Los regalos de ayer
La facilidad con que la presidencia acced¨ªa a las peticiones de unos y otros dejaban muy claro que aqu¨ª en la Monumental de Barcelona las cosas no cuestan tanto como parece. Los tercios de varas duraban lo que quer¨ªan los diestros y las orejas se repart¨ªan como panes. Tanto es as¨ª que a¨²n se estar¨¢ preguntando alguno de los diestros de ayer: ?qu¨¦ hago yo con tanta carne peluda?. Todos se divirtieron y aunque hac¨ªa fresco fue Emilio Mu?oz quien nos calde¨®. Su arcano son las ganas y el querer. Quiso, pudo y tambi¨¦n dispuso del mejor toro de la tarde. A su primero le demostr¨® que all¨ª el que mandaba era ¨¦l. Sin embargo, en donde m¨¢s tuvo que aguantar fue en su segundo, que se pas¨® toda la lidia embistiendo con la cara alta. Mariscal en este toro coloc¨® dos sensacionales pares de banderillas.
Plaza de Barcelona, 3 de abril
Primera Corrida de la temporadaCinco toros de Baltasar Iv¨¢n y uno de Pilar Poblaci¨®n, bien presentados, flojos. Luis Francisco Espl¨¢. Palmas en los dos. Emilio Mu?oz. Dos orejas y oreja. Paco Ojeda. Oreja y dos orejas.
El comp¨¢s de Ojeda es algo tan pinturero, llamativo y art¨ªstico que es dif¨ªcil que pase desapercibido. El presidente le regal¨® las orejas por caldear el ambiente. No obstante, expuso innecesariamente ante su primero.
Es un torero que interesa, corno Luis Francisco Espl¨¢, pero el alicantino ante sus enemigos -nada colaboradores- se mostr¨® fuera de sitio.
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