Los propietarios minoritarios del Banco Atl¨¢ntico negocian con la Administraci¨®n la recuperaci¨®n de sus acciones
SALVADOR ARANCIBIA La aprobaci¨®n de la ley de expropiaci¨®n de Rumasa por parte del Senado ha levantado expectativas sobre una inmediata reprivatizaci¨®n de algunas de las sociedades del grupo, especialmente de aquellas que se encontraban menos interrelacionadas con todo el conglomerado industrial del grupo de la abeja. Entre ellas destaca, casi por derecho propio, el Banco Atl¨¢ntico, sobre el que revolotean posibles novios del paquete mayoritario de acciones que permitir¨ªa el control de la entidad. Los accionistas minoritarios han mantenido algunos contactos con la Administraci¨®n para el establecimiento de las condiciones de reversi¨®n de sus acciones.
El Senado acaba de aprobar la ley de expropiaci¨®n de los bancos y empresas de Rumasa, por lo que el ¨²nico impedimento legal que existe en la actualidad para poder iniciar la reprivatizaci¨®n de las mismas es la publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial del Estado de dicha ley; independientemente de la soluci¨®n que se d¨¦ a los recursos de inconstitucionalidad que hay presentados. Jur¨ªdicamente, una vez que la ley haya sido publicada y entrado en vigor, el Patrimonio del Estado, propietario al cien por cien de todas las acciones de las empresas del grupo de Rumasa, puede realizar con ellas lo que considere m¨¢s conveniente.Frente a las tesis iniciales que defend¨ªan la posibilidad de que definitivamente se quedara el Estado con la mayor parte de los bancos de Rumasa, en la actualidad se considera casi como seguro que la vuelta al sector privado ser¨¢ para la totalidad del grupo y que ello empezar¨¢ con las acciones del Banco Atl¨¢ntico.
Esta instituci¨®n financiera, la mayor de todas las controladas por Rumasa, ten¨ªa antes de la expropiaci¨®n 20.000 accionistas privados que controlaban el 45% del capital de la entidad -6.825 millones de pesetas a 31 de diciembre del pasado a?o-, m¨ªentras que el resto estaba en posesi¨®n de Rumasa. La expropiaci¨®n hizo que el total del capital, sin distinciones entre accionistas mayoritarios y minoritarios, pasara a manos del Patrimonio del Estado. El Gobiemo afirm¨® en todo momento que los intereses de los peque?os accionistas ser¨ªan respetados; y que para ello se fijar¨ªa un justiprecio de valoraci¨®n que se reembolsar¨ªa a los accionistas.
Algunos de los peque?os accion¨ªstas del Atl¨¢ntico han mantenido ya reuniones con la Administraci¨®n, quien les habr¨ªa expresado su intenci¨®n de llegar a un acuerdo por el cual en el plazo de poco tiempo volver¨ªan a ser propietarios, mediante la formalizaci¨®n de acuerdos de compraventa de las acciones.
El principal problema reside en que la expropiaci¨®n fija el establecimiento de un justiprecio que ser¨ªa equivalente al precio de venta por parte del Patrimonio del Estado para que los peque?os accionistas volvieran a ser propietarios de los t¨ªtulos. Esta ¨²ltima operaci¨®n de transmisi¨®n tiene unos costes, de escrituraci¨®n y de determinados impuestos, que deber¨ªan quedar anulados para que los ingresos recibidos por el justiprecio y los costes que se ocasionen por la compra queden igualados.
En medios de la Administraci¨®n y del Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos se ha afirmado que en la actualidad no hay ning¨²n movimiento de cara a la reprivatizaci¨®n del Banco Atl¨¢ntico y que, de llevarse a cabo la operaci¨®n de devoluci¨®n de los peque?os paquetes, el Estado seguir¨ªa siendo el socio mayoritario del Atl¨¢ntico, en condiciones similares a las que rigen la composici¨®n del accionariado del Banco Exterior de Espa?a. Una vez que se llevara a cabo esta primera devoluci¨®n. al sector privado ser¨ªa cuando se entrar¨ªa a negociar la venta del paquete mayoritario de acciones a alguna instituci¨®n financiera privada. El inter¨¦s de algunos bancos nacionales y extranjeros por estudiar la posibilidad de llegar a un acuerdo ha sido puesto de manifiesto recientemente.
Ver los n¨²meros
Al menos tres bancos norteamericanos y uno franc¨¦s han mostrado cierta preocupacion por ver los n¨²meros del Atl¨¢ntico, que present¨® en 1982 unos beneficios de 1.600 millones de pesetas antes de impuestos y con una auditor¨ªa limpia despu¨¦s de la instrumentaci¨®n de ciertas garant¨ªas a cr¨¦ditos concedidos a empresas de Rumasa. Otros bancos nacioriales consideraron en su momento la oferta de Ruiz-Mateos de vender su participaci¨®n mayoritaria en el Atl¨¢ntico aunque la desestimaron por considerarla cara y pensar que vendr¨ªan tiempos en los que las condiciones ser¨ªan mejores.
Fuentes del sector han se?alado que el Atl¨¢ntico es un banco interesante y que los ¨²nicos problemas podr¨ªan venir al considerar los activos que tiene comprometidos con las empresas del grupo. No obstante, los pr¨¦stamos existentes; son bastante inferiores a los que ten¨ªan el resto de los bancos del grupo contra¨ªdos con las empresas del holding y, en cualquier caso, est¨¢n garantizados mediante una hipoteca de la mayor parte de los inmuebles de la cadena de hoteles del grupo, lo que se considera suficiente. En este sentido, se se?ala que la existencia de esta garant¨ªa podr¨ªa permitir, en una negociaci¨®n de venta del paquete mayoritario de la entidad, que el banco comprador mantuviera dentro de su cartera estos cr¨¦ditos o que el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos, o el propio Patrimonio del Estado, los adquiriera.
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