavera, de Vivaldi, protagonizada por el violinista murciano Jes¨²s Sancho, que toc¨® con buen sonido y elegante expresividad; los j¨®venes m¨²sicos venidos del fr¨ªo se divirtieron de lo lindo con La m¨²sica nocturna de Madrid, aunque la p¨¢gina convenga poco a la esquem¨¢tica conformaci¨®n del director Weninger, buen trabajador, sin embargo, de la orquesta y coro (suma de elementos barceloneses, valencianos y murcianos, incluido el director del festival Gonz¨¢lez Semitiel), hasta lograr una brillante versi¨®n del Gloria, de Vivaldi, en la que actuaron muy bien como solistas la soprano austr¨ªaca Gerda Hassler y el contratenor suizo Thierry Dagon.La Fantas¨ªa de Halffter responde a un encargo de la cuarta semana dedicada a la m¨²sica haendeliana por la ciudad de Karlsruhe y fue estrenada el 6 de julio de 1981 bajo la direcci¨®n del compositor. Despu¨¦s la han programado y grabado en Ginebra, Roma, Bremen, Zurich, Baden-Baden y Viena. En el concierto para inaugurar el ¨®rgano de la radio austr¨ªaca, junto a la Fantas¨ªa, Halffter estren¨® su, por ahora, ¨²ltima creaci¨®n: Sinfon¨ªa ricercata para ¨®rgano y orquesta.
Parte el compositor para su Fantas¨ªa de un fragmento procedente del Concierto para ¨®rgano en re menor, opus 7, de H?ndel, no s¨®lo para glosar el tema, sino para repensar, desde un criterio actual, una espec¨ªfica sonoridad, un klang ideal a cuya consecuci¨®n, como es obvio, contribuyen los factores arm¨®nicos.
Lo que podr¨ªamos denominar desarrollo de la sonoridad precede al tema de H?ndel, que aparece as¨ª como una coronaci¨®n del proceso sonoro t¨ªpicamente halffteriano, cuyas inquietudes caracter¨ªstias volver¨¢n tras la presencia de H?ndel para terminar la obra en algo as¨ª como unos puntos suspensivos. El enfrentamiento de los dos lenguajes -barroco y actual- tiene por lo pronto, un valor: cada prosod¨ªa queda especialmente resaltada por la aparici¨®n de la contraria, juego de contrastes entre t¨¦rminos opuestos que Eugenio D'Ors ve¨ªa con raz¨®n como caracter¨ªsticas de lo barroco. Part¨ªcularmente interesante en la p¨¢gina halffteriana, escrita para una formaci¨®n de cuerda con un cuarteto de violoncellos en funciones protagonistas, es su hondo compromiso con el autor elegido para fantasear, hasta el punto de que recibimos la impresi¨®n de que Crist¨®bal ha vaciado la arquitectura haendeliana en lo sonoro-estructural. M¨²sica de extraordinaria belleza, no lograda desde la complacencia biensonante -lo que hab¨ªa que reservar para la aparici¨®n de Haendel-, sino desde el an¨¢lisis sensitivo e intelectual, tuvo por parte de los j¨®venes int¨¦rpretes una versi¨®n de considerable m¨¦rito y gran fidelidad conceptual.
El d¨ªa anterior Weninger hab¨ªa presentado a la Orquesta del Conservatorio de Szeged (Hungr¨ªa), en p¨¢ginas de Corelli y Chaikovski, as¨ª como en un populista divertimento de Leo Weiner y otra de m¨¢s moderno corte original de J. Vantus (Szeged, 1935), profesor de teor¨ªa en el conservatorio de su ciudad natal.
La asistencia a conciertos, ensayos y actos de animaci¨®n musical ha sido masiva; el ir y venir de un p¨²blico, preferentemente juvenil, hac¨ªa el recinto universitario se mezclaba con la cita multitudinaria de los murcianos para asistir a los desfiles procesionales de Semana Santa. El de los morados con la serie de espl¨¦ndidos pasos de Salzillo -al que Halffter ha dedicado el estreno espa?ol de su Fantas¨ªa- tuvo en esta ocasi¨®n particular relieve cuando se celebra el segundo centenario del gran imaginero.
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