El documental dram¨¢tico
Hay razones para pensar que los hombres ambiciosos de la Televisi¨®n casi nunca coinciden con resultados de talento y, adem¨¢s, casi nunca gozan de buena reputaci¨®n, que es justo uno de sus prop¨®sitos. Sucede lo contrario con programas humildes, como Vivir cada d¨ªa, si bien, dicho de paso, la propia naturaleza del medio impide hablar de programas franciscanos. Humilde y humano son quiz¨¢s los adjetivos m¨¢s apropiados de este programa, aunque s¨®lo sea por su ra¨ªz etimol¨®gica, por su referencia a la tierra.TVE renuncia una hora a la semana a ser casa de hu¨¦spedes de lujo y no da cabida a los avaros de imagen, del poder que otorga ese aparato que descarga electrones durante todo el a?o. Seis ancianos, desconocidos para el p¨²blico del televisor, que sufrieron nuestra guerra civil en los dos bandos, dieron el pasado martes ejemplo de democracia, de tolerancia, de amistad y de progreso.
"Los cerros (de Brunete) estaban deshechitos de muertos"; "el cementerio era la mejor defensa natural"; "usted me estaba pegando tiros y yo a usted, ?que. ¨ªbamos a hacer si ¨¦ramos unos mandaos?"; "eso fue una atrocidad que cornetieron"; "espa?oles contra espa?oles"; "no se pod¨ªa ni encender un cigarro de noche ni, con perd¨®n, cagar de d¨ªa"; "aunque fuimos enemigos ahora somos amigos". Uno recuerda y recorre el camino hasta la fuente en que beb¨ªa durante la guerra
Otro le pregunta: "?C¨®mo t¨² siendo republicano de los malos vendes estampitas de ¨¦sta (de santa Gema)?". Un tercero escenifica la hora del rancho, cuando hab¨ªa suministro de pan y lata de sardinas. Recogen unas bellotas y hay quien guarda algunas para sus nietos. El brigadista italiano, Renato Bertolini, encuentra en Quijorna a sus antiguos compa?eros y recuerda su regreso a Espa?a en el a?o 1975 para casarse con Margarita, la novia de la guerra.
Palabras, di¨¢logos, cosas de Renato, Marcelino, Juan, Faustino Manuel y Abilio, que escapan de los c¨¢nones de la programaci¨®n, de La clave entre ellos, porque all¨ª se oficia otra ceremonia.
Los de la televisi¨®n sueca, estatal y socialista, y m¨¢s pr¨¢cticos que los de la nuestra, dividen todos los programas en dos g¨¦neros: ficci¨®n y realidad. ?sa puede ser la cuesti¨®n. Vivir cada d¨ªa se ha propuesto informar de la cotidianidad. Este programa, Encuentro en Quijorna, es el quinto de su nueva etapa, la del documental-dram¨¢tico (docudrama, seg¨²n el ap¨®cope acu?ado por la Casa), g¨¦nero inventado en 1966 por la brit¨¢nica BBC con el programa Cathy come home.
Vivir cada d¨ªa conserva de su anterior formato -el reportaje y documental en sentido estricto, el cine-ojo de Vertov y la sustancia de Flaherty- las personas y escenarios reales, el sonido directo, la ausencia de doblaje, el montaje sin manipulaci¨®n, como simple operaci¨®n mec¨¢nica de narraci¨®n, austeridad formal y honestidad de la imagen, en definitiva. El realizador, Gonzalo Sebasti¨¢n de Erice, dio un gran ejemplo de ello y supo crear un ritmo en el que apenas eran perceptibles los cambios de plano, salvo los virados en sepia de las im¨¢genes reales de la guerra.
Vivir cada d¨ªa asume del drama, por el otro llado, la puesta en escena. Poner en escena aunque sea la realidad, escenarios, acciones y personas verdaderas, es un ejercicio realmente dif¨ªcil. Se revelan las intenciones que se quieren comunicar al arrancar a los seis personajes su historia y su memoria: convencemos de la reconciliaci¨®n nacional, que no parece ser toda¨¢a una evidencia. El problema est¨¢ en saber si las historias del Vivir cada d¨ªa de ahora son igual de cre¨ªbles y aut¨¦nticas que los documentales de antes. Si la dramatizaci¨®n ha introducido huellas de insinceridad. As¨ª, el reportaje titulado Droga: queremos dejarlo, realizado al estilo de Vivir cada d¨ªa y emitido el pasado s¨¢bado en Informe semanal cantaba a falso, a melodrama que dir¨ªa la abuela de Douglas Sirk, ;a despertar emociones y no conocimiento. Y ello porque los responsables de los Informativos saltaron la barrera de la informaci¨®n.
Es bueno, por lo tanto, que sepamos a qu¨¦ atenernos y que respeten el buen juicio de la audiencia porque TVEha ganado, fuera de las dependencias de los Servicios Informativos de TVE, un nuevo g¨¦nero de programas: el Vivir cada d¨ªa del documental dram¨¢tico.
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