Benny Carter y Harry Edison, sonido de nuestro siglo

?Sab¨ªan ustedes que Benny Carter es aquel legendario saxo alto, multi-instrumentista y director de orquesta responsable, entre otras cosas, de que se dedicara al canto una aspirante a bailarina llamada Ella Fitzgerald? ?Sab¨ªan que, a?os m¨¢s tarde, ese mismo Benny Carter ganar¨ªa millones como arreglista de estudio, se jubilar¨ªa de ese oficio, y, en vez de retirarse del todo, seguir¨ªa actuando cara al p¨²blico por pura afici¨®n, por puras ganas de continuar en la brecha?Seguimos con preguntas: ?sab¨ªan ustedes que Frank Sinatra, cuando tiene un comprormiso importante, sea, la grabaci¨®n de un nuevo disco, sea un concierto en el que quiere quedar especialmente bien, impone como obligaci¨®n contractual que el primer trompeta de la banda acompa?ante sea Harry Edison? ?Sab¨ªan que Edison, apodado Sweets, aparece asimismo como primer trompeta en el 90% de todas aquellas grabaciones que hizo la Capitol, en los a?os cincuenta, a una. legi¨®n de cantantes maravillosos en la que no s¨®lo formaba Sinatra, sino tambi¨¦n Peggy Lee y Dinah Shore y Judy Garland y mucha m¨¢s gente?

Bien, pues estos dos se?ores, a quien despu¨¦s de lo dicho no habr¨¢ mayor problema en asociar con el sonido de nuestro siglo, han sido los encargados de inaugurar las Jornadas de Jazz que ha convocado el Ayuntamiento como parte de las fiestas, de San Isidro. Para acompa?arles ha venido un pianista llamado Gerry Wiggins, que ha enloquecido al p¨²blico con el estilo, la clase y la autoridad que, a lo largo de su carrera, le han dado prestigio como acompa?ante de vocalistas de talante.

En cuanto a lo ocurrido bajo la carpa del Conde Duque, no tiene mucho m¨¦rito hacer la rese?a de un concierto como ¨¦ste, porque son todos muy parecidos. En el programa nunca faltan temas de repertorio como Misty, Aval¨®n o Perdido, y, como m¨¢xima concesi¨®n a la modernidad, Wave, de Antonio Carlos Jobim. Los arreglos tambi¨¦n son predecibles: exposici¨®n del tema, sucesi¨®n de solos, cambio de compases, recapitulaci¨®n y a otra cosa.

A?¨¢danse, a distribuir entre las distintas partes del concierto, n¨²meros especiales a cargo de los l¨ªderes del grupo: en esta ocasi¨®n qued¨® especlialmente bien el de Edison, con sendos-finales en pianissimo que fueron muy aplaudidos por el p¨²blico, al que parece que no s¨®lo le va el ruido. Lo m¨¢s original que puede hacerse en estos casos es hablar de si el sonido estuvo mal o estuvo bien, y esta vez estuvo m¨¢s mal que bien. Total, que estos son conciertos de los que se puede decir muy poco. Ahora, les garantizo que se disfruta much¨ªsimo.