'La Traviata', un Dumas retocado por Piave y magnificado por Verdi
En el teatro de la Zarzuela de Madrid se pone en escena esta noche uno de los hitos del teatro l¨ªrico italiano: La Traviata, de Giuseppe Verdi, ¨®pera en tres actos con libro de Francesco Maria Piave, basado en la novela La dama de las camelias, de Alejandro Dumas, hijo. La Traviata se representar¨¢ en cuatro ocasiones m¨¢s, los d¨ªas 7, 9, 12 y 14 del mes en curso. Dirige la obra Jos¨¦ Mar¨ªa Cervera e intervienen la soprano Malritano, el tenor Antinori y el bar¨ªtono Juan Pons.
Fruto de un talento m¨²sico-teatral excepcional, La Traviata fue compuesta por Verdi casi simult¨¢neamente a Il trovatore. Una misma manera de concebir el despliegue cantable de la voz humana late en las dos ¨®peras, que, sin embargo, resultan bien distintas y singularizadas. Cuarenta y seis d¨ªas mediaron solamente entre los estrenos de El trovador y La Traviata: ¨¦sta pudo conocerse el 6 de marzo de 1853 en el teatro La Fenice, de Venecia, siendo recibida de u?as por el p¨²blico y alguna cr¨ªtica. El fiasco se extendi¨® a las siguientes representaciones, pero los venecianos creyentes de Verdi consiguieron reponerla en mayo del a?o siguiente en el teatro Gallo, de San Benedetto, y all¨ª fue otro cantar. Desde entonces, La Traviata, obvio es decirlo, es uno de los t¨ªtulos predilectos de divas, divos y p¨²blicos de todo el orbe.El ambiente musical espa?ol de mediados del siglo pasado, tan de espaldas a la m¨²sica sinf¨®nica y de c¨¢mara, pod¨ªa ignorar por entonces la mayor parte de las sinfon¨ªas de Beethoven, pero incorpor¨® con manifiesta celeridad los Verdi de aquel momento oper¨ªstico. La Traviata lleg¨® al Real, con gran ¨¦xito, el 1 de febrero de 1855, y Barcelona la present¨® en la misma temporada en el teatro Principal, acompa?ada de una versi¨®n moralizante del argumento, realmente deliciosa, que nos ha recordado Roger Alier en su estudio sobre la obra. Dec¨ªa as¨ª:"Una mujer que se descarri¨®, que se separ¨® del recto camino de la virtud y se entreg¨® a toda clase de des¨®rdenes para seguir ciegamente sus pasiones, llega por fin a convencerse de que la religi¨®n solamente es la que puede consolar y satisfacer nuestro coraz¨®n. La causa primera de este cambio es, sin duda, el verdadero amor del joven Alfredo, que pudo por fin arrancar a Violeta de su encenagamiento".
Cierto es que el car¨¢cter casquivano de la protagonista, as¨ª como la desacostumbrada contemporaneidad de personajes, tema y vestimentas que Piave y Verdi hab¨ªan llevado a la ¨®pera, hab¨ªan topado con la inercia del p¨²blico del estreno veneciano. Otros argumentos se esgrimen tradicionalmente para justificar aquel fiasco, hist¨®rico por el acusado y rapid¨ªsimo giro que tomaron las cosas; as¨ª, que las orondas formas de la Salvini-Donatelli confer¨ªan escasa credibilidad al mal de tisis que llevaba a Violeta a morir, o que los protagonistas masculinos no alcanzaron a ver el grado de hermosura de los papeles que se les hab¨ªa encomendado.
Superadas desde hace mucho tiempo las cuestiones de ¨ªndole moral, as¨ª como las convenciones a que obliga casi siempre el teatro musical, La Traviata se mantiene como uno de los pilares b¨¢sicos de la historia del bel canto, y su personaje central ha sido meta, por lo com¨²n alcanzada, de las mejores cantantes de ¨®pera que en el mundo han sido. Verdaderamente, el personaje creado por Dumas (lo m¨¢s respetado por Piave en el libreto) es fascinante y no puede extra?arnos que haya encandilado siempre desde el teatro -Sarah Bernhardt-, el cine -Greta Garbo-, la danza -Margot Fonteny- y la ¨®pera.
Dirigir¨¢ estas representaciones Jos¨¦ Mar¨ªa Cervera, en su tercer trabajo para la ¨®pera madrile?a, tras el espl¨¦ndido Sim¨®n Boccanegra de la pasada temporada y el Elisir que coment¨¢bamos hace unas semanas. "Es una de mis ¨®peras predilectas", nos dice, aunque la voy a dirigir ahora por primera vez. Luego vendr¨¢n otras producciones; ya tengo apalabrado el hacerla en Hamburgo en 1986". Cervera obtuvo recientemente un se?alado ¨¦xito en La Scala dirigiendo Andrea Chenier, como lo prueba el compromiso que ya ha contra¨ªdo para volver a dirigir la ¨®pera de Giordano en 1985. Otros teatros italianos han aplaudido versiones suyas de Verdi: Macbeth (Bari) y La forza (Palermo).
Con la ¨®pera, Cervera se siente en su elemento. "Siempre busco la dimensi¨®n cantable de la m¨²sica, y creo que en el teatro l¨ªrico puede encontrar un director su m¨¢xima realizaci¨®n". Sobre la premi¨¦re de esta noche, el maestro Cervera se muestra decididamente esperanzado: "Malfitano y Antinori son dos estupendas voces para La Traviata y Juan Pons est¨¢ en un momento incre¨ªble. Si tiene su noche, que seguro la tendr¨¢, va a ser un ¨¦xito grande". El director musical alaba tambi¨¦n el planteamiento esc¨¦nico dado por Horacio Guti¨¦rrez Arag¨®n: "Es en la l¨ªnea tradicional, pero a la vez con personalidad muy sugestiva". Tampoco con la orquesta ha habido problema alguno de entendimiento.
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