Los poderes locales desean hacer algo m¨¢s que ceder suelo
Quienes llegaron a la Delegaci¨®n de Educaci¨®n del Ayuntamiento de Madrid tras las elecciones de 1979 se plantearon que la corporaci¨®n local estaba para algo m¨¢s que ceder terrenos y encargarse del mantenimiento y del personal subalterno de las escuelas p¨²blicas de la ciudad. En estos cuatro a?os han triplicado el gasto dedicado a las obras en los colegios y multiplicado por 100 el destinado a las actividades complementarias. Han tratado de romper el cors¨¦ de competencias y han buscado las vueltas culturales para "dignificar la escuela p¨²blica, contribuir a la renovaci¨®n pedag¨®gica y educar ense?ando Madrid".
Se les nota a los mun¨ªcipes de Madrid responsables del tema educativo una satisfacci¨®n por su labor de coloreado del "pobre papel que la ley de Educaci¨®n de 1970 asigna a los ayuntamientos". De acuerdo con ella, a los ayuntamientos no les compete el contenido de la educaci¨®n que se imparte en los centros p¨²blicos. Su misi¨®n, a secas, es aportar terrenos para construcciones escolares y cuidar del mantenimiento de los colegios y de la necesaria aportaci¨®n de personal no docente.Cuando los nuevos integrantes de la Delegaci¨®n de Educaci¨®n accedieron a sus cargos, decidieron asumir esa realidad, "aunque esforz¨¢ndonos m¨¢s", pero ya que, como se dice por la villa, "Madrid es mucho", emprendieron la promoci¨®n y ejecuci¨®n de actividades voluntarias para los escolares, terreno que, seg¨²n su recuerdo de las anteriores corporaciones, carec¨ªa de abono.
Madrid para Ios ni?os fue la primera iniciativa de este tipo, con Alfredo Tejero al frente de la delegaci¨®n, en 1980. Desde entonces, los alumnos de 7? y 8? de EGB de unos 300 colegios se han acercado al significado de la ciudad como bien social, repasando el desarrollo hist¨®rico de Madrid, su sistema de transportes, su abastecimiento, los servicios comunitarios y las peculiaridades de un barrio. Para ello, se cuenta con medios audiovisuales, un manual de uso escolar y recorridos personales.
La segunda actividad de relieve, de acercamiento activo a la Naturaleza, comenz¨® tambi¨¦n en el curso 1980-81, con estancias gratuitas en la granja-escuela La limpia. Hasta ahora, unos 4.000 ni?os de colegios p¨²blicos madrile?os han sido granjeros por siete d¨ªas.
Por cuenta del ayuntamiento, sin salir del colegio, los ni?os madrile?os pueden escoger entre distintas actividades creativas y de juego, dentro del programa Escuela viva, y los profesores, as¨ª como los estudiantes de magisterio, disponen de cursos de pedagog¨ªa musical y de formaci¨®n teatral.
El Centro Madrile?o de Investigaciones Pedag¨®gicas (CEMIP), creado en colaboraci¨®n con la Diputaci¨®n Provincial, desarrolla programas de investigaci¨®n en el aula -especialmente sobre el fracaso escolar-, actividades para propiciar la participaci¨®n de las asociaciones de padres de alumnos en el proceso educativo y la gesti¨®n de los centros, y cursos de perfeccionamiento del profesorado, con un foro de experiencias.
El ayuntamiento mantiene tambi¨¦n cinco centros asociados a la universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED), con unos 10.000 alumnos, y gestiona siete centros de educaci¨®n especial, aunque ha creado unas 70 unidades integradas en centros ordinarios. En el Instituto Municipal de Educaci¨®n trabajan equipos de psiquiatr¨ªa, pedagog¨ªa terap¨¦utica y asistencia social para atender a los escolares de EGB con dificultades de aprendizaje. Para los ni?os hu¨¦rfanos o con problemas familiares existen cuatro internados, dos en el centro urbano (La Paloma, San Ildefonso) y dos en las afueras (Tres Cantos, Cercedilla), cuya transformaci¨®n, como paso a su desaparici¨®n, est¨¢ en la mente de los responsables municipales de educaci¨®n, partidarios de las aulas y las residencias abiertas, "lejos del concepto dickensiano".
Aumento de presupuesto
Asimismo, la cartera educativa municipal incluye visitas, en grupos reducidos y con asesores, a museos, jardines y al parque zool¨®gico; intercambio con ni?os de otras ciudades espa?olas y europeas, especialmente Tur¨ªn; escuela infantil de verano, con talleres de ciencias y artes, conocimiento de la realidad ciudadana, deporte, juegos, iniciaci¨®n al cine y estudios ecol¨®gicos (¨¦stos son el motor de los huertos escolares y de los campamentos veraniegos, en los que colaboran las juntas de distrito, que participan tambi¨¦n en la Escuela de Monitores de Aire Libre); cursos de educaci¨®n vial, en cooperaci¨®n con Tr¨¢fico; cursillos de iniciaci¨®n al cine, y concursos de redacci¨®n escolar.
El presupuesto de la Delegaci¨®n de Educaci¨®n del Ayuntamiento de Madrid ha pasado de 160 millones de pesetas para la reparaci¨®n de las 350 escuelas madrile?as y de 300.000 pesetas para actividades culturales en 1979, a un total de 1.000 millones de pesetas en el ejercicio de 1982, tanto de ampliaci¨®n y mejora de colegios como de tareas culturales.
Actualmente, las previsiones de la delegaci¨®n -realizables si los medios econ¨®micos lo permiten- comprenden un gasto de 800 millones de pesetas para mejora de las condiciones de seguridad de las escuelas; 900 millones m¨¢s para obras urgentes de adecentamiento, y 1.500 millones para obras necesarias de ampliaci¨®n. "Es precisamente la dejadez de anteriores corporaciones municipales y la mala calidad constructiva de buena parte de los colegios madrile?os lo que obliga a importantes gastos para conseguir centros aceptables, duraderos y adecuados a su finalidad pedag¨®gica", justifican en la Delegaci¨®n.
Algo que considera indiscutible el Ayuntamiento de Madrid es la utilizaci¨®n a tiempo pleno de las instalaciones escolares, porque "el colegio es del barrio, no del Ministerio de Educaci¨®n, y hay barriadas que no disponen de locales para actividades sociales y culturales", dice el ex concejal Julio Seti¨¦n. Alfredo Tejero a?ade que lleg¨® a redactarse un proyecto de reglamentaci¨®n de esta "apertura de la escuela al entorno", pero las anteriores autoridades del Ministerio de Educaci¨®n no lo aceptaron. Actualmente, los j¨®venes y asociaciones de padres y de vecinos pueden reunirse en recintos escolares. M¨¢s de 80 aulas sirven para que el Real Conservatorio de M¨²sica imparta clases a los ni?os que no han podido matricularse, y diez centros de EGB funcionan, fuera de horas de clase, como centros de educaci¨®n permanente de adultos.
Aseguran Seti¨¦n y Alfredo Tejero que las relaciones entre el Ayuntamiento de Madrid y el MEC han sido tempestuosas, cuando no inexistentes. "En 1980 el ministerio no program¨® ning¨²n colegio nuevo para Madrid, y en 1981, s¨®lo tres", recuerda Tejero. Los dos exconcejales de Educaci¨®n resaltan que Madrid tiene bolsas de desescolarizaci¨®n en unas zonas (como la sur: distritos de Mediod¨ªa, Latina, San Blas) y una concentraci¨®n de plazas escolares en otras. "Hay m¨¢s colegios donde hay menos ni?os", dicen, y se?alan que el recorrido a pie de la distancia m¨¢xima desde la casa al colegio le deber¨ªa llevar al ni?o menos de 15 minutos.
En este caso, un servicio de transporte no ser¨ªa una soluci¨®n del problema de la lejan¨ªa del centro, pues "planificar bien la construcci¨®n de escuelas, barrializar la ense?anza lo har¨ªa innecesario". No obstante, consideran que los servicios de transporte, comedores, sanidad y atenci¨®n psicopedag¨®gica deben municipalizarse, pero como competencias separadas.
A pesar de los avatares registrados en las concejal¨ªas bajo responsabilidad comunista, la Delegaci¨®n de Educaci¨®n del Ayuntamiento de Madrid ha mantenido una continuidad en su pol¨ªtica, sin aparcar proyectos o realizaciones emprendidas, como aseguran los que han trabajado en ell. El primero en acceder a su direcci¨®n fue Alfredo Tejero, que permaneci¨® hasta septiembre de 1981. Le sucedi¨®, por breve tiempo, Cristina Almeida, y despu¨¦s, desde febrero de 1982 hasta el 1 de marzo pasado, Julio Seti¨¦n ha sido el concejal, con Jos¨¦ Garc¨ªa Ogalla como delegado, que permanece ahora en la gesti¨®n directa.
Formaci¨®n de adultos
En su af¨¢n por la popularizaci¨®n de la cultura, las corporaciones locales de Madrid han promovido iniciativas ya arraigadas en otros pa¨ªses europeos, como las universidades populares. En general, surgieron en el siglo XIX (en Espa?a, durante la segunda Rep¨²blica) con el prop¨®sito de quitarle a la cultura la c¨¢scara elitista. Esta idea, materializada por los partidos de ra¨ªz obrera para la formaci¨®n cultural de los trabajadores, ha sido recogida por bastantes ayuntamientos espa?oles, y los de la provincia de Madrid no han
Los poderes locales desean algo m¨¢s que ceder
sido una excepci¨®n. "La educaci¨®n permanente de adultos debe municipalizarse", indica el ex concejal delegado de Educaci¨®n del Ayuntamiento de Madrid Julio Seti¨¦n.La universidad popular pionera fue la de San Sebast¨ª¨¢n de los Reyes, que se cre¨® en octubre de 1980. En fecha pr¨®xima, Madrid capital contar¨¢ con una universidad popular, y en estos momentos funcionan universidades de este tipo en Alcobendas, Collado Villalba, Colmenar Viejo (las tres, desde abril de 1982); Fuenlabrada (mayo de 1982), Legan¨¦s (octubre de 1982), Pozuelo de Alarc¨®n (septiembre de 1982), Parla (noviembre de 1982) y Alcorc¨®n, la ¨²ltima en iniciar sus actividades, en marzo de este a?o. Legan¨¦s, Fuenlabrada y San Sebasti¨¢n de los Reyes son las que cuentan con mayor n¨²mero de asistentes.
Unas universidades populares ofrecen cursos de cultura general, adem¨¢s de talleres de artes e iniciativas de contacto vecinal. Otras ponen el acento en las actividades creativas: dise?o, fotograf¨ªa, telares, expresi¨®n corporal. Los ayuntamientos promotores de estas universidades mantienen, adem¨¢s, centros culturales y educativos complementarios, tanto para adultos como para j¨®venes.
Un dato que no ocultan los responsables municipales de educaci¨®n y cultura de Madrid capital y sil periferia es que m¨¢s de medio mill¨®n de madrile?os (nacidos y residentes) carecen de estudios b¨¢sicos. El semianalfabetismo no es desconocido en ciertos barrios de la zona sur de Madrid o en localidades como Legan¨¦s, sobre todo entre la poblaci¨®n femenina y de m¨¢s de 50 a?os, y en la existencia de esta descompensaci¨®n cultural justifican los mun¨ªcipes su abanico de actuaciones.
Como las universidades populares, los ayuntamientos madrile?os han rescatado las casas de cultura, que con este nombre, o con el de centro c¨ªvico, pretenden ser una pieza m¨¢s en el engranaje de la cultura popular. En Madrid capital, que cuenta con la macrocasa del Centro Cultural de la Villa, las juntas de distrito -donde existen Consejos de Educaci¨®n- son responsables directas de estos centros. Los centros culturales Cuartel del Conde Duque (Moneloa) y Buenavista (distrito de Salamanca) y el instalado por la junta de Arganzuela en el Edificio del Reloj (antigua lonja del matadero de Legazpi, que incluye tambi¨¦n un centro de promoci¨®n de la salud y otro de ancianos) son los de inauguraci¨®n m¨¢s reciente. Los distritos de Latina, Hortaleza, Fuencarral, Chamart¨ªn y Centro disponen tambi¨¦n de lugar de encuentros culturales y educativos, y el distrito de Prosperidad ultima en estos meses el acondicionamiento de su centro de Mantuano.
Asimismo, con fines educacionales se ha planteado el Ayuntamiento de Madrid la instalaci¨®n de quioscos de lectura en varios parques y plazas de la ciudad, y de espacios en determinados muros para convocatorias y carteles. Es como una versi¨®n castiza de los dazibaos chinos.
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