Invitaci¨®n al cinismo

El art¨ªculo de Juan Luis Cebri¨¢n titulado El fin de las Noticias sobre el Mundo es notable y sorprendente. Sus dos terceras partes se dedican a comentar el "viraje indubitable de la pol¨ªtica exterior espa?ola" en relaci¨®n con la posiciones defendidas por el PSOE a lo largo de la campa?a electoral. Hace Cebri¨¢n, adem¨¢s de lanzar los dardos acusatorios de un moralista contra la incongruencia gubernamental. Se?ala con profusi¨®n de argumentos, que ser¨ªan suscritos sin vacilar desde posiciones pacifistas, que esta nueva orientaci¨®n de nuestros gobernantes es "severamente criticada por amplios sectores de opini¨®n de los ciudadanos que les eligieron". Pero no, los dardos no llegan a herir. Casi dir¨ªamos que a quienes hieren, en definitiva, es a lo ingenuos votantes que apoyaron en el PSOE "una de terminada opci¨®n moral contra la violencia". En efecto, el impulso cr¨ªtico se disuelve hacia el final del art¨ªculo en una triste resignaci¨®n ante lo inevitable, en la claudicaci¨®n temerosa frente a la gran potencia que sugiere que si fuera necesario para mantenernos en la OTAN apoyar¨ªa un r¨¦gimen dictatorial. ?A qu¨¦ juega Cebri¨¢n, y con ¨¦l EL PAIS? La conclusi¨®n de su art¨ªculo es sencillamente una invitaci¨®n a Felipe Gonz¨¢lez para que tenga el "coraje" de explicar a los espa?oles que, en efecto, ha decidido hacer caso omiso de la voluntad del pueblo y olvidar las promesas electorales, porque ha cambiado de opini¨®n al llegar al poder, y que ha decidido no consultar al pueblo sobre la nueva orientaci¨®n, porque el pueblo no sabe lo que le conviene. Es decir, una invitaci¨®n al cinismo.Quiz¨¢ no deb¨ªa sorprendernos demasiado en el director de un peri¨®dico que m¨¢s de una vez ha marginado en sus columnas las iniciativas pacifistas para poder decir luego que "el movimiento pacifista sigue teniendo entre nosotros unas connotaciones de marginalidad inri¨¢s que notables". Pero esto es quiz¨¢ otro cantar./