Acuerdo para una salida a la crisis de Bruguera sin despidos

Representantes de la empresa y de los trabajadores de Editorial Bruguera y Distribuidora Libresa han alcanzado un acuerdo para poner en pr¨¢ctica el plan de viabilidad de la sociedad sin que se produzcan despidos. El proyecto de recuperaci¨®n empresarial exig¨ªa rebajar la plantilla de 1.300 personas a 850. Entre bajas voluntarias, jubilaciones y jubilaciones anticipadas se amortizaron 200 empleos. Sin embargo, para llevar adelante el plan era preciso una reducci¨®n de otros 224 puestos de trabajo.Tras intensas negociaciones, empresa y trabajadores acordaron a finales del mes pasado proceder a varias reducciones temporales de empleo rotativas en las que participasen el mayor n¨²mero de trabajadores, de forma que, con estas medidas, se evitase el tener que recurrir a despidos forzosos.

La posibilidad de que la empresa remonte la crisis est¨¢ estrechamente ligada a que reciba apoyo financiero. Al parecer, existen negociaciones con un grupo suizo que est¨¢ interesado en participar mediante una ampliaci¨®n de capital.

El acuerdo que se viene desarrollando con absoluta normalidad contiene una cl¨¢usula que establece que "ning¨²n trabajador consumir¨¢ m¨¢s de 180 d¨ªas de suspensi¨®n de contratos". Esta cl¨¢usula es una garant¨ªa de que los trabajadores continuar¨¢n teniendo derecho a las prestaciones de desempleo de un a?o y medio en el hipot¨¦tico supuesto de que se registrase un cierre de la empresa.

Las dificultades de Bruguera se iniciaron hace cinco a?os con la renovaci¨®n de su equipo de gerencia y culminaron con la suspensi¨®n de pagos presentada en en junio de 1982. En aquel momento, la empresa declar¨® unas deudas de 3.909 millones de pesetas, endeudamiento que se hab¨ªa producido entre otras causas por la ampliaci¨®n del plazo de cobro de varios productos. En efecto, la popular l¨ªnea de producci¨®n en que se hab¨ªa especializado esta empresa era un tipo de producto (que se vend¨ªa principalmente en los quioscos con un plazo de cobro semanal (novelas de Marcial Lafuente Estefan¨ªa, Cor¨ªn Tellado, Carlos de Santander, revistas humor¨ªsticas como Pulgarcito, DDT y Mortadelo, y publicaciones que tuvieron gran acogida entre los m¨¢s j¨®venes como El Jabato y El Capit¨¢n Trueno).

La nueva l¨ªnea de producci¨®n pretend¨ªa introducirse en el mercado de obras de mayor calidad literaria. Este objetivo no estaba re?ido con la tradici¨®n de la empresa, pero implicaba una adecuaci¨®n de las estructuras financieras a este tipo de producto cuyo plazo de cobro era mucho m¨¢s dilatado.

La crisis de Bruguera es un ejemplo t¨ªpico del estancamiento que sufren muchas empresas catalanas de car¨¢cter familiar cuando son regentadas por la tercera generaci¨®n. Los trabajadores recuerdan la ¨¦poca de mayor expansi¨®n de la empresa, durante las d¨¦cadas del 60 y 70, cuando la sociedad estaba regentada por Francisco Bruguera, un hombre emprendedor, ex comandante del Ej¨¦rcito Republicano, que convirti¨® a la empresa en refugio de perseguidos.

La enfermedad oblig¨® a Francisco Bruguera a dejar el negocio en manos de su sobrino Juan Bruguera, quien, a juicio de los trabajadores, nunca mostr¨® un excesivo entusiasmo por la empresa, ya que su verdadera pasi¨®n eran los estudios de medicina. Ante la ausencia de un gerente por parte de la rama familiar, se contrataron los servicios de Joaqu¨ªn Mi?ano, cuya gesti¨®n ha sido contestada por los trabajadores.

Posteriormente se descubri¨® la implicaci¨®n de la empresa en el fraude a la Seguridad Social de Barcelona. Seg¨²n las investigaciones de la Guardia Civil, Bruguera hab¨ªa defraudado 169 millones de pesetas, por lo que se orden¨® el procesamiento de Joaqu¨ªn Mi?ano y de Joan Cornudella.