Las contemplaciones del Gobierno

En la columna editorialista del 21 de marzo de 1983, referente a la deuda existente entre un gran n¨²mero de empresarios y la Seguridad Social, si se me permite quiero expresar lo siguiente: el art¨ªculo sePasa a la p¨¢gina 10

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enfoca como si s¨®lo fuese un contencioso entre la Administraci¨®n y el empresariado, y para nada se alude al trabajador, si bien es cierto que ¨¦ste tiene su deuda saldada puntualmente mes a mes, no es menos cierto que en muchos casos este dinero descontado en n¨®mina tampoco ha ido a su destinatario, el Estado. Una vez el trabajador jubilado comprueba con estupor que su pensi¨®n puede disminuir hasta en un 50%, y en otros casos, como en el de una t¨ªa m¨ªa, no percibir absolutamente nada pese a ser considerada incapacitada laboralmente, pues s¨®lo ten¨ªa cotizados 1.324 d¨ªas de los ¨²ltimos diez a?os, en vez de los 1.800 preceptivos. ( ... ) Para m¨ª, esto no constituye ninguna sorpresa pues tengo muy claro en la clase de pa¨ªs que he vivido, pero lo que m¨¢s me irrita, ahora que empezamos a ser medio decentes, es que el Gobierno tenga tantas contemplaciones con los que han arruinado a la naci¨®n y tambi¨¦n que este delito al que aludo antes se tipifique s¨®lo por la cuant¨ªa de la deuda existente y nunca por los da?os causados a terceros. / Francisco ?ngel Gallego Mazo.