Fernando del Paso
El escritor mexicano, autor de 'Jos¨¦ Trigo', trabaja lenta y laboriosamente en su nuevo libro
Fernando del Paso es un hombre de 48 a?os que en ocasiones mira a su alrededor perplejo y parece despejarse parpadeando como un ni?o. Hace 17 a?os escribi¨® su primera novela, Jos¨¦ Trigo, que ahora acaba de editarse en Espa?a. Por su segundo libro, Palinuro de M¨¦xico, le dieron el Premio de Novela Ciudad de M¨¦xico y el R¨®mulo Gallegos, que todav¨ªa es m¨¢s prestigioso, y nadie sabe qu¨¦ le pueden dar por esa Noticias del imperio que est¨¢ escribiendo laboriosamente, como todo lo suyo.
A estas alturas, Fernando del Paso, que asiste a los festejos en su honor vestido de blanco y con gorra de patr¨®n de yate -"porque en Londres, donde vivo, hace tan poco sol que aprovecho el menor buen tiempo para vestirme as¨ª"-, tiene la impresi¨®n de que Jos¨¦ Trigo es un hijo mayor y ajeno que se le ha escapado de las manos, alguien que navega lejos mientras ¨¦l permanece anclado a otros puertos. Dice tambi¨¦n que la vida no deja de asombrarle, "que tengo mucho miedo; puede que escribir sea una forma de conjurar el miedo, porque soy bastante supersticioso y, a veces, cuando estoy escribiendo esas novelas muy largas creo que no voy a morirme antes de terminarlas".
Vive en Londres desde, hace ocho a?os con su mujer y sus cuatro hijos. "Vivir lejos de Latinoam¨¦rica me ha favorecido, ha sido una experiencia enriquecedora que ha ampliado mis experiencias. Con todo, voy a volver a M¨¦xico por muchas razones. En primer lugar, porque hay que arrepentirse siempre de los pecados de comisi¨®n m¨¢s que de los de omisi¨®n, y quiero regresar aunque sea para arrepentirme. Y luego porque he perdido mucho el idioma coloquial, el que te mantiene atado a las peque?as cosas, y esto quiere decir que no conozco bien qu¨¦ es el M¨¦xico de ahora y tengo que recuperarlo".
Hablando de Latinoam¨¦rica, le parece muy importante que Felipe Gonz¨¢lez se haya acercado a aquella realidad, que presione, "porque Espa?a est¨¢ y no est¨¢ en la OTAN, y Estados Unidos tiene que sufrir presiones de m¨¢s lados que no sean los pa¨ªses de siempre".
Seis semanas en Espa?a
Espa?a, pa¨ªs que visit¨® brevemente en varias ocasiones, pero en el que, vivi¨® durante seis semanas el a?o pasado, representa muchas cosas para ¨¦l. "Me fue muy grato, durante esa ¨²ltima estancia aqu¨ª, encontrarme con este pa¨ªs, aunque no se me esconde que influy¨® mucho el hecho de venir de una tierra muy ajena. Pero me encontr¨¦ con mi cultura y mi idioma, y eso me result¨® muy agradable, el reencuentro con mi propia lengua". Fernando del Paso en que el ingl¨¦s es una lengua que conoce lo suficiente para salir adelante, pero que no quiere enriquecer m¨¢s. "No tendr¨ªa sentido que yo ahora tomara lecciones de fon¨¦tica, porque adem¨¢s eso no me iba a solucionar el problema que tengo cuando ante el cajero de un banco me doy cuenta de que no me entiende, y no por el idioma, sino porque a lo mejor es antip¨¢tico o est¨¢ sordo. Por eso es m¨¢s importante que recupere las claves de mi propio idioma".Se ha dicho en muchas ocasiones que el lenguaje era el objetivo principal de Jos¨¦ Digo. "En cambio, en Palinuro de M¨¦xico ten¨ªa muchas cosas que contar, y el lenguaje se puso a su servicio, y eso es lo que me est¨¢ ocurriendo en Noticias del imperio. S¨ª, una novela me cuesta muchos a?os, pero no porque escriba lento, sino porque reescribo mucho y hago mucha labor de consulta. A veces pienso que eso lo hago porque carezco de imaginaci¨®n, y me agarro al dato, a la ficha. Tengo ganas de enfrentarme con el desaf¨ªo de encerrarme durante un a?o en un hotel sin otra cosa que un diccionario, a ver de lo que soy capaz con la sola ayuda de mi imaginaci¨®n. Aunque, claro, eso nunca es verdad, porque uno ha ido acumulando muchas cosas a lo largo de su vida".
Y vuelve a sonre¨ªr con cara de marinerito que abandon¨® el brumoso T¨¢mesis por unos d¨ªas ansioso por calmar su sed de sol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.