El Inmobanco, un club at¨ªpico para la Recopa
El Barcelona se enfrentar¨¢ ma?ana en Palencia, en la final de la Copa del Rey, con un equipo curioso, por at¨ªpico, un club que si vence a los catalanes habr¨¢ obtenido su derecho a tener un futuro. El Inmobanco pasa por ser el club m¨¢s desarraigado del baloncesto en Primera Divisi¨®n. En la actualidad carece de un padre o patrocinador, de un hogar o cancha, de una patria o localidad que le d¨¦ sus se?as de identidad y de unos fieles aficionados que den calor a su baloncesto.
Naci¨® el Inmobanco de un filial del Real Madrid, a imagen y semejanza de Raimundo Saporta. Sus apellidos fueron, primero, Castilla-Vallehermoso, luego Tempus y, finalmente, Inmobanco. El pr¨®ximo a?o est¨¢ obligado a cambiar de nombre. De lo contrario no existir¨¢ ya como equipo. En las primeras fechas de junio deber¨¢ estar todo resuelto.En la temporada 78-79, el Castilla-Vallehermoso perd¨ªa su dependencia del Real Madrid, pasaba a denominarse Tempus, y constitu¨ªa una junta directiva muy at¨ªpica cuyo objetivo era crear un buen equipo de baloncesto aprovechando aquellos jugadores valiosos que no pod¨ªan jugar en el primer equipo del club madridista. El Tempus qued¨® noveno en el campeonato de Liga y lleg¨® a la final de la Copa del Rey, que perdi¨® con el Barcelona. A partir de ah¨ª se produjo una carrera que no fue tan mete¨®rica como se pensaba y que pas¨® incluso por el trance de un descenso. Finalmente, esta temporada, con Inmobanco como nombre, un quinto puesto en la Liga y el premio de la final de la Copa del Rey.
En ese deambular deportivo hubo un m¨¢s que penoso peregrinaje por diversas instalaciones Jug¨® en la cancha del Vallehermoso, dos a?os en Pozuelo y, actualmente, la estancia es en la cancha del Canoe. Esta situaci¨®n obliga al equipo a depender de factores externos. Por ejemplo, en la actualidad deben entrenarse por la noche, porque no hay otra hora desocupada. En Pozuelo, la cancha era tan fr¨ªa que provocaba continuas protestas de jugadores, p¨²blico y hasta de periodistas. Nunca ha podido llenar un pabell¨®n en condiciones y sus ingresos por taquillaje, escasos, sirven tan s¨®lo para pagar el alquiler de la pista.
Los problemas, por si fueran escasos, se incrementan en la actualidad con la ausencia de un patrocinador confirmado para la pr¨®xima temporada. Es ya seguro que no habr¨¢ un Inmobanco en Primera Divisi¨®n, pero se desconoce su pr¨®ximo apellido. El intento por fusionarse con el Estudiantes fracas¨® y jugadores y t¨¦cnicos esperan el 1 de junio para conocer el resultado de las gestiones que se llevan a cabo. Un cierto rayo de esperanza anima a todos con el logro de la participaci¨®n en la Recopa, que da mayor aliciente comercial y obligar¨¢ a la retransmisi¨®n de partidos.
Por otra parte, la junta directiva es un tanto inestable en el tiempo. En la actualidad la forman siete miembros del Inmobanco o entidad patrocinadora. Habr¨¢ que cambiar, pues, de directiva el pr¨®ximo a?o, aunque las personas que trabajan para el club desde un puesto de coordinaci¨®n son el gerente Padilla, Crist¨®bal Rodr¨ªguez, ex jugador madridista y m¨¦dico de la selecci¨®n espa?ola, y Raimundo Saporta, ¨¦ste en una situaci¨®n tan at¨ªpica como delicada. Todo el mundo habla del Inmobanco como del equipo de Saporta, pero ¨¦ste es adem¨¢s vicepresidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Baloncesto, una dualidad de situaciones que roza la incompatibilidad.
En el equipo abundan jugadores que han sido internacionales en diversas categor¨ªas. Fuera de la cancha sus profesiones var¨ªan: Del Corral es m¨¦dico, Indio D¨ªaz estudia idiomas, Vicente Gil y Fermosell trabajan en diferentes empresas, Llorente estudia Derecho, mientras que Morales hace Biolog¨ªa y Gazta?aga, Medicina. Beltr¨¢n es fot¨®grafo y Prada bi¨®logo. Sus sueldos no son bajos, porque son jugadores de calidad. Ma?ana, si vencen al Barcelona, probablemente ganen su derecho a tener un futuro m¨¢s estable.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.