Shlomo Ben Ami, el hispanista de Israel "Si un d¨ªa se levantara Felipe y decidiera reconocer a Jerusal¨¦n no pasar¨ªa absolutamente nada"
Shlomo Ben Ami, 40 a?os, probablemente quisiera ser s¨®lo un profesor universitario, el meritorio director de la facultad de Historia de Tel Aviv, pero se da la circunstancia de que una segunda naturaleza le recubre como una coraza, oblig¨¢ndole a ejercer su nacionalidad tanto como su profesi¨®n, porque Shiomo es, inevitablemente, israel¨ª y tambi¨¦n jud¨ªo, y tambi¨¦n espa?ol, sefard¨ª espa?ol nacido en T¨¢nger y emigrado muy joven a su nuevo pa¨ªs, cuando la independencia de Marruecos, en 1956.
ShIomo Ben Ami visita Barcelona y Madrid con gran frecuencia por mor de su actividad intelectual, como tambi¨¦n planea sobre Inglaterra, donde estudi¨® con el hispanista Raymond Carr. Pero Ben Ami, historiador de Espa?a desde Tel Aviv, donde ejerce la docencia, lleva a donde quiera que vaya un gueto particular y acad¨¦mico que es el del hacer de tenaz y edu cado abogado defensor del Estado de Israel. Al conocer a Carr, el entonces debutante historiador jud¨ªo cuenta que ¨¦ste le pregunt¨® con esa estupefacci¨®n ante lo forastero que tan ricamente crece en Inglaterra, c¨®mo era posible que Israel, un pa¨ªs tan peque?o, tuviera un equipo de baloncesto a nivel europeo, un ej¨¦rcito a nivel ol¨ªmpico, una agricultura a nivel norteamericano, y una intelectualidad a nivel planetario, a lo que Ben Ami respondi¨® que se deb¨ªa a que eran siempre los mismos que se iban turnando.
Shlomo Ben Ami, peque?o, moreno, mediterr¨¢neo, perfectamente asimilable al entorno geogr¨¢fico del Pr¨®ximo Oriente, preferir¨ªa ser un israel¨ª del futuro m¨¢s que del presente, especialmente cuando el presente es la invasi¨®n del L¨ªbano y Mell¨¢jein Begin, sin que por ello deje de establecerse claramente la divisoria entre lo accesorio y lo sustantivo. Lo accesorio es que mande en el pa¨ªs el antiguo terrorista lleg¨¢do de Polonia y lo sustantivo que el jud¨ªo est¨¢ all¨ª para quedarse. El historiador, de hablar en ladino cadencioso, casado con una askenazi nacida en el pa¨ªs y ascendencia centroeuropea, cuyos hijos no conocen ya la lengua de Castilla, es un moderado a la israel¨ª, lo que quiere decir un moderado con la pluma en una mano y la espada en la otra.
De las cogitaciones hisp¨¢nicas sobre la propiedad y conveniencia del reconocimiento a Israel, Ben Ami habla con suavidad de fondo imperturbable. "El problema de Espa?a es que un d¨ªa Felipe se levante y decida reconocer a Jerusal¨¦n, con lo que no pasar¨ªa absolutamente nada. Toda esta historia de Ceuta y Melilla y las dificultades que pudiera producir con el mundo ¨¢rabe son un invento". Ben Ami dice que no le vengan con coartadas ¨¦ticas, que si Espa?a no reconoce a Israel es porque cree que no le conviene, "aunque se equivoca", y no porque el PSOE tenga escr¨²pulos de conciencia.
Miembro del movimiento Paz, ahora el acad¨¦mico fue uno de los oradores que se dirigi¨® a la multitud de 400.000 personas que clamaba para que se hiciera justicia despu¨¦s de que las milicias falangistas, con la complicidad del ej¨¦rcito israel¨ª, masacraran a los civiles palestinos de los campos de Sabr¨¢ y Chatila en L¨ªbano. Cuando se le dice que el encomiable ejercicio democr¨¢tico que llev¨® a una comisi¨®n investigadora a recomendar el cese del ministro de Defensa, general Arik Sharon, se vio burlado con el simple desmarque de cartera del veterano militar, se repliega casi imperceptiblemente y responde que el poder de Sharon ha quedado desdibujado, a?adiendo, juicioso, que Moshe Arens, su sucesor, es mucho m¨¢s duro que el teatrero general. Est¨¢ claro que la catarsis de la investigaci¨®n bast¨® para saciar la sed de los moderados.
Shiomo Ben Ami, cauto y argumentativo, claramente favorable a un laborismo renovado bajo el mandato de otro sefard¨ª espa?ol, Yitzhak Navon, partidario de la retirada de L¨ªbano, y tambi¨¦n, con las debidas garant¨ªas, de la Cisjordania, cree que Israel le lleva una cabeza de ventaja a la OLP palestina en la inh¨®spita carrera de la buena voluntad. Mientras los hombres de Arafat no modifiquen su Carta Nacional reconociendo expl¨ªcitamente el derecho a la existencia del Estado hebreo no habr¨¢ nada que discutir. Entonces s¨ª, insiste, entonces s¨ª que "ustedes", dicho como si los periodistas del orbe entero estuvieran a sueldo de la OLP, "nos estar¨ªan dando razones para que los partidarios de la paz forz¨¢ramos un cambio en la pol¨ªtica de Israel".
Entre tanto s¨®lo cabe esperar poco menos que un milagro, en el que el profesor de historia y especialista en la dictadura de Primo cree a pies juntillas. "El electorado sefard¨ª que hoy vota a Begin, no es fan¨¢tico, simplemente se alinea, como sector marginado de la, poblaci¨®n, con el gran marginado del establishment que es Men¨¢jem, formando una gran alianza de los excluidos, pero ante una verdadera oferta de paz del pueblo palestino sabr¨ªa cambiar su voto de protesta por otro de construcci¨®n, del futuro". Jehov¨¢ mediante.
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