Thompson Twins, la energ¨ªa de la t¨¦cnica
?Todo est¨¢ grabado!" argumentaba indignado el joven productor de Azul y Negro, Cinemaspop o Danza Invisible. "Me gusta m¨¢s escuchar el disco en casa", dec¨ªa con resignaci¨®n un m¨²sico nuevo. "?Qu¨¦ bien suena!" gozaba un feliz ingenuo mientras una rubia se agitaba convulsa al ritmo de los Thopmson Twins, los Hern¨¢ndez y Fern¨¢ndez de la traducci¨®n inglesa de Tint¨ªn. La verdad es que Rock-Ola tuvo el martes por la noche una buena, sesi¨®n de m¨²sica moderna, viva y tecnificada, capaz de ponere en marcha las v¨ªsceras y el alma.Los Thompson Twins (Alannah Currie, Tom Bailey, Joe Leeway y unos amigos acompa?antes) son una extra?a mezcla de agitaci¨®n discotequera y frialdad mec¨¢nica. El tema es que no renuncian a los maravillosos avances de la t¨¦cnica que ¨²ltimamente se concretan en artefactos capaces de llevar programadas largu¨ªsimas secuencias de notas que, a su vez, pueden reproducir en escala el sonido de una copa rompi¨¦ndose, una marimba, un chocar de metales... Este tipo de chismes eran los que Thompson Twins ocultaban tras unas lonas pudorosas que imped¨ªan observar la manipulaci¨®n de los botones malditos. Pero eso es la base. Delante est¨¢n unos se?ores que cantan muy bien, tienen unas grandes canciones y el punto de dureza que les falta a Soft Cell o Orchestral Maneouvres In The Dark, sin ir m¨¢s lejos. De hecho Alannah Currie parece algo inquietante bajo esa enorme mata de pelo y gorra de visera inmensa. Y ellos dos tienen cierto aspecto de viciosos, nada que ver con la pulcritud algo amanerada de Haircut 100 o A Flock Of Seagulls.
Thompson Twins
Rock Ola, Madrid, 17 de Mayo.
Daba igual que los coros vinieran programados, de hecho era tan obvio que apenas molestaba. Si se mueven como lo hac¨ªan, si casi todas sus canciones son excelentes y si el ambiente que procuran es relajado y m¨¢s bien propenso a la sonrisa algo mal¨¦vola, ni su comercialidad ni sus posibles trucos acaban importando nada.
Ellos estaban contentos, aunque algo extra?ados por la franca minor¨ªa en que se encontraban las chicas. Tambi¨¦n sorprendidos de que el p¨²blico no bailara m¨¢s, ignorando a todas luces que las sardinas en aceite tienen sus movimientos algo reducidos. Esta gira es corta y se van a dar una vuelta por Estados Unidos en compa?¨ªa de The Police. En cuanto a lo de los cacharros la explicaci¨®n e s bien sencilla: "Utilizamos much¨ªsimo tiempo tratando de conseguir sonidos bellos y secuencias de notas que, sencillamente, no pueden ser reproducidos en vivo. ?Qu¨¦ hemos de hacer? Renunciar a ellos o mostrarlos en el seno de una actuaci¨®n fundamentalmente viva? La respuesta para nosotros es obvia." Las entradas, eso tambi¨¦n, costaban 1.200 pesetas. La tecnolog¨ªa, ya se sabe, es cara.
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