El Bar?a no supo aprovechar la debilidad de la Real
La ilusi¨®n barcelonista de las ¨²ltimas semanas por conseguir el t¨ªtulo ha llegado pr¨¢cticamente a su fin. El Bar?a ha so?ado con ganar la Liga en las ¨²ltimas semanas, cuando se han producido errores muy importantes en los ¨²ltimos meses. La ilusi¨®n de los c¨¢lculos aun puede seguir, pero ya s¨®lo quedan en juego tres partidos y seis puntos.Lo m¨¢s curioso es que ayer la Real Sociedad se lo puso al Bar?a muy f¨¢cil. Con las bajas por lesi¨®n de tres puntales de la columna vertebral realista, como son Kortabarr¨ªa, Zamora y Satr¨²stegui, y con espectadores y jugadores donostiarras pensando m¨¢s en el partido del pr¨®ximo mi¨¦rcoles de Copa de Europa frente al Hamburgo, una victoria barcelonista habr¨ªa sido absolutamente normal. Adem¨¢s, el Bar?a deb¨ªa ganar en Atocha para seguir aspirando al t¨ªtulo. Y fall¨®.
Hubo errores desde el primer minuto de juego. Menotti no estuvo en el banquillo, pero, en todo caso, fue el autor de la t¨¢ctica catalana. C¨¦sar Luis Menotti habr¨¢ visto muchos v¨ªdeos, pero cometi¨® el error de jugar ante la Real al ataque. Hace muchos a?os que cualquier seguidor de la Liga espa?ola sabe que la Real se muestra muy inc¨®moda y con muchos problemas para marcar cuando se ve obligada a llevar la iniciativa y jugar al ataque. El t¨¦cnico realista Ormaechea debi¨® frotarse las manos en el banquillo cuando vio que el Bar?a se lanzaba a un desaforado ataque y sus chicos donostiarras se cerraban en su campo esperando, agazapados, para lanzar r¨¢pidos zarpazos al contraataque con L¨®pez Ufarte, Bakero y Uralde.
El partido comenz¨® con continuos ataques barcelonistas y con desorden total en la defensa realista. La entrada de Gajate por Kortabarr¨ªa cre¨® un sentimiento de inseguridad en todo el equipo. El Bar?a daba m¨¢s sensaci¨®n de once homog¨¦neo. Pero era un espejismo. Espejismo que se diluy¨® con el despiste de Miguel en el ¨²nico gol. El Bar?a qued¨® groggy. No supo reaccionar.
El empuje blaugrar¨ªa, ya desesperado, aument¨® en los ¨²ltimos quince minutos. Esos minutos de presi¨®n fueron emocionantes, pero poco peligrosos para la porter¨ªa de Arconada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.