Problemas t¨¦cnicos en la puesta en ¨®rbita desde el 'Challenger' del sat¨¦lite de comunicaciones
El segundo d¨ªa de la misi¨®n del transbordador espacial Challenger, que deb¨ªa haber sido uno de los m¨¢s tranquilos, casi se convirti¨® en un drama cuando la agencia espacial norteamericana (NASA) anunci¨® que hab¨ªa perdido el control del gigantesco sat¨¦lite de comunicaciones que se intentaba poner en ¨®rbita. Despu¨¦s de cinco horas de incertidumbre sobre la situaci¨®n del sat¨¦lite y de considerar incluso la posibilidad de anular por esta causa todos los vuelos del transbordador previstos para este a?o, la NASA anunci¨® que hab¨ªa conseguido recobrar el control del sat¨¦lite.
La puesta en ¨®rbita del sat¨¦lite de comunicaciones, que hab¨ªa sido lanzado desde la bodega del Challenger en la madrugada del martes, constitu¨ªa uno de los objetivos b¨¢sicos de esta misi¨®n espacial, que contin¨²a por otra parte con normalidad. Los problemas se detectaron poco despu¨¦s de desprenderse el sat¨¦lite, que tiene un valor de 100 millones de d¨®lares (13.000 millones de pesetas) y un peso cercano a las dos toneladas, provisto de un remolcador que deb¨ªa ponerle en ¨®rbita. Por razones todav¨ªa desconocidas, el sat¨¦lite empez¨® a girar sobre s¨ª mismo y el centro de control de Houston, en Estados Unidos, perdi¨® totalmente su control, lo que caus¨® gran alarma entre los t¨¦cnicos estadounidenses.A las pocas horas, sin embargo, la NASA anunciaba que hab¨ªa conseguido hacerse nuevamente con el control del sat¨¦lite, y hab¨ªa podido verificar que se hab¨ªa separado del remolcador y se encontraba en su ¨®rbita preestablecida, con lo que se pudo empezar el despliegue de los paneles solares que le suministrar¨¢n la energ¨ªa requerida. Sin embargo, todav¨ªa deben realizarse modificaciones en la ¨®rbita, por lo que no se sabr¨¢ hasta pasadas unas horas si el sat¨¦lite podr¨¢ cumplir todas las funciones para las que fue construido.
Once horas despu¨¦s de su lanzamiento en Cabo Ca?averal, el transbordador espacial Challenger empez¨® a cumplir el objetivo m¨¢s importante de su primera misi¨®n: la colocaci¨®n del sat¨¦lite de comunicaciones que llevaba a bordo. El comandante de la nave, el astronauta de cincuenta a?os Paul J. Weitz, confirm¨® al centro espacial de Johnson, en Houston (EE UU), el feliz desarrollo de la primera prueba de este vi e de cinco d¨ªas de duraci¨®n. "Todo ha salido como estaba previsto, y nuestra satisfacci¨®n ha sido muy grande cuando hemos visto c¨®mo se elev¨® el sat¨¦lite", inform¨® Weitz con tono emocionado a las 7.30, hora de Madrid.
Despu¨¦s de abrir las puertas del compartimiento de carga que dan al exterior, los astronautas accionaron el dispositivo que permiti¨® al sat¨¦lite de comunicaciones, por medio de un cohete propulsor, o remolcador, empezar a elevarse a un ¨®rbita geoestacionaria. Poco despu¨¦s surgir¨ªan los problemas.
Sustituci¨®n de las estaciones
La eliminaci¨®n de muchas de las estaciones de seguimiento que la NASA tiene instaladas en distintas partes del mundo ser¨¢ una de las primeras consecuencias que genere este nuevo sistema de comunicaciones espaciales que hoy se ha iniciado, y que constar¨¢ de tres grandes sat¨¦lites.Asimismo, este sistema ofrecer¨¢ la garant¨ªa de conseguir una red de comunicaciones que permita la instalaci¨®n de una estaci¨®n espacial, tan pol¨¦mica en estos momentos, en la que muchos ven el futuro control militar del espacio. La localizaci¨®n de los tres sat¨¦lites de comunicaciones quedar¨¢ establecida en ¨®rbita geosincronizada sobre el Ecuador.
Al lanzado hoy se le ha asignado una localizaci¨®n de 79 grados longitud Oeste, el cual permanecer¨¢ sobre el oc¨¦ano Pac¨ªfico, justo encima de la costa de Brasil.
El segundo, que ser¨¢ lanzado el pr¨®ximo mes de junio en una misi¨®n del Challenger, estar¨¢ localizado a 41 grados longitud Oeste sobre el oc¨¦ano Atl¨¢ntico, mientras que el tercero, que ir¨¢ en el decimosegundo viaje que efectuar¨¢ el transbordador espacial en marzo de 1984, ser¨¢ colocado a 171 grados de longitud Oeste, sobre la mitad del oc¨¦ano Pac¨ªfico.
Seg¨²n un portavoz de la NASA, a pesar de los cerca de 4.000 mill9nes de d¨®lares ( 520.000 millones de pesetas) que costar¨¢ todo el proyecto de comunicaciones, con ¨¦ste se "evitar¨¢ la instalaci¨®n de los 26 sat¨¦lites que ser¨ªan necesarios para seguir con el proyecto espacial".
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