Piden 10 a?os de prision para el 'numero uno' del asalto al Banco Central tiroteo en 1978
Jos¨¦ Juan Mart¨ªnez G¨®mez, conocido como el n¨²mero uno a ra¨ªz de su participaci¨®n en el asalto al Banco Central, comparec¨ª¨® ayer ante la Secci¨®n Primera de lo Penal de la Audiencia Provin,jial de Barcelona, acusado de los delitos de atentado, resistencia, tenencia il¨ªcita de armas y falsedad en documento oficial, por los que se le piden 10 a?os de prisi¨®n. Junto a ¨¦l, en el banquillo de los acusados, se sent¨® Manuel Cruz Cabaleiro, procesado por id¨¦nticos delitos y por los que se le reclaman 21 a?os de prisi¨®n.Los hechos por los que fue juzgado ayer el n¨²mero uno se produjeronen agosto de 1978, cuando los servicios de orden p¨²blico montaron en Barcelona un dispositivo de seguridad, intentando localizar a los responsables del asesinato de un Polic¨ªa Nacional. Las patrullas de vigilancia localizaron en un parque de la ciudad a tres j¨®venes, produci¨¦ndose un tiroteo, en el transcurso del cual los sospechosos resultaron heridos de gravedad. Los bi¨®grafos del n¨²mero uno consideran este incidente como uno de los m¨¢s osciaros de su vida.
A consecuencia de estas detenciones, se especul¨® con su posible implicaci¨®n y participaci¨®n en acc¨ªones terroristas llevadas a t¨¦rmino por el comando anarquista aut¨®nomo Ej¨¦rcito Revolucionario Armado de los Trabajadores, surg¨ªdo meses antes en la factor¨ªa Seat de la Zona Franca. Con estos rumores a cuestas, el futuro n¨²mero uno fue a parar a los calabozos de la prisi¨®n de Carabanchel, donde empez¨® a planear el golpe al Banco Central.
Mart¨ªnez G¨®mez era por aquella ¨¦poca un activista inexperto e idealista, con no menos de veinte antecedentes en sus hojas polic¨ªales. Era tambi¨¦n, por esa ¨¦poca, un contumaz so?ador que insistentemente hablaba de t¨²neles que agujereaban las ciudades y que desembocaban en las cajas de seguridad de los m¨¢s importantes bancos del pa¨ªs. Fue as¨ª como surgieron las primeras p¨¢ginas de su autobiograf¨ªa y el proyecto de asalto al Banco Central de Barcelona. "El proyecto de mi vida", insist¨ªa a quien quer¨ªa escucharle.
Volver a prisi¨®n
Ayer, en el juicio oral contra el n¨²mero uno, no se habl¨® de nada de eso, se hizo una larga referencia a los incidentes que tuvieron como escenario el parque de la Ciutadella, los presuntos malos tratos infligidos a ra¨ªz de su detenci¨®n y a la falta de pruebas precisas para condenarlo.
Sentada en uno de los bancos de la sala, muy cerca de la baranda de madera, entre el p¨²blico, permanec¨ªa absorta, mirando la escena, una mujer joven con una melena rubia cay¨¦ndole por la espalda. Cristina Valenzuela parec¨ªa cansada. Momentos antes, con una leve sonrisa en los labios y con los ojos puestos en el pasillo por donde deb¨ªa avanzar esposado y custodiado su marido, hab¨ªa explicado su propio calvario, que se inici¨® meses antes del asalto al Banco Central de Barcelona, cuando fue detenida en Francia, cerca de la frontera espa?ola, transportando divisas. En un instante hizo referencia a su estancia en las c¨¢rceles del sur de Francia, al nacimiento de su hijo en la prisi¨®n y al angustiado ac:oso a que se sinti¨® sometida por la gendermar¨ªa francesa.
"Y ahora, a esperar, con los cuatro hijos a cuestas", acab¨® explicando Cristina Valenzuela, mientras ¨ªn¨ªciaba una loca carrera en b¨²squeda de su esposo, que asom¨® fugazmente en la penumbra de un pasillo. Cristina Valenzuela interrumpi¨® de esta manera su relato, que quiz¨¢ se hubiera prolongado durante unos minutos para hablar de sus hermanos, inmersos tambi¨¦n en el procedimiento judicial del asalto al Banco Central.
En la vida de estos personajes hay tambi¨¦n una segunda mujer, Carmen Dedeu Sol¨¦. Se cruz¨® en la vida del n¨²mero uno, poco antes del asalto al Banco Central, cuando su esposa estaba en prisi¨®n por tr¨¢fico de divisas. Fue un amor fugaz. Acab¨® un d¨ªa de mayo de 1981, cuando todos los implicados en el asalto al Central fueron trasladados a la Direcci¨®n General de Seguridad. Cristina Valenzuela tampoco ha hablado de ella.
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