Ballesteros realizar¨¢ una exhibici¨®n el lunes en el Santiago Bernab¨¦u

Impecable en su aseo y en su indumentaria, muy de sport, muy de jugador de golf -camisa amarilla con el cuello por encima de la chaqueta azul, jersei amarillo sin mangas y pantal¨®n claro-, el Masters-83 pas¨® ayer por Madrid, procedente de Nueva York, camino de Santander. Su novia -"no es ni nieta ni hija de Bot¨ªn, para m¨ª s¨®lo se llama Carmen, es una mujer y basta"-, tras una espera de una hora en el aeropuerto, no soport¨® la presencia de medio centenar de periodistas y desapareci¨® apenas Severiano entr¨® en la sala de aduanas. Hoy Ballesteros volver¨¢ a coger los palos -"tengo que probar unos nuevos que me he tra¨ªdo"- en el club de Pedre?a; el lunes realizar¨¢ una exhibici¨®n en Madrid y el jueves volver¨¢ a la competici¨®n en el torneo de esta ciudad.

Severiano Ballesteros, siempr reacio a las entrevistas -"sois de masiados periodistas y tengo e tiempo contado para ir a Santan der; la semana que viene puedo dar una conferencia de Prensa"-, tuvo un gesto inhabitual en ¨¦l mientras esperaba la llegada de su d¨¦cima maleta. Se agach¨®, abri¨® una de sus maletas, sac¨® una chaqueta verde, la que se concede al ganador del Masters, se la puso y pos¨® con el pu?o desafiante.El gentlelman se hab¨ªa distendido, mostraba The New York Times y Washington Post donde aparec¨ªa en las primeras p¨¢ginas, ya hab¨ªa respondido a todos los t¨®picos y se aventuraba incluso a predecir que N¨²?ez, el presidente del Barcelona, quiz¨¢ fuera el ¨²nico capaz de hacer un campo de golf abierto "aunque, claro, eso tendr¨ªa que llegar despu¨¦s de que el equipo gana se una Liga y para eso parece que hace falta algo m¨¢s de suertecilla"

Ballesteros simpatiza con el Bar?a, pero no le agrada lo qu considera la excesiva promoci¨®n del f¨²tbol. Su pasi¨®n es el golf, "deporte que me entusiasma y si gano es precisamente por esto, no por el dinero, pues el d¨ªa que me deje de gustar ya no podr¨¦ estar entre los primeros. El golf no perdona; es necesario conjugar preparaci¨®n, determinaci¨®n y disciplina; no es bueno emocionarse. En otros deportes, llegando a la final se puede jugar rematadamente mal y quedas subcampe¨®n; el golf no permite, en cambio, relajarse porque en la ¨²ltima jornada se puede pasar del 2 al 30".

La temporada del Master-83 est¨¢ programada en torno a doce torneos en Europa y al Open de Estados Unidos. Su triunfo en esta competici¨®n le permitir¨ªa escalar un pelda?o m¨¢s en un camino que le parece llevar a convertirse en el mejor jugador de todos los tiempos. Con 26 a?os, ¨²nicamente le falta ganar el Open de Estados Unidos y el torneo de la PGA (Asociaci¨®n Profesional Americana) para pasar a la historia como acaparador de todos las competiciones m¨¢s importantes del mundo. Sin embargo, no quiere ser optimista porque el Open estadounidense tiene un recorrido corto y estrecho, precisamente el que menos va a las condiciones de Ballesteros, que tiene el golpe de salida m¨¢s potente del mundo.

Ganar todo

Hasta que llegue la hora de volver a ganar los m¨¢s prestigiados torneos del mundo tratar¨¢ de acercarse un poco m¨¢s a uno de sus sue?os: ser el primer jugador de la historia que gana todos los Open que se disputan en Europa. Le faltan los de Italia, Irlanda, Portugal y de Europa. Entre los doce torneos continentales que tiene previsto jugar este a?o no figura el Open de Portugal.El pr¨®ximo jueves, Ballesteros jugar¨¢ el Open de Madrid y d¨ªas antes, el lunes, realizar¨¢ una exhibici¨®n en el Santiago Bernab¨¦u. Primero meter¨¢ la bola al campo desde la calle -?Qu¨¦ son, 86 metros? Pues eso est¨¢ hecho"- y luego se dedicar¨¢ a meter goles de porter¨ªa a porter¨ªa con toda clase de efectos posibles. Es un intento m¨¢s de hacer llegar el golf al gran p¨²blico en un deseo -"?Cu¨¢ntos van ya?"- de popularizar el golf. "Yo ya no lo creo. Siempre que gano algo importe me han prometido que har¨¢n campos, pero nada".

Espa?a tiene 78 campos de golf, de los que 20 son de entrada libre (3.000 pesetas diarias). La mayor¨ªa est¨¢ en la Costa del Sol, y cuentan con una gran afluencia de practicantes. El ¨²nico campo municipal, a punto de inauguraci¨®n, se encuentra en Pozoblanco (C¨®rdoba).