'Los secuestradores', juegos autorizados

Alguien dijo que Los secuestradores no pod¨ªa compararse a la m¨ªtica Juegos prohibidos, de Ren¨¦ Clement; dici¨¦ndolo, sin embargo, las comparaba, aunque las similitudes entre ambas pel¨ªculas se limiten a que son historias de dos ni?os que ocultan a los mayores su juego secreto.En este caso es nada menos que la adopci¨®n de un beb¨¦ lo que los j¨®venes protagonistas de esta pel¨ªcula esconden a los ojos de los malhumorados habitantes del pueblecito de Nueva Escocia en que habitan.

Como la acci¨®n se desarrolla a principios de siglo, el odio hacia los boers compone el decorado de fondo la intenci¨®n social de la breve trama.

El ambiente de posguerra (1953), que a¨²n pod¨ªa respirarse en Inglaterra, facilitaba el contacto con un tipo de cine que no dudaba en inspirarse en esquemas melodram¨¢ticos que contuvieran, adem¨¢s, el chantaje emocional del desvalimiento de la infancia.

El contraste entre la fantas¨ªa de los ni?os y la cerraz¨®n de los mayores incitaba a reflexionar sobre la dif¨ªcil comunicaci¨®n entre unos y otros. En aquel momento la infancia simbolizaba cierta esperanza.

Temas infantiles de escaso atractivo

Si Los secuestradores no tuvo demasiado ¨¦xito o rio aport¨®, al menos, novedades consistentes, su director, Philip Leacock, mejor¨® su ya buena fama de director especializado en temas infantiles.

Fue contratado m¨¢s tarde por los estudios de Hollywood, que entendieron que ese g¨¦nero pod¨ªa ser m¨¢s rentable en los canales de televisi¨®n. A la hora de la verdad, sin embargo, Leacock dirigi¨® largometrajes para el cine que distaban de sus preocupaciones inglesas.

Sobre la misma idea de unos j¨®venes que ocultan un beb¨¦, realiz¨® en Espa?a una pel¨ªcula Manuel Summers. Adi¨®s, cig¨¹e?a, adi¨®s conten¨ªa un ¨¢ngulo muy especial; se trataba tanto de llamar la atenci¨®n sobre la infancia marginada como la de clamar por su liberaci¨®n: los ni?os no eran ya aquellos ingenuos de antes que comulgaban con piedras de molino. La pel¨ªcula Los secuestradores que veremos esta noche est¨¢ lejos de una intenci¨®n tan revulsiva.