Hombre polifac¨¦tico, es, adem¨¢s de peluquero, poeta, letrista de saetas y sevillanas y locutor radiof¨®nico
El barbero de Sevilla se llama Manuel Melado Prados y tiene 42 a?os, cinco hijos, cuatro libros de poes¨ªas publicados y dos in¨¦ditos. A¨²n no ha plantado ning¨²n ¨¢rbol, pero sin duda lo har¨¢ alg¨²n d¨ªa, para poderse marchar de este mundo tranquilo. Es un hombre polifac¨¦tico, que cuando suelta la tijera coge la pluma para escribir poes¨ªa o copias y, cuando no, el micr¨®fono, para dirigir un programa radiof¨®nico.
La televisi¨®n alemana y rusa se han interesado por las actividades de este hombre, que cada a?o genera un chorro de sevillanas para enriquecer el repertorio de la feria. "El clavel en Sevilla se vuelve copla y la gracia se enciende con una copa. Miles de la gente se acercan a la gloria cruzando un puente". No acepta que las sevillanas o cualquier tipo de copias sean un subg¨¦nero po¨¦tico. "El poeta intenta reflejar el alma popular. Y si consigue, a trav¨¦s del verso hecho copla, que su creaci¨®n se pueda o¨ªr tras los toldos de las casetas, tiene la mayor satisfacci¨®n".Estos d¨ªas pasados era feliz, como cada sevillano, o como cada forastero paseante en la ciudad los d¨ªas de feria, y ¨¦l mismo trata de contribuir con sus letras a que el que llegue de fuera sea bien recibido: "S¨®lo quiero decirte / buen sevillano / que al que venga lo atiendas / como un hermano / dale entre palmas / la copla que en tus labios / llega hasta el alma".
Como todos, recorre las calles de la feria, todas con nombres de toreros hist¨®ricos, salvo dos, que lo tienen de torero actual, Manolo V¨¢zquez y Curro Romero, nada menos, y salta de caseta en caseta bebiendo fino y escuchando sus propias letras.
Por la ma?ana, tras el sue?o corto, porque esos d¨ªas es muy duro para un sevillano acostarse temprano, vuelve a la tijera, a la charla con los clientes y a escuchar la radio, que siempre tiene conectada en su peluquer¨ªa, como buen profesional que es de ese medio Porque Melado tiene su propio programa, As¨ª cantan los poetas andaluces, en Radio Andaluc¨ªa. A cada cliente nuevo le comenta con orgullo c¨®mo, cu¨¢ndo y d¨®nde le grabaron programas para las tele visiones alemana y rusa, y hasta muestra unos recortes de revistas alemanas, que contaron su peripecia personal a ra¨ªz de aquello. Y dice con orgullo: "Yo soy el barbero de Sevilla, porque han querido que lo sea". eso le da conciencia de estar revestido de una extra?a dignidad hist¨®rica, algo parecido a lo que deben de sentir el alcalde de Zalamea o el portero del Alcoyano, por no citar m¨¢s ejemplos.
Grandes letristas de sevillanas le miran un poco por encima del hombro, como El Pali y Pareja Obreg¨®n, y hay quien desconf¨ªa de la nueva generaci¨®n a la que ¨¦l pertenece, pero ¨¦l sostiene que los de ahora est¨¢n a la altura de los de siempre, y que los grandes consagrados "tienen que demostrar que son mejores que nosotros".
Ahora, el futuro es el Roc¨ªo: "Cuando suspira mayo sobre Triana, en la Vega se canta por sevillanas. Hacia el roc¨ªo, el eco de las palmas se lleva el r¨ªo". Porque sus letras no faltan a ninguna de las grandes citas que Sevilla tiene consigo misma a lo largo del a?o. Y por eso mismo tampoco faltaron a la Semana Santa: "Ya se ve por el puente que ya se acerca Triana. Sevilla mira su manto y el Altozano su cara, mientras se escapa ese grito rendido que dice ?guapa, que dice ?guapa!, que dice ?guapa!"
Son casi veinte a?os componiendo letras para sevillanas y para saetas, y algunos m¨¢s en la peluquer¨ªa (?qu¨¦ va a ser?). Son 42 a?os de feria tras feria, primero en el prado de San Sebasti¨¢n, hasta que ¨¦ste salt¨® literalmente por las costuras y tuvo que trasladarse al prado de los Remedios, previamente cubierto de albero, que las pezu?as de los caballos remueven en sus paseos matutinos.
Son, en definitiva, 42 a?os de sevillanismo militante, de primera l¨ªnea, de trabajo para conseguir que su ciudad siga siendo una de las m¨¢s vivas y ricas, una de las menos despersonalizadas de Espa?a. Y unos veinte llevando con dignidad el cargo de barbero de Sevilla.
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