La salida diplom¨¢tica de Revent¨®s
EL NOMBRAMIENTO de Joan Revent¨®s como embajador espa?ol en Francia fue interpretado en su propio partido, el PSC, tanto como un intento de salida diplom¨¢tica para los espinosas relaciones bilaterales entre Par¨ªs y Madrid (pues el dirigente socialista catal¨¢n tiene buenas relaciones personales con el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand), como Una diplom¨¢tica salida personal para Joan Revent¨®s en el momento de replantear los protagonismos del socialismo catal¨¢n.En estos momentos, cuando Joan Revent¨®s ya est¨¢ en la capital francesa, ambos objetivos, tienen puntual actualidad. Por un lado, nuestras relaciones con Francia est¨¢n necesitadas de esclarecimiento tanto en el plano de las estrategias generales -el alineamiento con Francia, en muchos terrenos, frente a terceros pa¨ªses- como en el de las relaciones bilaterales, lo que vuelven a poner de relieve estos d¨ªas los incidentes protagonizados por los campesinos franceses. De la misma manera que no es conveniente agitar los sentimientos antifranceses de la opini¨®n p¨²blica espa?ola y llevar nuestros complicados problemas bilaterales al terreno de la irracionalidad, las autoridades francesas han de garantizar con todo el vigor preciso que un cami¨®n espa?ol pueda atravesar el territorio vecino sin que el recorrido se convierta en un safari y no precisamente fotogr¨¢fico.
La marcha de Revent¨®s a Par¨ªs no deja, por ello, de tener otras lecturas en la vida pol¨ªtica catalana. La victoria de los socialistas en las municipales, coronada con la guinda de su triunfo en la batalla de Barcelona, les obliga a actualizar su estrategia ante las elecciones auton¨®micas, a favor de las que intentar¨¢n desplazar a Jordi Pujol de la presidencia de la Generalitat, al tiempo que les exige la fabricaci¨®n del rostro electoral con el que se presentar¨¢n a las urnas. En este sentido, en el momento en que se hizo p¨²blico el nombramiento amplios sectores del PSC consideraban que la imagen de honradez y seriedad que hab¨ªa adornado a Joan Revent¨®s en las primeras elecciones auton¨®micas carec¨ªa, sin embargo, para la izquierda, del car¨¢cter carism¨¢tico que posee Jordi Pujol para su electorado, hasta el punto de que se atribu¨ªa al l¨ªder socialista un trauma Poulidor, o de eterno derrotado, que recortaba las posibilidades objetivas de victoria de su partido.
Todas estas circunstancias obligan a recordar el papel trascendental de Joan Revent¨®s en el proceso de unificaci¨®n llevado a cabo durante los ¨²ltimos a?os del franquismo, entre todos los grupos socialistas y socialdem¨®cratas que exist¨ªan en Catalu?a. Su influencia y su credibilidad personal, junto con la de Josep Pallach, fueron decisivas para hacer converger ordenada y eficazmente a las corrientes espa?olistas y nacionalistas en un delicado proceso que luego cristalizar¨ªa en lo que ahora es el PSC: un partido socialista catal¨¢n vertebrado con el PSOE. Con todo, a pesar de este ¨¦xito, Revent¨®s, hombre de car¨¢cter poco en¨¦rgico, nada intrigante, muy sugestionable por su entorno, result¨® menos brillante como l¨ªder de lo que esperaban de ¨¦l quienes le acompa?aron en la clandestinidad. Sus limitaciones afloraron en la campa?a electoral auton¨®mica, y se coronaron al mostrarse dubitativo a la hora de la verdad, en el momento en que, tras conseguir Converg¨¨ncia la mayor¨ªa minoritaria en aquellas elecciones, le ofreci¨® un pacto entre ambos partidos para dar una mayor¨ªa estable al Gobierno de la Generalitat. Entonces Revent¨®s prefiri¨® acorralar a Pujol en la derecha, posibilitando su apalancamiento en el poder auton¨®mico y la proyecci¨®n a toda Espa?a de esa pol¨ªtica victimista que tanto ha lastimado la imagen de Catalu?a ante el resto de Espa?a.
Frente a Pujol, Revent¨®s no ha sabido crearse una imagen atractiva para las masas. Ha ido potenciando a su sombra toda una promoci¨®n de j¨®venes l¨ªderes socia istas, como Narc¨ªs Serra, Ernest Lluch, Raimon Obiols, Pasqual Maragall, Francesc Mart¨ª, mientras ¨¦l viv¨ªa el drama de su aton¨ªa personal. Por eso, aunque los socialistas le hab¨ªan reservado para protagonizar la batalla de la Generalitat, en el momento en que esa pugna va a en trar en la verdadera cuenta atr¨¢s, Revent¨®s ha salido de Barcelona hacia Par¨ªs con el cargo de embajador bajo el brazo.
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