Reagan juzga innecesaria la presencia de la OLP en las negociaciones de paz para Oriente Pr¨®ximo
"Quiz¨¢ no es necesario vincular a la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) a las negociaciones de paz", declar¨® el presidente norteamericano, Ronald Reagan, al anunciar su decisi¨®n de enviar a Oriente Pr¨®ximo al secretario de Estado, George Shultz, con el prop¨®sito de lograr un acuerdo para la retirada de todas las tropas extranjeras de L¨ªbano e intentar salvar el plan de paz norteamericano para la zona. Reagan relacion¨® tambi¨¦n la internacionalizaci¨®n del conflicto en Centroam¨¦rica con la eventual presencia de elementos de la OLP en Nicaragua.
La referencia de Reagan a la OLP como elemento no imprescindible para negociar en Oriente Pr¨®ximo da la medida de la preocupaci¨®n que existe en Washington en relaci¨®n con el futuro del plan de paz lanzado por Reagan el pasado 30 de septiembre. Este plan propone la creaci¨®n en Cisjordania de un Estado palestino bajo soberan¨ªa de Jordania. La propuesta fue pr¨¢cticamente rechazada por el l¨ªder de la OLP, Yasir Arafat, tras varios d¨ªas de conversaciones con Hussein de Jordania. "Quiz¨¢ se da m¨¢s importancia a la OLP de la que realmente tiene", afirm¨® el presidente de EE UU, desmintiendo que el rey Hussein rechace entrar en la mesa de negociaciones que, con o sin la OLP, propone el presidente norteamericano.El viaje de Shultz a Oriente Pr¨®ximo, que iniciar¨¢ el pr¨®ximo domingo, fue presentado por Reagan como la firme determinaci¨®n de EE UU de lograr un acuerdo para la retirada de todas las fuerzas americanas ("Perd¨®n", dijo el presidente, "quiero decir de todas las tropas extranjeras") del territorio liban¨¦s, junto a la garant¨ªa de la seguridad de fronteras entre L¨ªbano e Israel, "sin lo cual es imposible lograr la reconstrucci¨®n de L¨ªbano", afirm¨® Reagan. Present¨® la misi¨®n de Shultz, que visitar¨¢ Marruecos, Egipto, Israel, Jordania, L¨ªbano y Arabia Saud¨ª, como la mejor prueba de la determinaci¨®n de EE UU de continuar en sus iniciativas de paz, a pesar del criminal atentado contra la Embajada de EE UU en Beirut, en el que murieron 37 personas.
Shultz, calificado como un pol¨ªtico pro¨¢rabe en medios israel¨ªes, ten¨ªa prevista la gira por Oriente Pr¨®ximo desde hace varias semanas. Sin embargo, el calendario estaba ligado a los avances que deb¨ªa lograr el enviado especial de Reagan en la regi¨®n, el embajador Philip Habib, para un compromiso de retirada de todas las tropas extranjeras de L¨ªbano.
Hussein, elemento clave
Las negociaciones parecen encalladas desde, hace varias semanas. La presencia de Shultz en la zona, que recuerda las anteriores misiones de la diplomacia volante del ex secretario de Estado Henry Kissinger, no es garant¨ªa de progreso. Hussein de Jordania, elemento clave para que avance el plan de Reagan, dif¨ªcilmente aceptar¨¢ entrar en la negociaci¨®n sin previa soluci¨®n en L¨ªbano y sin que la OLP est¨¦ presente en el foro negociador.
Otro punto de capital importancia que EE UU debe afrontar en el litigio ¨¢rabe-israel¨ª es lograr que el Gobierno de Tel Aviv ceda en la soberan¨ªa sobre los territorios ocupados desde 1967, en los que EE UU propone crear la federaci¨®n jordano-palestina.
Siempre en el contexto de la OLP, Reagan ni neg¨® ni confirm¨® los informes que dan cuenta de la posible presencia de pilotos de la OLP en Nicaragua. Cit¨® tan s¨®lo la interceptaci¨®n de aviones libios en Brasil como "una prueba m¨¢s de la evidencia de que fuerzas exteriores a la regi¨®n intervienen en Centroam¨¦rica".
Reagan hablar¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles ante el pleno del Congreso para insistir, probablemente, en la necesidad de conceder m¨¢s ayuda militar a El Salvador, a fin de preservar la seguridad nacional de EE UU.
En otro orden de temas, en la improvisada conferencia de prensa en la Casa Blanca, Reagan habl¨® de los ¨²ltimos indicadores econ¨®micos que apuntan hacia la recuperaci¨®n de la econom¨ªa en EE UU, de la necesidad de que el Congreso apruebe el presupuesto de defensa presentado por su Administraci¨®n y de las violaciones sovi¨¦ticas del tratado sobre control de pruebas nucleares.
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