El cine
Han dejado el cine, toda clase de cine, libre para toda clase de gentes, con la salvedad de los dieciocho a?os., Naturalmente, esto no es una llamada a la corrupci¨®n de la adolescencia, sino a la responsabifidad de los padres. Tiene uno escrito aqu¨ª que en Espa?a estamos viviendo dos democracias, inevitablemente: la formal y la real. La de la boina y la del faj¨ªn, de la que hemos tenido en estos d¨ªas todo un maestroso. Bueno, pues hay muchas m¨¢s. Y perd¨®n si me repito, pero el columnista se repite siempre en sus temas, porque continuidad es repetici¨®n, porque estilo es insistencia y porque me lo dijo don Jacinto Benavente en El Gato Negro: -Mire usted, Umbral, al p¨²blico espa?ol hay que decirle las cosas tres veces para que se entere a la ¨²ltima.Mis respetos para el p¨²blico espa?ol (y para don Jacinto, que queda consagrado en el siglo por sus actuales imitadores). Democracia, en fin, es que cada cual se haga responsable de s¨ª mismo y de los demas, mayormente cuando coincide que los dem¨¢s son sus hijos. "Cada quien su vida", que dicen los mejicanos. Es una manera PRI -y v¨¢lida- de entender la democracia. Vi la ¨²ltima vez a Pilar Mir¨®, de negro, en La Zarzuela. Nos enrollamos con el tema, que dir¨ªa el se?or Roca, hasta que lleg¨® la Reina Do?a Sof¨ªa, y uno, suspecto, las dej¨® en un discreto aparte de mujeres. Pilar estaba fashionable. No creo que pretenda convertir a los peque?itos y peque?itas de Espa?a en poliformos perversos, entre otras cosas porque, como todos sabemos, lo son, por naturaleza y edad, seg¨²n Freud. Lo que hace Pilar, m¨¢s bien, con esta medida, es evitar el estatafismo y dejar la vida afectiva y de ingle al libre uso de las familias y los individuos: o s¨¦ase, una llamada a la responsabilidad personal / colectiva. Un grito a la familia, y no una disoluci¨®n de la familia, que es como ha querido leerse la cosa. Democracia -insisto- es autodeterminaci¨®n. Aqu¨ª es que tenemos mucho vicio, a¨²n, con el patriarcafismo cuarenta?ista, en que se nos daban resueltos el bien y el mal, mientras Grimau mor¨ªa sin que le salvase la caridad de La¨ªn. Toda dictadura es una teolog¨ªa aplicada. Gonzalo Pont¨®n, joven y brillante ling¨¹ista catal¨¢n, se entreten¨ªa de peque?o en pegar los sellos de Franco, en las cartas, boca abajo. De uno de esos sellos invertidos ha hecho la portada de su ¨²ltimo libro, La oposici¨®n pol¨ªtica al franquismo. Uno piensa que toda Espa?a estaba invertida y que hab¨ªamos invertido nuestra responsabilidad personal, a favor o en contra, en la figura sombr¨ªa y banal del Padre. Adolfo Pi?edo me invita a la presentaci¨®n del programa municipal del PCE. Beatriz de Moura presenta en Madrid un libro del peruano Ribeyro. (Beatriz / Pilar, qu¨¦ sugestivo paralelismo). Mi querido Garc¨ªa Nieto (la Academia le ha quitado hispidez) reflexiona en la Aut¨®noma sobre su obra po¨¦tica. Si hay un caso de escritura enajenada por la imposibilidad hist¨®rica, y a salvo de ella, es la de Garc¨ªa Nieto. No hab¨ªa que hacer poes¨ªa que escandalizase a los menores de dieciocho. Bustric estrena Si piensas en Shakespeare, en el Mart¨ªn. Hoy, las representaciones de cl¨¢sicos se nutren de colegios, en todos los teatros de Madrid, porque los cl¨¢sicos, ya de entrada, son did¨¢cticos. Son los cl¨¢sicos, son una lecci¨®n del cole. Pero Shakespeare, como Calder¨®n o Lope son para mayores con reparos o para menores acompa?ados. Tenemos una moral que s¨®lo usa el alcanfor del tiempo contra la polilla delpecado.
Reveo la obra maestra de John Huston: Paseo por el amor y la muerte. Es la guerra de los Cien A?os, la primera revoluci¨®n social de Francia, remoto precedente de La Bastilla. Es la cr¨ªtica hist¨®rica frente a la leyenda (Drag¨®). Es Cervantes frente a la novela de caballer¨ªas. Pilar quiere que el cine nos obligue a definirnos, como las elecciones o el peri¨®dico que se compra. Democracia es estarse autodeterminando todo el rato. O sea, mucha vara. Pero va bien para el infarto. Mejor que el tenis.
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