Eduardo Saborido
Un lider andaluz de CC OO que fue llevado a la c¨¢rcel en 'auto-stop'
"Lo m¨¢s insufrible de la c¨¢rcel es el tema sexual", dice. "Siempre he querido decirlo, ponlo. Porque es lo peor". Desde 1967, Eduardo Saborido, 43 a?os, casado y con tres hijos, secretario general de Comisiones Obreras de Andaluc¨ªa y uno de los del 1.001, ha pasado m¨¢s tiempo dentro de los muros de una prisi¨®n que en la calle. En una ocasi¨®n fue llevado a la c¨¢rcel en auto-stop. En otra, ya en el patio, cuando iba a salir, volvi¨® a ser detenido por "des¨®rdenes p¨²blicos". Para celebrar su inminente libertad comenz¨® a cantar una canci¨®n que hab¨ªa compuesto mientras estaba en la celda.
La mayor¨ªa de las an¨¦cdotas de este sevillano, trabajador de la antigua Hispano Aviaci¨®n -hoy Construcciones Aeron¨¢uticas-, est¨¢n relacionadas con la prisi¨®n, la clandestinidad o la huida. En 1967 Eduardo Saborido sufre la primera detenci¨®n. Se le acusa de pertenecer al PCE, y ante la falta de pruebas, la acusaci¨®n se convierte en su afiliaci¨®n a las nacientes CC OO. Desde entonces su vida es un continuo esconderse, una cadena de detenciones y juicios.A los 11 a?os Eduardo Saborido Gal¨¢n hab¨ªa entrado a trabajar en un despacho de abogados, "de botones, para hacer mandados", para pasar a?os despu¨¦s a la Hispano Aviaci¨®n. Como ¨¦l dice, la f¨¢brica m¨¢s culta de Sevilla. Entr¨® en el PCE de la mano de un hombre que ten¨ªa "el nombre de guerra de Garibaldi" y comenz¨® su trabajo organizando a la gente joven. ?l era el responsable de la Juventud Comunista. Eran los a?os en los que el PCE se plantea su salida a la luz.
En 1963 el ministro sonrisa del r¨¦gimen, Jos¨¦ Sol¨ªs, va a Sevilla para "algo relacionado con el canal Sevilla-Bonanza". Entre los invitados, una representaci¨®n de los enlaces y jurados, y entre ellos, Eduardo Saborido y Fernando Soto. Cuando acab¨® el acto, Soto se dirige a voces a Sol¨ªs, pidiendo que les dejen reunirse libremente. ?ste se vuelve y la polic¨ªa rodea al grupo de enlaces. Sol¨ªs se vuelve al p¨²blico y dice: "As¨ª quiero yo a los enlaces y jurados, con responsabilidad. Si alguno de ellos no cumple, lo colgar¨¦ de esa l¨¢mpara". Luego manda que les dejen reunirse. Fue la primavera de los sindicalistas, y Saborido recuerda que, aprovechando el deseo de Sol¨ªs de absorber a los enlaces y jurados, el sindicalismo se fue fortaleciendo a la sombra del vertical.
Pero la luna de miel durar¨ªa poco. En enero de 1967 sufre su primera detenci¨®n. El 1 de mayo de ese mismo a?o vuelve a ser detenido como medida preventiva. Se le pone en libertad en el mes de junio, pero no pasa del patio de la prisi¨®n por cantar una canci¨®n y provocar "des¨®rdenes p¨²blicos". A partir de entonces sus recuerdos son un rosario de ca¨ªdas. Como cuando despu¨¦s de ser deportado a Santiago de la Espada, a 200 kil¨®metros de Ja¨¦n, la Guardia Civil acude para ingresarle en la prisi¨®n. "No se me olvidar¨¢. Apagaron la luz para sacarme del pueblo, a las dos de la ma?ana, y me condujeron a Ja¨¦n haciendo autoestop". "Yo les dec¨ªa que parasen un buen coche, pero ellos empe?ados en parar camiones".
Pero de todo lo que m¨¢s recuerda es el proceso 1.001. La angustia de no saber por qu¨¦ se retrasaba el juicio. El temor ante las amenazas de que iban a ser sacados de Carabanchel por ultras incontrolados. Y la tranquilidad que les infundi¨® aquel capit¨¢n de la polic¨ªa que les asegur¨® que "antes pasar¨ªan por encima de su cad¨¢ver". Tampoco olvida a aquel agente que mientras esperaban para entrar en la sala del tribunal se dirigi¨® a ¨¦l y le habl¨® de un amigo com¨²n y les dio cigarrillos. Volvi¨® a encontrarse con ¨¦l a?os m¨¢s tarde y ante la sorpresa de sus jefes se abrazaron emocionados.
Ahora, ya lejano todo, habla de su vuelta al trabajo en CASA y de Andaluc¨ªa, "que est¨¢ muy mal. Porque los problemas de Andaluc¨ªa no esperan. Y la Junta est¨¢ tardando en tomar decisiones". Y a?ade: "Aunque comprendo que tiene que salvar muchas dificultades. Pero merece la pena ser audaces con Andaluc¨ªa". A ¨¦l le gusta Valle Incl¨¢n, al que descubri¨® en la c¨¢rcel, y los cl¨¢sicos -"he terminado la Odisea hace unos d¨ªas".
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