Mor¨¢n considera resuelto el caso del militar refugiado en la Embajada de Espa?a en Malabo

El ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Fernando Mor¨¢n, asegur¨® ayer, en una conferencia de prensa celebrado en el Palacio de la Moncloa, que el conflicto surgido con la presencia en la Embajada de Espa?a en Guinea Ecuatorial de uno de los autores de la conspiraci¨®n contra el presidente Teodoro Obiang, el sargento Venancio Miko, "est¨¢ resuelto".

Fernando Mor¨¢n, que el martes hizo una visita fugaz a Malabo para entrevistarse con el presidente ecuatoguineano, teniente coronel Obiang, afirm¨® que se ha llegado a un compromiso sobre las condiciones en que Espa?a entregar¨¢ al suboficial rebelde, "si bien queda", a?adi¨®, "el cuadro de las relaciones econ¨®micas bilaterales y el deseo espa?ol de establecer una forma de control de la ayuda espa?ola".El ministro, sin embargo, no quiso dar precisiones acerca del momento en que Miko ser¨¢ entregado a la guardia personal del presidente de Guinea Ecuatorial, -en ning¨²n caso a la polic¨ªa o al ej¨¦rcito- y se reserva el nombre de los pa¨ªses, con representaci¨®n en Malabo, con los que Madrid est¨¢ en contacto para valorar si las autoridades ecuatoguineanas cumplen las garant¨ªas necesarias para la entrega del sargento Venancio Miko.

El jefe de la diplomacia espa?ola neg¨® radicalmente cualquier implicaci¨®n, "ni siquiera a nivel informativo", de Espa?a en el intento de golpe de Estado en Guinea Ecuatorial. El deseo espa?ol en el asunto del sargento Miko, explic¨® Mor¨¢n, es la obtenci¨®n de garant¨ªas suficientes sobre sus derechos y resolver el asunto cuanto antes.

El ministro de Asuntos Exteriores dijo que "su permanencia en la embajada (como refugiado y no exiliado) por largo tiempo hubiese creado tensiones" entre Espa?a y Guinea Ecuatorial. El ¨²nico motivo del viaje del ministro espa?ol fue, seg¨²n ¨¦l mismo asegur¨®, el asunto Miko, con el prop¨®sito de "evitar una crisis".

Evitar despilfarros

El tema de la cooperaci¨®n entre Madrid y Malabo ocup¨®, sin embargo, un lugar importante en la entrevista entre Mor¨¢n y el presidente Obiang. Los presupuestos generales espa?oles conceden a la ex colonia, para el presente a?o, una cifra de 1.850 millones de pesetas, y la ayuda ha ascendido a 15.000 millones desde el golpe contra la dictadura de Francisco Mac¨ªas, en 1979.La pretensi¨®n de las autoridades espa?olas es analizar la estructura de la ayuda para evitar los desv¨ªos y despilfarros.

Fernando Mor¨¢n desminti¨® categ¨®ricamente que los movimientos de las unidades de la Armada espa?ola atracadas en bases canar¨ªas obedezca a un plan de emergencia militar condicionado por la situaci¨®n en Guinea o que est¨¦ en marcha una operaci¨®n militar en relaci¨®n con aquel pa¨ªs. En tal sentido, el ministro declar¨® que Obiang no mostr¨® inquietud alguna por los movimientos navales espa?oles, como tampoco formul¨® ninguna protesta, porque entiende que no est¨¢ en marcha ninguna acci¨®n b¨¦lica.

El viaje a Mosc¨²

Otro de los temas explicados por Mor¨¢n durante su conferencia de prensa fue el de su viaje a la Uni¨®n Sovi¨¦tica el pr¨®ximo domingo.Durante su estancia en Mosc¨², dijo el ministro, se firmar¨¢ un acuerdo sobre transporte mar¨ªtimo en el que se corrigen ciertos abusos por parte sovi¨¦tica y se establecen nuevos cupos de tripulaciones de la URSS, as¨ª como una nueva pol¨ªtica de visados.

Mor¨¢n podr¨ªa dejar resuelto un acuerdo de cooperaci¨®n econ¨®mica e industrial con los sovi¨¦ticos si durante su estancia en la capital de la URSS se mejoran ciertas cl¨¢usulas del mismo. Est¨¢ prevista tambien una negociaci¨®n sobre pesca que afecta a los bancos de Canarias y del S¨¢hara.

El ministro espa?ol tratar¨¢ con su hom¨®logo sovi¨¦tico, Andrei Gromiko, el tema de las conversaciones sobre euromisiles que se desarrollan en Ginebra, la situacion en Oriente Pr¨®ximo -"donde se perfila un relanzamiento diplom¨¢tico de la URSS"- y la cuesti¨®n centroamericana, tema en el que el jefe de la diplomacia espa?ola presentar¨¢ a los sovi¨¦ticos la necesidad de que recomienden moderaci¨®n a Cuba.