El enviado de Reagan a Centroam¨¦rica responder¨¢ a la petici¨®n de la guerra salvadore?a de un "contacto directo" con EE UU
Richard Stone enviado especial del presidente Ronald Reagan para Am¨¦rica Latina, declar¨® ayer al finalizar en M¨¦xico su gira centroamericana que cuando llegue a Washington responder¨¢ al llamamiento hecho por los rebeldes salvadore?os para establecer un "contacto directo" con el Gobierno de EE UU. El embajador itinerante que se reuni¨® por separado con los corresponsales de su pa¨ªs, respondi¨® en estos t¨¦rminos al ser preguntado por la posibilidad -adelantada por el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes- de que se vaya a reunir con dirigentes de la oposici¨®n salvadore?a para iniciar conversaciones de paz.
Stone manifest¨® que, en el curso de los contactos mantenidos con los Gobiernos de Centroam¨¦rica, durante sus 10 dias de gira, ha constatado que todos prefieren encontrar la paz en la mesa de negociaciones y no en el ruido de los fusiles. "Todos mis interlocutores han manifestado su apoyo al grupo de Contadora, que abre una posibilidad real de paz y justicia en la regi¨®n. Todos creen en el di¨¢logo para evitar la guerra".Stone asegur¨® tambi¨¦n que el Gobierno de los Estados Unidos apoya la reducci¨®n de armamento y del n¨²mero de asesores militares extranjeros en Centroam¨¦rica, incluso hasta la supresi¨®n total, "siempre que se haga de forma rec¨ªproca y comprobable".
El FDR y las organizaciones armadas salvadore?as hicieron llegar recientemente a Stone una carta en la que le ped¨ªan la apertura de negociaciones de paz inmediatas con Estados Unidos, como una de las fuerzas involucradas directamente en el conflicto de su pa¨ªs. La ¨²nica respuesta a este requerimiento ha sido por ahora el comentario de Larry Speakes, al admitir que el presidente Reagan estar¨ªa considerando la posibilidad de que Stone se re¨²na con los rebeldes.
La ¨²nica v¨ªa
En M¨¦xico, donde se entrevist¨® con el presidente Miguel de la Madrid y el canciller Bernardo Sep¨²lveda, el enviado especial de Reagan, que en todo momento insisti¨® en que ven¨ªa m¨¢s a escuchar que a hablar, manifest¨® el apoyo del Gobierno norteamericano a las negociaciones que propone el grupo de Contadora "como ¨²nica v¨ªa para encontrar una soluci¨®n pac¨ªfica en la regi¨®n centroamericana".Este respaldo, que ya se tradujo en un voto favorable en el Consejo de Seguridad de la ONU, no ha impedido una intervenci¨®n cada vez m¨¢s activa de EE UU, lo que se acaba de traducir en el establecimiento en Honduras de una base militar para entrenar soldados salvadore?os.
En su entrevista con Stone, Bernardo Sep¨²lveda enfatiz¨® que a la vista de los acontecimientos m¨¢s recientes podr¨ªa ser inminente una conflagraci¨®n b¨¦lica en Am¨¦rica Central. Para impedirla expres¨® que es necesario crear condiciones de paz, detener la carrera armamentista e iniciar negociaciones sobre los principales temas de seguridad identificados en el marco de las reuniones del grupo de Contadora.
La misi¨®n de Stone, que tiene como finalidad informar al presidente Reagan de los puntos de vista de cada Gobierno, ha quedado empa?ada por algunas manifestaciones que constituyen una repetici¨®n mec¨¢nica de los viejos clich¨¦s que la vigente administraci¨®n estadounidense emplea para referirse a Centroam¨¦rica.
Antes de abandonar Guatemala, Richard Stone declar¨®, siempre con un comunicado le¨ªdo y sin aceptar preguntas de los periodistas, que ese pa¨ªs, El Salvador, Honduras y Costa Rica afrontan la amenaza com¨²n de los insurgentes de izquierda, a los que calific¨® de "fan¨¢ticos y extremistas apoyados por un eje extranjero". A?adi¨® que este peligro obliga a una defensa diplom¨¢tica com¨²n, en la que el general R¨ªos Montt "es un l¨ªder".
La estancia del enviado norteamericano en M¨¦xico ha coincidido con el inicio de una reuni¨®n de la secci¨®n latinoamericana de la Internacional Socialista, a la que asiste como vicepresidente Guillermo Ungo, l¨ªder del Frente Democr¨¢tico Revolucionario (FDR) de El Salvador.
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