Los obispos de la RFA ponen en tela de juicio la disuasi¨®n nuclear
Los obispos germanooccidentales han publicado su esperada pastoral sobre la paz y el desarme, en la que ponen en tela de juicio como estrategia a largo plazo la disuasi¨®n nuclear. En el largo documento, los obispos admiten, sin embargo, aunque de modo provisional y vincul¨¢ndolo a muy estrictas condiciones, el llamado equilibrio del terror.
La primera de esas condiciones es que las armas nucleares sean absolutamente irrenunciables para mantener la propia seguridad y que los dirigentes pol¨ªticos y militares sean capaces de explicar c¨®mo y por qu¨¦ puede evitarse la guerra con esa estrategia.
En segundo lugar, los medios militares existentes o proyectados no deben servir en ning¨²n caso para hacer m¨¢s probable o m¨¢s f¨¢cil de dirigir un posible conflicto.
S¨®lo se dispondr¨¢ de los medios militares estrictamente indispensables para una estrategia disuasora, y aqu¨¦llos no deber¨¢n impedir en ning¨²n caso la deseable limitaci¨®n y reducci¨®n de armamentos por parte de ambos bloques.
Los obispos cat¨®licos alemanes se?alan que, en la era nuclear, la guerra no puede ser ya un instrumento m¨¢s de la pol¨ªtica, sino que s¨®lo est¨¢ justificada en caso de ataque del adversario. Pero aun entonces, se afirma en el documento, no hay que perder nunca de vista la proporcionalidad de los medios utilizados.
La pastoral denuncia la existencia de dos grandes peligros inmediatos para la paz mundial: el primero es la amenaza que suponen para la libertad de las naciones y sus ciudadanos los sistemas totalitarios, que pisotean los derechos humanos m¨¢s elementales y podr¨ªan verse tentados a aprovechar su poder militar con fines expansionistas o para el chantaje pol¨ªtico.
El segundo gran peligro que ven los obispos alemanes es la carrera de armamentos; es decir, la incesante acumulaci¨®n de armas nucleares y convencionales, que un d¨ªa puede llevarnos, dicen, a la cat¨¢strofe.
En el documento se aboga, finalmente, por algunas medidas globales que pueden contribuir a la consolidaci¨®n de la paz en el mundo: el respeto de los derechos humanos, actualmente conculcados en muchos pa¨ªses del globo, y el fomento de la justicia internacional ante las amenazas de la crisis econ¨®mica mundial, que afecta muy especialmente a los pa¨ªses tercermundistas.
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