Dos guardias civiles asesinados en Pamplona cuando hac¨ªan guardia en el interior deja central de Correos
Dos guardias civiles fueron asesinados en la ma?ana de ayer en Pamplona, cuando se encontraban cumpliendo su misi¨®n de vigilancia en el interior del edificio central de Correos de la capital navarra. El atentado se ha producido con veinticuatro horas de antelaci¨®n al D¨ªa de las Fuerzas Armadas que hoy se celebra en Burgos. Tanto el Gobierno como en el estamento militar se estima que este nuevo atentado, presumiblemente perpetrado por ETAm, es una provocaci¨®n al Ej¨¦rcito.
El ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, asistir¨¢ hoy en Pamplona a los funerales por los dos guardias civiles asesinados ayer. El atentado terrorista, del que hasta el momento nadie se ha responsabilizado, aunque, seg¨²n los primeros indicios, pudiera ser obra de ETA Militar, se produjo a unos doscientos metros escasos del palacio de la Diputaci¨®n Foral de Navarra, lugar donde hab¨ªa comenzado la reuni¨®n de la junta preparatoria del reci¨¦n elegido Parlamento de esta comunidad, para decidir la fecha constitutiva de la C¨¢mara. Los partidos pol¨ªticos que integran el Parlamento, con excepci¨®n de la coalici¨®n abertzale Herri Batasuna, que no asiste a las sesiones, condenaron el atentado en duros t¨¦rminos.Los dos guardias civiles muertos en el atentado, ocurrido a las 11.05 horas de ayer, son el cabo primero Antonio Conejo Salguero, natural de Valle de Santa Ana (Badajoz), de 41 a?os de edad, casado, con dos hijos de once y doce a?os y el guardia primero, Fidel L¨¢zaro Aparicio, de Torrehermosa (Zaragoza), de 48 a?os, soltero. Este ¨²ltimo hab¨ªa comentado minutos antes a un oficial de Correos que en los pr¨®ximos d¨ªas se iba a marchar de vacaciones. Se da la circunstancia de que un tercer guardia civil se salv¨® del atentado al encontrarse en otra dependencia.
La acci¨®n terrorista se produjo minutos despu¨¦s de las once de la ma?ana cuando dos individuos, que vest¨ªan trajes de color claro y que aparentaban tener entre 25 y 30 a?os de edad, se dirigieron con paso firme y decidido hacia los dos guardias civiles que se encontraban de vigilancia en el interior del edificio de Correos (situado en pleno centro de Pamplona) donde, en esos momentos, dada la hora unas sesenta personas se hallaban certificando cartas o simplemente comprando sellos para sus envio postales.
Rematado en el suelo
Los autores del doble asesinato, tras colocarse a menos de un metro de distancia de los guardias civiles, -quienes se encontraban separados unos seis metros uno del otro y que portaban fusiles cetme-, sacaron sendos rev¨®lveres del calibre 38 con los que dispararon al menos ocho.tiros.
Como consecuencia de esta acci¨®n los dos guardias civiles cayeron al suelo, donde, el cabo primero, fue rematado con un disparo en la cabeza por su agresor. Al parecer, el comando actu¨® con la ayuda de una tercera persona que, seg¨²n testigos presenciales, era una mujer.
En el lugar del atentado no se encontraron posteriormente casquillos de bala, determin¨¢ndose el tipo y el calibre (le las armas empleadas en la acci¨®n por una de las balas alojadas en el cuerpo de una de las vIctimas.
Al escuchar los disparos los trabajadores de la entidad, as¨ª como el p¨²blico que se encontraba en el edificio, algunosde los cuales fueron presa de ataques de histeria, se tiraron al suelo o bien se resguardaron detr¨¢s de las columnas, momento ¨¦ste que fue aprovechado por los dos individuos para salir con aparente tranquilidad del edificio de Correos. Una de las personas que presenci¨® el atentado sigui¨® a los autores del mismo hasta unos aparcamientos cercanos, donde se introdujeron en un autom¨®vil, marca Ford Fiesta, de color azul, presumiblemente robado, y en el cual emprendieron la huida.
Ingresaron cad¨¢veres
El tercer guardia civil que se encontraba tambi¨¦n en el edificio, aunque en una dependencia pr¨®xima, acudi¨® r¨¢pidamente al lugar donde se hallaban sus dos compa?eros encontr¨¢ndolos en medio de sendos charcos de sangre. Los guardias civiles fueron trasladados r¨¢pidamente al Hospital de Navarra y a la Cl¨ªnica Universitaria, donde ambos llegaron ya cad¨¢veres.
Seg¨²n el parte m¨¦dico facilitado en el Hospital de Navarra a donde fue conducido el cabo primero, ¨¦ste presentaba. "heridas por arma de fuego en regi¨®n occipital con p¨¦rdida de masa encef¨¢lica; en regi¨®n retroauricular derecha con p¨¦rdida de masa encef¨¢lica igualmente; en ala nasal izquierda; en tercio medio brazo izquierdo; en hemit¨®rax izquierdo l¨ªnea axilar anterior y en hemit¨®rax derecho l¨ªnea axilar media".
A los pocos minutos de producirse el atentado, varias personas que hab¨ªan acudido al lugar en que se produjo el mismo, colocaron una bandera espa?ola y dos ramos de flores. El delegado del Gobierno en Navarra, Luis Rold¨¢n, as¨ª como algunos parlamentarios navarros acudieron tambi¨¦n, junto con miembros de la Guardia Civil y Polic¨ªa Nacional, al lugar del suceso en el momento en que' sal¨ªa del edificio, acompa?ado por otros compa?eros, el tercer guardia civil, de unos 25 a?os de edad, quien se encontraba visiblemente afectado por lo sucedido.
La capilla ardiente con los cuerpos de los dos guardias civiles se instal¨® en la tarde de ayer en las dependencias de la delegaci¨®n del Gobierno. El funeral se celebrar¨¢ a las 10 horas de hoy en la iglesia San M¨ªguel y est¨¢ previsto que asistan el ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo, as¨ª como altos mandosde la Guardia Civil y Pol¨ªc¨ªa Nacional.
Los f¨¦retros con los restos mortales de los dos miembros de la Guardia Civil asesinados ser¨¢n llevados a hombros de sus compa?eros desde el edificio de la delegaci¨®n del Gobierno en Navarra hasta la mencionada iglesia.
A la misina hora en que se produc¨ªa el atentado celebraba sesi¨®n, a unos doscientos metros escasos, la junta preparatoria del Parlamento de Navarra, para decidir cu¨¢l seir¨¢ la fecha de su constituci¨®n.
El orden del d¨ªa de la reuni¨®n se vio alterado por las intervenciones que realizaron y los portavoces de los partidos PSOE, UPN, PNV y de la coalici¨®n AP-PDP-UL, quienes condenaron con dureza la acci¨®n terrorista.
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