La 'primavera' de Managua
A pesar del acoso que Nicaragua sufre por tres frentes, los sandinistas contin¨²an pensando en celebrar elecciones en 1985 y en mantener un proyecto pol¨ªtico pluralista
ENVIADO ESPECIANicaragua tendr¨¢ elecciones en 1985, asegura el coordinador de la junta, Daniel Ortega. El comandante Borge a?ade, por su parte, que los sandinistas deben hacerse a la idea de que el juego electoral puede en el futuro sacarlos del Gobierno. El consejo de Estado inicia el debate final sobre la ley de Partidos, con un texto que los define como agrupaciones constituidas por afinidad ideol¨®gica "para optar al poder pol¨ªtico". Todo ello desmiente, por ahora, la profec¨ªa de quienes juzgaron inevitable una inclinaci¨®n del proyecto sandinista hacia el modelo sovi¨¦tico.
La mayor amenaza contra esta apertura, que alguien ha llamado "la primavera de Managua", no est¨¢ en el seno de la junta de comandantes, sino en la guerra no declarada que se libra en tres frentes (norte, sur y costa atl¨¢ntica), con financiaci¨®n norteamericana.
Es obvio que los "paladines de la libertad", como llama Reagan a los combatientes antisandinistas, no tienen ninguna posibilidad de derrotar militarmente por s¨ª solos al r¨¦gimen sandinista, al menos a corto plazo. Pero tampoco parece ser ¨¦se el objetivo inmediato que se ha impuesto Washington.
Objetivo: desestabilizar
La meta es desestabilizar; impedir que se rehaga la econom¨ªa, obligar al Gobierno nicarag¨¹ense a gastar en defensa lo que deber¨ªa destinar a proyectos sociales. En suma, tratar de que cunda el descontento en el interior para que, agobiados por el acoso militar, los nueve comandantes terminen inclin¨¢ndose definitivamente al lado socialista.
Se dir¨ªa que Ronald Reagan es el mejor agente para que Nicaragua termine convirti¨¦ndose efectivamente en un r¨¦gimen de corte comunista. Esto ¨²ltimo le permitir¨ªa una acci¨®n m¨¢s directa, invocando el reparto de zonas de influencia en el mundo entre las dos superpotencias, repitiendo as¨ª el argumento que Yuri Andropov acaba de utilizar en una entrevista a Der Spiegel para justificar la ocupaci¨®n de Afganist¨¢n.
El comandante Ortega ha recordado a los gobiernos de Europa occidental que su solidaridad es ahora la ¨²nica garant¨ªa para que los sandinistas mantengan su proyecto pluralista y puedan llevarse a cabo las elecciones de 1985 en un marco democr¨¢tico.
En un tema no est¨¢n dispuestos a transigir los comandantes: bajo ning¨²n concepto volver¨¢ el pa¨ªs a la tutela norteamericana. No hay que olvidar que la revoluci¨®n sandinista es, por encima de otras cosas, una revoluci¨®n antiimperialista y que tres invasiones directas, am¨¦n -del patrocinio durante medio siglo de la dictadura somocista, explican el odio que practica el sandinismo hacia Estados Unidos.
Para impedir una vuelta al pasado es seguro, y as¨ª lo ha insinuado el comandante Daniel Ortega, que no dudar¨ªan en pasarse con todo el equipo al bloque socialista. De ah¨ª que la solidaridad europea sea hoy m¨¢s importante que nunca, cuando el inicio de una, apertura democr¨¢tica real debe conjugarse con el esfuerzo b¨¦lico.
Es cierto que la ley de Partidos pol¨ªticos que se debate en el Consejo de Estado tiene cl¨¢usulas dif¨ªciles de entender en un contexto europeo, como la obligaci¨®n de que todos los grupos asuman los logros de la revoluci¨®n sandinista como algo irrenunciable. Pero una f¨®rmula similar estuvo vigente en Portugal desde la revoluci¨®n de los claveles hasta la ¨²ltima reforma de la Constituci¨®n, sin que nadie tachara su esquema pol¨ªtico de sovi¨¦tico.
El eje de la discusi¨®n de esta ley es si los partidos pueden aspirar o no a ocupar el poder a trav¨¦s de un proceso electoral. En el primitivo proyecto elaborado por el Frente Sandinista no se mencionaba ex
La 'primavera de Managua
presamente esta cuesti¨®n, que en los debates previos fue reivindicada con vehemencia incluso por los partidos que junto con los sandinistas han constituido el Frente de Defensa de la Revoluci¨®n. El texto final incluye la toma del poder entre los objetivos de los partidos.Democracia at¨ªpica
Este solo hecho, impensable en un r¨¦gimen comunista, inclina al lado occidental el modelo pol¨ªtico nicarag¨¹ense. Es muy posible que en el esquema institucional que debe empezar a delinearse a finales de a?o a trav¨¦s de la ley electoral, haya alg¨²n organismo superior, probablemente constituido por los nueve comandantes, que tutele en el futuro inmediato la evoluci¨®n pol¨ªtica del sistema. Una vez m¨¢s resulta inevitable la referencia al Consejo de la Revoluci¨®n, que en Portugal mantuvo facultades constitucionales hasta fechas todav¨ªa bien recientes. La democracia nicarag¨¹ense ser¨¢ evidentemente at¨ªpica, pero, por lo que se intuye hasta ahora, tendr¨¢ al menos los rasgos fundamentales de una democracia.
Una comisi¨®n del Consejo de Estado ha viajado estos d¨ªas por Europa (Espa?a y Suecia figuraban en su itinerario) para estudiar precisamente las normas electorales de estos pa¨ªses. El Gobierno sandinista espera, por otra parte, la colaboraci¨®n de expertos espa?oles para elaborar un censo de poblaci¨®n antes de las elecciones. Son datos, complementarlos que definen con claridad por d¨®nde tratan de circular los gobernantes sandinistas. Los gobiernos europeos tienen una responsabilidad importante para que pueda concretarse el proceso democratizador de Nicaragua.
La solidaridad que esperan los sandinistas es fundamentalmente pol¨ªtica y econ¨®mica. En el primer plano conf¨ªan en un respaldo diplom¨¢tico para disuadir a Reagan de sus planes intervencionistas ya puestos en pr¨¢ctica. En el segundo, necesitan que Europa occidental mantenga abiertas l¨ªneas de cr¨¦dito para la adquisici¨®n de bienes de equipo y material de transporte. Esperan, en fin, que los mercados del mundo industrial puedan absorber los productos a los que el Gobierno norteamericano ha cerrado sus puertas. La fr¨¢gil econom¨ªa nicarag¨¹ense quedar¨ªa estrangulada de otro modo a muy corto plazo.
S¨®lo nuevos cr¨¦ditos a largo plazo, con per¨ªodos de cadencia de tres a?os pueden permitirle un m¨ªnimo equipamiento industrial. El reciente pr¨¦stamo concedido por el Gobierno espa?ol, por importe de 6.000 inillones de pesetas, es un ejemplo de la ayuda que Nicaragua busca en Europa.
Las estad¨ªsticas del comercio exterior demuestran que el mundo capitalista, incluido Estados Unidos, es el m¨¢s importante suministrador de mercanc¨ªas a Nicaragua y tambi¨¦n su principal cliente.
Se ha dicho en alguna ocasi¨®n que Fidel Castro ha recomendado con insistencia a los comandantes sandinistas que se mantengan en el ¨¢rea econ¨®mica del d¨®lar, entre otras cosas porque la URSS no podr¨ªa cargar con la subvenci¨®n permanente: de su econom¨ªa.
-Por razones puramente econ¨®micas, Nicaragua apenas ha introducido cambios sustanciales en la estructura de sus intercambios con el exterior desde la ¨¦poca de Somoza. S¨®lo el comercio con Estados Unidos ha experimentado un descenso significativo, m¨¢s por el bloqueo norteamericano que por decisi¨®n nicarag¨¹ense.
Armas sovi¨¦ticas
Existe un campo en el que la dependencia del bloque soci¨¢lista resulta evidente, aunque no haya estad¨ªsticas al respecto. Se trata de los suministros militares. Basta con visitar cualquier cuartel de la frontera, que, incre¨ªblemente, se encuentran abiertos a los periodistas, para ver innumerables cajas de armas y municiones procedentes de Cuba, Uni¨®n Sovi¨¦tica o Checoslovaquia. Pero s¨®lo con donaciones a fondo perdido ha podido armarse este pa¨ªs, que ya en su balanza de pagos tiene un d¨¦ficit anual de 300 millones de d¨®lares.
Los dirigentes Sandinistas suelen decir a veces que est¨¢n dispuestos a recibir armas de cualquier pa¨ªs, s¨®lo que no pueden pagarlas, y bajo estas condiciones ¨²nicamente los gobiernos del llamado socialismo real han mantenido el flujo de armainentos.
La realidad ha venido a demostrar, por otra parte, que el esfuerzo armamentista del pa¨ªs no era vano. La amenaza de invasi¨®n, que algunos consideraron en el pasado como una simple coartada para crear el Ej¨¦rcito m¨¢s poderoso de la regi¨®n, se tia traducido ya en combates dlarios que en lo que va de a?o han costado la vida a m¨¢s de 600 soldados sandinistas.
En la econom¨ªa de guerra que el Gobierno sandinista ha tenido que imponer bajo la arrienaza exterior tiene gran parte de culpa la Administraci¨®n Reagan. Incluso a los oficiales que combaten en los frentes de batalla, a menudo en medio de una miseria no superada todav¨ªa, se les oye lamentarse de que el pa¨ªs tenga que destinar ingentes recursos a la Defensa. Pero esto forma parte tambi¨¦n de los sacrificios a los que est¨¢ dispuesto este pueblo con tal de r¨ªo regresar a la tutela norte arrierican a.
Cuando Eden Pastora anuncia por su radio que el 19 de julio estar¨¢ en Managua o cuando los antiguos oficiales somocistas proclaman como fecha de la liberaci¨®n el mes de septiembre, no pasan de ser bravatas en el aire. M¨¢s de 200.000 hombres (un 20% de la poblaci¨®n adulta) est¨¢n preparados para hacer efectivo el lema de "No pasar¨¢n". S¨®lo la intervenci¨®n directa estadounidense podr¨ªa cambiar las cosas, sabe Dios a qu¨¦ costo y, desde luego, no para restablecer la democracia. A menos que se llame as¨ª al r¨¦gimen que actualmente impera en El Salvador. El peor enemigo que ahora mismo tiene la derilocrac¨ªa en Nicaragua se llama Ronald Reagan.
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