Los ¨²ltimos buscadores de oro de Europa lavan las arenas del r¨ªo Sil
Tres sociedades mineras, una de ellas de nacionalidad inglesa, se disputan actualmente los posibles yacimientos aur¨ªferos de la provincia de Le¨®n, donde los sondeos se multiplican alrededor de antiguas explotaciones romanas. Ge¨®logos e investigadores no parecen haber alcanzado grandes resultados, al menos hasta ahora, pero s¨ª algunos indicios que mantienen un continuo relevo de unas compa?¨ªas por otras en la b¨²squeda del oro. Le¨®n es la ¨²nica provincia espa?ola que registra este fen¨®meno y, a la vez, el ¨²ltimo lugar de Europa occidental que reclama la atenci¨®n de las compa?¨ªas extranjeras.
El negocio del oro ya no admite aventuras individuales. Solamente en el r¨ªo Sil, aguas abajo de la provincia de Le¨®n, en el l¨ªmite con Orense, algunos lugare?os de edad avanzada lavan por su cuenta la tierra de aluvi¨®n con la esperanza de sacar 300 o 400 pesetas diarias. Pero el oficio est¨¢ desapareciendo de muerte natural. En la actualidad, lo m¨¢s frecuente es que una gran empresa abra un proyecto de sondeos en sus propias concesiones, rodeadas, a su vez, de otras m¨¢s peque?as desde las que vIgilan grupos empresariales menores, a veces propiedad de una ¨²nica familia sin recursos suficientes para realizar su propia inversi¨®n. Si los resultados son aceptables, se abren negociaciones entre el gran de y los peque?os concesionarios e incluso ¨¦stos arriesgan alg¨²n dinero en investigar sus terrenos. En caso contrar¨ªo, la primera empresa abandona el proyecto, es sustituida por otra y los modestos inician una nueva espera.Riotinto Minera acaba de retirarse por razones de crisis empresarial de los alrededores de Castrillo de la Valduerna, localidad situada en las faldas del monte Teleno, a unos 20 kil¨®metros de Astorga, despu¨¦s de peinar la zona durante seis a?os. La prospecci¨®n ocup¨® nueve kil¨®metros de largo por dos de ancho en el valle del r¨ªo Duerna, coincidiendo con varias explotaciones romanas de alto valor arqueol¨®gico, sometidas hoy al fuego de un campo de tiro militar. Riotinto ha excavado 160 pozos con mallas de 200 metros de lado y ha lavado m¨¢s de 4.000 toneladas de tierra.
Los t¨¦cnicos de Riotinto aseguran haberse retirado provisionalmente para elaborar un estudio sobre la viabilidad econ¨®mica del yacimiento, que se mueve entre la baja ley del mineral y su precio en los mercados internacionales.
California y el imperio romano
Otra compa?¨ªa inglesa, Splaura Gold Spain, explora las cuencas de los r¨ªos Sil y Eria y comparte en la comarca de las Oma?as, ya cerca de Asturias, la vecindad de algunas concesiones con una empresa espa?ola, el grupo Trevinca. Un portavoz de ¨¦sta, Jos¨¦ Marzoni, asegura haber conocido en la localidad de Puente de Domingo Fl¨®rez a los ¨²ltimos bateadores de Le¨®n, ya muertos, y haber tratado personalmente a un buscador americano de la vieja escuela, cuya edad debe superar ahora los 80 a?os y que hace 20 se plant¨® en Le¨®n sin m¨¢s equipaje que un platillo para lavar la tierra. El americano, de apellido Thiessen, anduvo seis meses por los alrededores de las M¨¦dulas -la mayor mina romana de Europa, hoy protegida como monumento nacional- tomando muestras y bateando la arcilla. Marzoni afirma que vive todav¨ªa en su lugar de origen, el Estado de Nevada, y que hab¨ªa sido enviado a Le¨®n por alg¨²n consorcio minero de Estados Unidos, no tanto para resucitar aqu¨ª la fiebre del oro como para realizar una primera inspecci¨®n de la zona, previa a estudios m¨¢s completos y t¨¦cnicos. Thiessen, que carece de conocimientos geol¨®gicos o acad¨¦micos, tiene en cambio una cierta leyenda como buscador de oro, oficio al que ha dedicado toda su vida, y las principales compa?¨ªas americanas parecen fiarse de su olfato infalible.La mayor¨ªa de las empresas mineras creen que el oro de aluvi¨®n explotado durante la ¨¦poca romana procede de yacimientos que todav¨ªa no han sido descubiertos o que fueron abandonados hace 2.000 a?os. Seg¨²n Marzoni, "queda por explotar toda la provincia y parte de Asturias", sin que la b¨²squeda que relanzaron las compa?¨ªas inglesas a partir de 1914 haya dado frutos.
El grupo Trevinca lleva dos a?os realizando sondeos en la comarca de las Oma?as, en una concesi¨®n de 3 por 1,5 kil¨®metros. La ley del mineral extra¨ªdo es de unos 100 miligramos de oro por metro c¨²bico de tierra, todav¨ªa insuficiente para garantizar la rentabilidad de la explotaci¨®n. Se necesitar¨ªa, seg¨²n Marzoni, un yacimiento que permitiera mover grandes masas (cinco millones de metros c¨²bicos al a?o durante 15 a?os), una ley de 150 a 200 miligramos de oro por metro c¨²bico, facilidades para montar las instalaciones en cinco a?os sin grandes controles ecol¨®gicos y, sobre todo, una inversi¨®n de 1.000 millones de pesetas para labores muy tecnificadas y sin apenas mano de obra. El mismo portavoz recuerda que los romanos utilizaron en Las M¨¦dulas decenas de miles de esclavos para extraer 10 toneladas anuales de oro durante 300 a?os, rompiendo por completo el paisaje de la zona. "Pero nosotros", dice, "no somos el imperio".
Mejor, el turismo
Vicente Vega Blanco, de 65 a?os, uno de los 160 vecinos que quedan en Las M¨¦dulas, tambi¨¦n conoci¨® al americano Thiessen: "Ya hace a?os que vino por aqu¨ª uno de California y que ech¨® una temporada. ?l solo se cavaba la tierra y con la bandejilla aqu¨¦lla la lavaba. Ven¨ªa por la ma?ana y luego iba a dormir a Ponferrada. Si sacaba algo, ¨¦l no se lo dec¨ªa a nadie". Los habitantes de Las M¨¦dulas clasifican a los buscadores y sus empresas por nacionalidades -los ingleses, los alemanes y los holandeses, entre otros-, y suelen trabajar para ellos como gu¨ªas, incluido Vicente Vega, que tambi¨¦n es due?o de la ¨²nica tienda-bodega del pueblo y, si hace falta, alba?il. Se supone que el pueblo est¨¢ construido sobre terrenos aur¨ªferos y desde cualquier calle pueden verse las monta?as levantadas por los romanos a base de acumular escombreras, unas encima de otras, pero quedan pocos signos de prosperidad. La gente considera el oro como una fuente espor¨¢dica de trabajo y, al menos formalmente, nadie cree que sea rentable andar con una batea: "Si no, nos dedicar¨ªamos todos a eso".Vicente Vega trabaj¨® para los alemanes y tambi¨¦n para los ingleses -"?Qu¨¦ le voy a decir yo c¨®mo se titulaba la empresa?"-, que abrieron unos cuantos pozos y despu¨¦s los taparon. Todos "iban y ven¨ªan cada poco y nadie dec¨ªa nada a nadie, aunque en una cali-cata sacamos cinco pepitas, en otras no encontramos nada". Acostumbrados a las visitas de ge¨®logos, periodistas e incluso gentes del cine que han utilizado las ruinas mineras como escenarios naturales para sus pel¨ªculas, el vecindario prefiere confiar m¨¢s en el turismo que en el oro. De momento se han construido un par de merenderos y una carretera para que los autocares puedan llegar hasta el centro de las antiguas explotaciones romanas (hasta ahora s¨®lo se pod¨ªa llegar en Land-Rover o a pie por una pista de tierra).
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