Sentencia
Lo que se presagiaba, se produjo. La aut¨¦ntica etapa reina de la Vuelta a Espa?a fue ayer. Hinault, tras ir a m¨¢s en su rendimiento con el transcurso de la carrera, dej¨® bien patente su enorme calidad y sentenci¨® pr¨¢cticamente la prueba. Atac¨® en la monta?a, precisamente donde recibi¨® las mayores afrentas anteriores, como una especie de revancha, y machac¨® al estilo de los grandes campeones.S¨®lo le pudo responder Lejarreta, el otro hombre fuerte, cuya ¨²nica posibilidad de acercarse tambien al liderato era volver a atacar y ... colaborar. Se compr ¨® bien claramente que las alla as no entienden de nacionalid es, sino de situaciones e interes. A Lejarreta le bast¨® tener s fuerza escaladora para seguir a moto Hinault, que atac¨® dos eces, la primera para madurar a sus rivales y la seaunda para definir, como mandan los c¨¢nones. Tras escaparse irremisiblemente en el ¨²ltimo puerto de primera categor¨ªa, hizo toda una exhibici¨®n subiendo despu¨¦s, sin levantarse apenas del sill¨ªn, el de segunda, no muy duro, pero luego de 200 kil¨®metros de fort¨ªsima etapa. Su fuerza muscular para mover grandes desarrollos le permiti¨® superar los 35 kil¨®metros por hora de velocidad, m¨¢s impres¨ªonantes a¨²n que los casi 100 alcanzados en el descenso o la media de 41,6 en los ¨²ltimos 10.El gran escalador, como ya empez¨® a explicar Bahamontes, no se basa tanto en los desarrollos peque?os, que exigen much¨ªsimo ritmo card¨ªaco -y las inevitables limitaciones sobre las 190 pulsaciones-, sino en la fuerza general del ciclista, en su calidad neuromuscular. Es preciso tener los m¨²sculos s¨®lidos, bien desarrollados -potentes, pero flexibles, no grandes masas, como los sprinters- y unos ri?ones a prueba de toxinas. Por todo ello, m¨¢s m¨¦rito a¨²n para la pulga BeldaGorospe no pudo digerir tanta batalla ayer y arrastr¨® la famosa p¨¢jara de los ciclistas hasta la meta. En un error de inexperto, quiso seguir el ritmo endiablado marcado por Hinault, cuando debi¨® mantenerse para no perder tanto tiempo. Pero es dificil mantener la sangre fria cuando se est¨¢ jugando una Vuelta.
A Lejarreta le queda hoy otra oportunidad de atacar, pero el reto es a¨²n m¨¢s dificil. La etapa es m¨¢s suave, con mejores carreteras, por lo que las subidas a Navacerrada perjudican menos a hombres como Hinault, que suben bien a
El 1.12 que le lepara fue por su fallo en la etapa de Soria, por el viento, pues compenso a contra reloj de Valladolid con la montaf¨ªa. Pese a haber sido m¨¢s potente, su irregularidad le va a impedir el triunfo. Aunque ah¨ª est¨¢ su haza?a, sin equipo, contra todos.
La Vuelta que ha efectuado Hinault, de todas formas, ha sido mod¨¦lica. Tras pasar los problemas de su mala forma, e incluso algunos f¨ªsicos, no se desmoraliz¨® y esper¨® tiempos mejores. Se le podr¨¢ criticar su t¨¢ctica econ¨®mica al correr ara?ando segundos ¨²nicamente, asombrando apenas en una o dos jornadas, pero tampoco pod¨ªa m¨¢s en esos momentos. Sin embargo, supo dar la estocada final cuando tuvo la oportunidad y las fuerzas. Y no necesit¨® de su equipo para arrasar a los dos rivales. Apenas de Fignon. Los grandes campeones, en los momentos cruciales, se deben bastar solos para resolver.
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