Un reactor Phantom de la base de Torrej¨®n 'destruye' una modesta empresa aeron¨¢utica
Jos¨¦ Grau, ingeniero t¨¦cnico a¨¦ron¨¢utico que trabaja en Iberia, es el presidente de la citada empresa. Est¨¢ perplejo. Ha revuelto el Ministerio de Defensa en busca de una soluci¨®n, sosteniendo que el Phantom no describi¨® la trayectoria que ten¨ªa asignada. Hasta ahora, s¨®lo ha conseguido un acuso de recibo del telegrama que envi¨® al titular del departamento, Narc¨ªs Serra, en el que explicaba el incidente.Grau, que se present¨® como candidato del PSOE en Torrej¨®n a las elecciones municipales, constituy¨® legalmente su empresa en enero de este a?o. En 1982 hab¨ªa viajado a Estados Unidos para estudiar el modelo de aviones que pensaba comprar, para montar el negocio en Espa?a. Inici¨® el asunto con cr¨¦ditos personales. Junto con otros socios; invirti¨® alrededor de cinco millones de pesetas en levantar esta empresa de construcci¨®n de aviones ultraligeros. Estaba todo en marcha. En la pasada campa?a electoral, cedi¨® gratuitamente sus aviones al PSOE. Ahora ten¨ªa ya varios clientes y numerosos interesados en la compra de sus aviones, seg¨²n afirma.
El pasado 15 de mayo, domingo, era su d¨ªa. Durante el festival a¨¦reo que se organiz¨® en Cuatro Vientos, Grau iba a volar en su aparato con el primer cliente. Era su primera demostraci¨®n p¨²blica. Minutos antes de levantar el vuelo, cuatro Phantom de la base de Torrej¨®n, como estaba previsto en el festival, ten¨ªan que hacer un vuelo rasante por el aer¨®dromo. Uno de los reactores se desvi¨® ligeramente de la ruta seg¨²n Grau, el avi¨®n, "que ven¨ªa excesivamente bajo, levant¨® su direcci¨®n y meti¨® motores en el momento en que pasaba por el aer¨®dromo, lo que produjo, dada la fuerte presi¨®n de los gases del reactor, que se aplastara nuestro avi¨®n ultraligero".
"El avi¨®n", dice Grau, "cuesta 1.300.000 pesetas y estaba pr¨¢cticamente vendido. Adem¨¢s perdimos otros cuatro clientes que ya ten¨ªamos fijos, y de los 4.000 folletos que repartimos entre Ios 10.000 aficionados que asistieron al festival, despu¨¦s de este accidente no hemos recibido ni una sola contestaci¨®n interes¨¢ndose por nuestros aparatos".
"Espantada de clientes"
Medios aeronauticos estiman que los aviones del Ej¨¦rcito del Aire volaron a la altura prevista y que el aparato ultraligero no se encontraba amarrado como est¨¢ recomendado en este tipo de demostraciones. Grau se qued¨® compuesto y sin novia. "La espantada de clientes", dice, "fue inmediata, y nuestra empresa, que comenzaba a levantarse despu¨¦s de mucho trabajo, ha ca¨ªdo en la ruina". Grau inici¨® los tr¨¢mites administrativos. Denunci¨® el accidente a los responsables de Aviaci¨®n Civil y, posteriormente, se puso en contacto con el Ministerio de Defensa. Se dirigi¨® al capit¨¢n de d¨ªa en Cuatro Vientos. Este le comunic¨® lo ocurrido al oficial de servicio del Mando de Combate, quien a su vez inform¨® al jefe del Estado Mayor del Cuartel General del Aire. El oficial de servicio en la base de Torrej¨®n explic¨® a Grau que los pilotos hab¨ªan volado a la altura convenida y ¨¦ste s¨®lo sabe, despu¨¦s de tres d¨ªas recorriendo los resortes administrativos, que se ha nombrado un juez militar para investigar el caso.El Colegio Oficial de Ingenieros Aeron¨¢uticos ha enviado otro telegrama a Narc¨ªs Serra manifestando su protesta por la maniobra del piloto militar y explicando la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica en que se ve envuelta la mencionada empresa aeron¨¢utica "al haber imposibilitado el vuelo de demostraci¨®n de su aparato y haber creado la duda entre sus clientes y p¨²blico presente sobre la fortaleza del aparato". medios aereon¨¢uticos mantienen la tesis de que el avi¨®n no estaba amarrado y que los vuelos de los Phantom fueron absolutamente correctos. El caso es harto complicado. Sobre todo para Jos¨¦ Grau, que se ha ca¨ªdo con su empresa por un impensable e inoportuno accidente.
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