Una tribuna de Kirkpatrick
Escribo esta carta para dar las gracias al secretario general adjunto de AP, se?or Kirkpatrick, por su art¨ªculo en la Tribuna libre de EL PA?S del d¨ªa 2 de junio, titulado El peligro de Centroam¨¦rica, en el que analizaba y propon¨ªa soluciones a los problemas de aquella zona del mundo. Y le doy las gracias, no porque yo considere sus valoraciones no acertadas, sino porque nos da una muestra clara de lo que es el pensamiento reaccionario en cuanto a temas referentes a las insurrecciones populares; naturalmente, este substrato ideol¨®gico se encuentra entre l¨ªneas, pues la reacci¨®n tiene la costumbre hist¨®rica de mantener sus fines ¨²ltimos entre una niebla impenetrable.Para comenzar, el t¨ªtulo del art¨ªculo del se?or Kirkpatrick es muy revelador: Centroam¨¦rica es un peligro. No es un problema de ni?os asesinados, ni de seres humanos hambrientos a causa de reg¨ªmenes de tiranos, apoyados por oligarqu¨ªas y soportados. por un imperialismo. La siguiente cuesti¨®n a considerar es la visi¨®n del se?or Kirkpatrick sobre los movimientos insurgentes de la poblaci¨®n. En consonancia con la anterior l¨ªnea de pensamiento, el secretario general adjunto de AP afirma que los procesos revolucionarios son resultado de la pol¨ªtica cubana. Es m¨¢s, se trata de una conspiraci¨®n proyectada, organizada y armada hasta los dientes con los artilugios m¨¢s modernos por un grupo reducido y secreto de conspiradores profesionales, encargados de destruir los valores occidentales.
En general, es ya tradicional en las argumentaciones de la derecha esconder el hecho de que, si bien tanto la URSS como los EE UU intervienen en la pol¨ªtica de gran n¨²mero de pa¨ªses, los pa¨ªses socialistas tienden mayoritariamente a apoyar movimientos populares previamente existentes, mientras que EE UU tiene como norma apoyar a las tiran¨ªas, por muy sangrientas que sean. /
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