El piloto personal de Adolfo Hitler cree en la autenticidad de sus diarios, frente a la opini¨®n de varios historiadores
Durante este fin de semana se ha recrudecido la pol¨¦mica sobre la autenticidad de los diarios de Hitler. Muchos historiadores dudan, el piloto personal del f¨¹hrer cree que pueden ser aut¨¦nticos y la revista Stern acusa al profesor Werner Maser, el primero que habl¨® p¨²blicamente de falsificaci¨®n, de carecer de suficiente capacidad cient¨ªfica. Los esc¨¦pticos centran su argumentaci¨®n en que nadie sab¨ªa que Hitler llevase un diario y en su incapacidad f¨ªsica para escribir a mano. El dominical brit¨¢nico The Sunday Times public¨® ayer la primera parte de estos diarios, en la que el dictador nazi confiesa la desconfianza que sent¨ªa por sus colaboradores.
El historiador ingl¨¦s David Irving afirma que tuvo acceso a 800 folios manuscritos y encontr¨® algunas falsificaciones. Seg¨²n Irving, es imposible que Hitler escribiese por su propia mano despu¨¦s del atentado del 20 de julio de 1944 porque qued¨® seriamente herido en su brazo derecho. Diferentes testimonios en la Prensa dominical alemana occidental niegan la posibili dad de que Hitler escribiese un diario.Uno de los ayudantes del dictador nazi se pregunta: "?Cu¨¢ndo habr¨ªa podido escribir los 60 diarios. El piloto de Hitler, Hans Baur, de 86 a?os, declar¨® a Bild Am Sonntag que considera posible que los diarios sean aut¨¦nticos, porque cuando se tuvo noticia de la ca¨ªda del avi¨®n Ju-352, que lle vaba los documentos a Salzburgo Hitler reaccion¨® abatido y dijo: "Precisamente ese aparato, donde yo hab¨ªa puesto el testimonio de todas mis actuaciones".
Entre la revista Stem y el historiador Maser, una especie de albacea de la familia Hitler que denunci¨® el viernes por la noche los diarios como una falsificaci¨®n, ha es tallado una pol¨¦mica con fuertes ataques personales.
En un t¨¦lex enviado el s¨¢bado a los medios de comunicaci¨®n, Stern responde a Maser en una nota de seis puntos y le acusa de actua movido por el resentimiento personal al denunciar la falsificaci¨®n sin conocer los documentos y pruebas, que se presentar¨¢n hoy en la conferencia de prensa de Hamburgo.
La revista dice que Maser intent¨® venderles varias historias, que no pudieron ser probadas. En una ocasi¨®n, Maser asegur¨® que los sovi¨¦ticos hab¨ªan querido liberar al lugarteniente de Hitler, Rudol Hess, con la condici¨®n de que se manifestase a favor del r¨¦gimen de la RDA.
Seg¨²n Stern, Maser afirm¨® en otra ocasi¨®n que la jud¨ªa Ana Frank, autora del famoso diario no muri¨®, y viv¨ªa en Zurich (Suiza). Un periodista que descubri¨® la existencia de Ana Frank apareci¨® muerto en las aguas del Danubio. Tampoco se pudo probar nada.
La revista acusa tambi¨¦n a Maser de haber lanzado la historia del franc¨¦s hijo ?leg¨ªtimo de Hitler sin pruebas convincentes, y a?ade que Maser tuvo conocimiento de los diarios de Hitler y entonces sac¨® a relucir la historia del taller de falsificaci¨®n en la RDA. Stern asegura que ofreci¨® unos elevados honorarios al historiador si demostraba la existencia de ese taller, pero Maser no consigui¨® probar sus afirmaciones.
Los materiales de Stern contienen tambi¨¦n dibujos de desnudos de Eva Braun -la amante de Hitler- pintados por el f¨¹hrer, su carn¨¦ del partido nazi, un tercer tomo de su obra Mi lucha y originales sobre Jesucristo y Federico el Grande.
En los diarios, Hitler se manifiesta negativamente sobre sus colaboradores, el miserable Himmler y el mujeriego Goebbels. De Martin Bormann, su hombre de confianza, escribi¨® muy positivamente. La pol¨¦mica abierta ha despertado un gran inter¨¦s ante la publicaci¨®n de los documentos, prevista para hoy, en Hamburgo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.