Toreo a caballo

El toreo a caballo ha cumplido ya su mayor¨ªa de edad en esta d¨¦cada. Yo recuerdo, cuando en esta faena era yo casi el ¨²nico rejoneador en Espa?a, mi sue?o porque alg¨²n d¨ªa el rejoneo tuviera su sitio. Entonces eran muy pocos los que de toreo a caballo sab¨ªan, pero se inici¨® por entonces una forma de ver el rejoneo como un toreo a caballo con sus normas, su oficio y su forma.Ya que el rejoneo dej¨® de ser lancear un toro. Hab¨ªa que hacerle la suerte, hab¨ªa que torearlo, hab¨ªa que lidiarlo. Se empez¨® a ponerse enfrente, a fijar el toro en el jinete y caballo, hacerle la suerte de banderillas, como los toreros de a pie, y se notaba cu¨¢l era el buen banderillero.

Ahora s¨®lo falta aprender, discutir y entender las distintas suertes del rejoneo para comentarlas, saber cu¨¢ndo el rejoneador tiene su sitio y cu¨¢ndo su caballo no lo tiene, poder comentar su doma y su progreso y hablar de jinetes de caballos toreros al igual como se habla de los de a pie o quiz¨¢, para decirlo con m¨¢s precisi¨®n, con el buen ¨¢nimo de hacer una cr¨ªtica positiva para ense?ar a los que todav¨ªa no saben y para no dejar que otros rejoneadores abusen de lo que saben, porque el torero a pie y a caballo tiene sus reglas, y salirse de ellas, aunque tenga m¨¦rito, hay que comentarlas con esa cr¨ªtica de lo que est¨¢ fuera de lo cl¨¢sico, aun comprendiendo que el p¨²blico se divierte y lo aplaude.

Yo miro con gran alegr¨ªa el pasado del rejoneo espa?ol, porque sin duda todos solos y todos unidos han hecho que hoy en Espa?a se rejonee con el mismo clasicismo y la misma t¨¦cnica que en Portugal, manteniendo a ultranza en esta tradici¨®n peninsular que no quisieron y lucharon siempre para que no se pierda.

?lvaro Domecq es rejoneador retirado y ganadero.