Emilio Oliva, hijo
Los aficionados madrile?os recuerdan a Emilio Oliva como un torero valiente. All¨¢ por los a?os sesenta el chicianero ven¨ªa mucho a Las Ventas para matar las corridas duras -aquellos encierros con edad, pitones y peligro que las figuras no quer¨ªan ver- No andaba sobrado de arte ni de t¨¦cnica Emilio Oliva, pero s¨ª de valor; cuanto m¨¢s dif¨ªciles eran sus enemigos, m¨¢s se crec¨ªa ¨¦l, y a veces parec¨ªa importarle poco cortar una oreja a cambio de una coma da. Era un torero muy castigado, carne de toro en la jerga.Su cornada m¨¢s seria se la infiri¨® un sobrero de El Jaral de la Mira, en Madrid, el 12 de octubre de 1962, una herida grav¨ªsima en la regi¨®n peritoneal. Los m¨¦dicos temieron lo peor y llamaron a un sacerdote para que le administrara el ¨²ltimo sacramento. O m¨¢s bien el pen¨²ltimo: su novia, Anto?ita, desesperada, convenci¨® al sacerdote para que le casase con el torero in art¨ªculo mortis. De tan improvisada boda naci¨® un hijo al que pusieron tambi¨¦n el nombre Emilio. Esta tarde el chaval torea en Madrid.
"Ya he toreado cuatro veces esta temporada: Bilbao, Barcelona, Sevilla y Madrid", dijo Oliva, por tel¨¦fono, desde su casa en Chiclana. "En Madrid no tuve toros aptos: uno se ca¨ªa y el otro era malo, y pas¨¦ mas bien inadvertido. En las otras tres plazas cort¨¦ orejas, y de los nueve novillos que he matado, a ocho los tumb¨¦ con una sola estocada. En gran parte esta novillada de San Isidro puede determinar el resto de mi temporada".
Oliva, de diecinueve a?os, mat¨® su primer becerro en Vejer de la Frontera cuando ten¨ªa s¨®lo doce. Tore¨® unas cuarenta tardes sin caballos y ha actuado otras treinta con picadores. "Muchos dicen que tengo arte, que soy un torero cl¨¢sico", afirma. "Yo dir¨ªa tambi¨¦n que tengo un valor sereno". Le apodera Enrique Barrilaro, empresario de la plaza de El Puerto de Santa Mar¨ªa, quien ya le tiene firmados contratos en Barcelona y Sevilla. Hasta ahora no le ha herido ning¨²n toro.
Emilio ha visto torear a su padre en una corrida y en festivales. "Gracias a ¨¦l he podido torear bastante en tentaderos", dijo Oliva. "Me ha ayudado mucho". Por lo menos dos de sus cuatro hermanos menores -tambi¨¦n hay dos ni?as- quieren ser toreros y han actuado sin caballos.
"?Est¨¢ de acuerdo con esta profesi¨®n su madre?".
"S¨ª, s¨ª", afirma Emilio. Luego puntualiza: "Bueno, ella no se mete mucho en esto."
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