Felipe Gonz¨¢lez, invitado oficialmente por Obiang a visitar Guinea Ecuatorial del 1 al 3 de junio
Una delegaci¨®n gubernamental ecuatoguineana, encabezada por el vicepresidente Cristino Seriche Bioko, lleg¨® ayer a Madrid para celebrar ma?ana el primer encuentro entre los Gobiernos de Guinea Ecuatorial y Espa?a desde la llegada de los socialistas al poder. Seriche Bioko anunci¨® que su Gobierno invitar¨¢ al presidente Felipe Gonz¨¢lez a viajar a su pa¨ªs del 1 al 3 de junio, mes en el que tambi¨¦n visitar¨¢ Guinea Fran?ois Mitterrand, y asegur¨® que la intenci¨®n de Malabo de ingresar en la llamada zona franco no afectar¨¢ las buenas relaciones con Espa?a.
La "coordinaci¨®n de la actuaci¨®n" de Francia y Espa?a en Guinea Ecuatorial, aparentemente deseada por el embajador franc¨¦s, Pierre Guidoni, ha tenido un mal comienzo. A su paso por Madrid, de camino a la ex colonia espa?ola, el consejero financiero franc¨¦s para ?frica, Jean Paul Cluzel, mantuvo el 12 de abril una reuni¨®n con Jos¨¦ Mar¨ªa Castroviejo, subdirector de la Oficina espa?ola de Cooperaci¨®n con Guinea Ecuatorial, y representantes del Banco de Espa?a y del Ministerio de Comercio, que fue calificada de "decepcionante".Un segundo encuentro, fijado para el 20 de abril en el aeropuerto de Barajas, al regreso de Cluzel de la capital ecuatoguineana, fue suspendido por parte espa?ola, y ambos interlocutores acordaron que, en contra de lo inicialmente previsto, no se abordar¨ªa el tema durante la pr¨®xima visita a Madrid del director galo del Tesoro, Michel Campdessus. En una conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S, Cluzel se declar¨® "disgustado" por el trato recibido en Espa?a.
Al margen de las reticencias de la Administraci¨®n espa?ola a proporcionar a Francia los escasos datos disponibles sobre la econom¨ªa ecuatoguineana, fuentes diplom¨¢ticas espa?olas alegan que "el Gobierno de Par¨ªs, lejos de templar los deseos de sus aliados africanos, los alienta para eliminar as¨ª el ¨²nico foco extra?o en su amplia esfera de influencia africana".
Otra fuente de la Administraci¨®n espa?ola que sigue de cerca la cooperaci¨®n hispano-guineana sostiene que el objetivo franc¨¦s consiste no s¨®lo en confirmar a¨²n m¨¢s su preponderancia, sino que trasciende las fronteras africanas al esforzarse Par¨ªs por "obstaculizar la adquisici¨®n por Espa?a de su ¨²nica experiencia global de cooperaci¨®n con el Tercer Mundo".
Un informe de la Oficina de Cooperaci¨®n con Guinea Ecuatorial consultado por EL PA?S hace hincapi¨¦ en que la incorporaci¨®n de este pa¨ªs a la zona franco "ser¨¢ el fin de la cooperaci¨®n y saldremos visiblemente quebrantados, perdiendo un prestigio dif¨ªcil. de recuperar en Africa y puede que en el ¨¢rea iberoamericana". Espa?a ha iniciado en los tres ¨²ltimos a?os modestos ensayos de cooperaci¨®n con Mozambique por ejemplo.
Estados Unidos, que se mantuvo hasta ahora al margen de la incipiente rivalidad hispano-gala, denota actualmente, en los informes de su embajador en Malabo, Alan Mortimer Hardy, cierta inclinaci¨®n profrancesa, por considerar que Francia y sus aliados en la zona son m¨¢s capaces que Espa?a de sacar a flote la arruinada econom¨ªa de Guinea Ecuatorial y anclar¨¢n m¨¢s s¨®lidamente a la ex colonia espa?ola en un conjunto de naciones prooccidental.
Francia dispone adem¨¢s en aquella regi¨®n africana de un amplio dispositivo militar, que en m¨¢s de una ocasi¨®n ha demostrado su eficacia en Chad o en la Rep¨²blica Centroafricana y que podr¨ªa ser enviado en Guinea Ecuatorial si el rumbo pol¨ªtico de este pa¨ªs le volviese a alejar de los intereses occidentales.
Mientras los franceses se muestran remisos a precisar cu¨¢l ser¨ªa el costo, compartido con sus aliados africanos, de la inserci¨®n de Guinea Ecuatorial en la zona del franco, fuentes diplom¨¢ticas espa?olas lo estiman en unos 9,6 millones de d¨®lares anuales (unos 1.300 millones de pesetas), equivalentes al d¨¦ficit de la balanza de pagos ecuatoguineana en 1982, cantidad que Francia puede gastarse, por muy maltrecha que est¨¦ ¨²ltimamente su econom¨ªa.
Pero si para Francia la absorci¨®n de Guinea Ecuatorial por la zona franco representa un esfuerzo econ¨®mico m¨ªnimo, ¨¦sta tendr¨¢, en cambio, a corto plazo, serias consecuencias pol¨ªticas para el actual r¨¦gimen de Malabo que, recalca una fuente diplom¨¢tica espa?ola, perder¨¢ r¨¢pidamente la facultad de distraer la ayuda extranjera en beneficio propio y de sus partidarios y quedar¨¢ privado as¨ª de su principal fuente de poder.
Cooperaci¨®n coercitiva
El Estado franc¨¦s desarrolla en Africa un sistema de cooperaci¨®n mucho m¨¢s coercitivo y eficaz, en el que se suelen conceder los cr¨¦ditos en proporci¨®n a los recursos del pa¨ªs beneficiario, y ¨¦stos son generalmente fijos y no de libre disposici¨®n. Su renovaci¨®n o incremento est¨¢n condicionadas a la buena administraci¨®n del primero.
Cualquiera que sea el pr¨®ximo tutor de Guinea Ecuatorial, poner en pie la destrozada econom¨ªa del que fue hace quince a?os, cuando alcanz¨® la independencia, el primer pa¨ªs en renta per c¨¢pita de ?frica negra no ser¨¢ una tarea f¨¢cil. No existen ni siquiera datos fiables sobre la poblaci¨®n residente en Guinea Ecuatorial porque el censo que iba a ser realizado por t¨¦cnicos espa?oles est¨¢, como toda la cooperaci¨®n, en suspenso.
Cuando el consejero financiero franc¨¦s para ?frica, Jean Paul Cluzel, censor del banco que coordina la zona franco, se present¨® el mi¨¦rcoles 13 de abril en el Banco de Guinea Ecuatorial, ¨²nica instituci¨®n reputada por poseer algunas estad¨ªsticas sobre la econom¨ªa local, sus funcionarios le aseguraron que los cooperantes espa?oles retirados en diciembre por Espa?a abandonaron el pa¨ªs con los pocos datos disponibles, pero la Oficina de Cooperaci¨®n precis¨® que ni siquiera ellos hab¨ªan conseguido elaborarlos.
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