Fred Sinowatz
Un admirador incondicional de Bruno Kreisky, futuro canciller de Austria
Fred Sinowatz, a quien el presidente de Austria acaba de encargar la formaci¨®n del nuevo Gobierno, ha sido durante toda la era Kreisky un estrecho colaborador del viejo canciller, al que le une una fuerte, amistad y una gran admiraci¨®n. Su carrera pol¨ªtica, al igual que la de todos los dem¨¢s hombres p¨²blicos austriacos, tanto del partido socialista como de la oposici¨®n, ha transcurrido bajo la sombra de la gran personalidad de Bruno Kreisky.
Sinowatz naci¨® el 5 de febrero de 1929 en la localidad de Neufeldt an der Leitha, en el actual Estado federal de Burgenland, lim¨ªtrofe con Hungr¨ªa. Tras doctorarse en filosof¨ªa, ingresa en la administraci¨®n provincial, donde ejerce funciones relacionadas con la educaci¨®n. Miembro del partido socialista ya por entonces, en 1961 es elegido parlamentario en la comarca del Burgenland Estado federal, del que pasa a ser presidente en 1964. Secretario general del partido socialista del Burgenland desde 1961, seis arios m¨¢s tarde se incorpora a la pol¨ªtica nacional de la mano de Kreisky, que le nombra ministro de Educaci¨®n en su segundo Gabinete, el primer Gobierno socialista que cuenta con mayor¨ªa absoluta en el Parlamento. En este puesto, que ha ocupado durante 12 a?os, ha realizado profundas reformas del sistema educativo austriaco. En la ¨²ltima legislatura ha ocupado adem¨¢s el puesto de vicecanciller federal. Est¨¢ casado y tiene dos hijos.Durante toda su carrera Sinowatz se ha caracterizado por su fidelidad al partido y especialmente al canciller Kreisky. Hombre de declaraciones moderadas y actitud conciliadora, cuenta con una buena imagen entre, los adversarios pol¨ªticos, muy al contrario que su antecesor Kreisky, que no s¨®lo no evitaba el enfrentamiento con la oposici¨®n, sino que la encrespaba con sus declaraciones agresivas y su socarroner¨ªa hiriente, que muchos nunca le han perdonado.
Sinowatz se ha mantenido siempre en un segundo plano respecto a Kreisky, en contraste con otros pol¨ªticos socialistas m¨¢s j¨®venes, que han intentado frecuentemente perfilarse como sucesores del canciller. En unas declaraciones que le caracterizan dec¨ªa el pasado mes de marzo que no ten¨ªa ninguna ambici¨®n de ser canciller federal y en cambio s¨ª muchas reticencias en este sentido. A?ad¨ªa que, sin embargo, de ped¨ªrselo el partido socialista asumir¨ªa la responsabilidad como un buen militante. Sinowatz es, a pesar de carecer por completo de af¨¢n de popularidad, el pol¨ªtico m¨¢s popular de Austria despu¨¦s de Kreisky, seg¨²n una encuesta realizada poco antes de las elecciones del 24 de abril.
Su aspecto campechano y su forma sencilla de hablar le han granjeado las simpat¨ªas de la mayor¨ªa de los austriacos y no cuenta pr¨¢cticamente con enemigos, lo que tambi¨¦n le diferencia de Kreisky, que cuenta con admiradores incondicionales, pero tambi¨¦n con feroces enemigos. En una reciente ocasi¨®n declar¨® Sinowatz que lo importante de un pol¨ªtico es que no pierda sus se?as de identidad, que no trate de aparentar algo que no es. Sin duda se refer¨ªa a la dificultad que entrada el convertirse en el sucesor de un pol¨ªtico como Bruno Kreisky y las comparaciones con ¨¦l, a las que los ciudadanos austriacos someter¨¢n con seguridad al pr¨®ximo canciller. En los momentos actuales, la m¨¢xima dificultad que se le presenta a Sinowatz, aparte de las negociaciones para crear una mayor¨ªa de gobierno, es el conseguir que el partido socialista se mantenga unido tras la retirada de Kreisky y aglutinar en tomo a s¨ª mismo a los pol¨ªticos socialistas m¨¢s ambiciosos, que ver¨¢n en ¨¦l a un dirigente desbancable despu¨¦s de una larga ¨¦poca en que la cabeza del partido, Kreisky, era intocable.
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