Despilfarros

El Consejo Superior de Deportes, la nueva administraci¨®n, trabaja en la sombra para clarificar los temas econ¨®micos del deporte espa?ol, confusos desde siempre y escandalosos desde que los censores de cuentas entraron en las federaciones. El consejo tiene heredados una serie de problemas administrativos, de ¨ªndole jur¨ªdica, y quiere entrar en aquellos que, adem¨¢s, atentan contra la campa?a de moralizaci¨®n que necesita el pa¨ªs.El consejo reuni¨® una serie de datos -los publicados ayer- que han provocado un sonrojo general. Al fin se ha descubierto que no es tan est¨²pido entretenerse en discutir si son galgos a podencos. El informe sobre algunos de los sueldos del deporte es el punto de partida para una nueva pol¨ªtica que forzosamente han de dictar quienes dirigen el deporte. Del dinero que proviene del erario p¨²blico no se pueden pagar fichas y sueldos que est¨¢n por encima de lo que perciben quienes tienen las m¨¢s altas responsabilidades del Estado.

Evidentemente, los salarios de ciertos t¨¦cnicos oficiales son inferiores a los que cobran quienes pertenecen a entidades privadas, pero ¨¦stas, mientras no reciban subvenciones de su Federaci¨®n, pueden hacer con el dinero de los socios, siempre que ellos asientan, cuanto les venga en gana. Las federaciones, que suelen resistirse a auditar los llamados recursos propios, tendr¨¢n en esa importante partida la caja negra para los pluses extraordinarios. El deporte espa?ol se desboc¨® hace a?os. Ahora es el momento de ponerle bridas.